Los 5 mejores jugadores de la historia de Philadelphia 76ers

La NBA está suspendida hasta nuevo aviso pero el balón sigue botando en nbamaniacs. De cara a ofrecer el mejor contenido posible a los lectores durante el parón, hemos iniciado varios seriales con contenido único en los que se incluyen el recuerdo de grandes equipos que no lograron el anillo o un repaso a los pabellones NBA.

Siguiendo esa línea, también queremos echar un vistazo a los mejores jugadores de la historia de cada una de las franquicias de la NBA con un top-5 en el que abarcamos desde jugadores que destacaron hace décadas hasta el presente. Ahora toca analizar la división atlántico. Hoy hablamos de Philadelphia 76ers.

Julius Erving

Atlético, vistoso, talentoso, icónico… ¡Por dónde empezar esta lista si no! Julius Erving es uno de los mejores jugadores de la historia de la NBA y por supuesto uno de los que han firmado con letras de oro en la de los Philadelphia 76ers.

Disputando la ABA hasta 1976, sería justo en ese año cuando cambiaría los aún New York Nets por los 76ers –ojo al número– para llegar a alcanzar el rango de mito con los de Pensilvania. Allí, al norte de Estados Unidos, disputaría hasta 11 temporadas siendo el líder de un equipo que alcanzaría las Finales en cuatro ocasiones –la primera el mismo año que llegó– pero que solo pudo proclamarse campeón en una oportunidad. Tras los varapalos de 1977 ante Portland Trail Blazers (4-2), de 1980 ante Los Angeles Lakers (4-2) y de 1982 de nuevo ante los angelinos (4-2); en 1983 por fin tocaban el cielo derrotando justo a los californianos por 4-0. Era un enorme equipo que contaba con Maurice Cheeks y que en 1982 incorporó a Moses Malone; uno que debía pelear con los Celtics de Larry Bird y con los Lakers de Magic Johnson.

A título individual, Dr. J fue nombrado MVP de la NBA en 1981 y estuvo presente 11 veces en el All-Star, siendo el MVP del mismo en 1977 y 1983. En cuanto a su legado en los Sixers, es el jugador con más puntos en playoffs con 3.088, así como el que más partidos ha disputado con un total de 141. En el total de su carrera promedió 22 puntos, 6,7 rebotes, 3,7 asistencias, 1,7 robos y 1 tapón por partido.

El dato: Cómo olvidar The Baseline Move. Se disputaban justo las Finales de 1980 y Erving nos dejó una de las estampas para la historia de la NBA. The Doctor penetró por la derecha con el brazo totalmente extendido y al encontrarse bajo el mismo a Kareem Abdul-Jabbar giró sobre sí mismo y dejó la bandeja a aro pasado. Perdería esas Finales, pero dejó un recuerdo imborrable.

Wilt Chamberlain

La llegada de esta leyenda mundial fue clave para que los Sixers lograsen el segundo anillo de su historia. Se disputaba la temporada 1964-65 cuando los San Francisco Warriors, equipo que venía de perder las Finales ante Boston Celtics, decidía traspasar a Wilt Chamberlain a los Philadelphia 76ers. Para los de Pensilvania fue una bendición.

Aunque The Big Dipper pasó solo tres campañas y media con el equipo, estas no pudieron dejar mejor recuerdo, sobre todo porque les condujo al anillo de 1967. En aquella temporada Chamberlain se quitó un gran peso de encima, ya que tras ocho campañas por fin conseguía el anillo y además derrotando tanto a la dinastía de los Celtics (4-1) como a su anterior equipo, los San Francisco Warriors, en las Finales (4-2). En aquella postemporada Chamberlain promedió 21,7 puntos, 29,1 rebotes y 9 asistencias. Por supuesto fue el MVP de las Finales.

Como decíamos su trayectoria fue corta, pero inmejorable. De los cuatro MVP que atesora en su carrera, tres fueron justo siendo jugador de los Sixers al lograrlos consecutivamente entre 1966 y 1968. Además, con su enorme dominio bajo los aros, le dio tiempo a convertirse en el máximo reboteador de la historia del equipo en playoffs con un total de 1.208; para ser exactos promedió la barbaridad de 27,5. Y es que esta era su especialidad; tanto es así que posee el récord de mayor número de capturas en un partido de postemporada con 41 (5 de abril de 1967 ante Boston Celtics), así como el de rebotes totales en los All-Star con 197. Un mito que dejó su selló en Philadelphia.

El dato: En la campaña 1967-68, justo una después de lograr el anillo, Chamberlain se convirtió en el primer y único pívot en liderar la clasificación de asistencias de la NBA al finalizar con un total de 702, o lo que es lo mismo, un promedio de 8,6.

Moses Malone

Al estilo de lo que consiguió Chamberlain pero con casi dos décadas de diferencia, Moses Malone fue el empujón definitivo para que los 76ers lograsen un campeonato en la década de los 80, exactamente en 1983.

Con un Julius Erving ya establecido como estrella de los de Pensilvania, los anteriores años con Finales que acababan en desilusión vieron como la historia cambiaba de la mano de Moses Malone. Tras seis campañas en Houston, el Hall of Fame aterrizaba en Philadelphia en el mejor momento de su carrera tanto por juego como por madurez; algo que no tardó en demostrar.

En su primera campaña con los Sixers, la 1982-83, Malone fue el MVP de la temporada regular y condujo junto a Erving y Maurice Cheeks a las Finales de aquel año. Delante tenían a los Lakers, conjunto que les había derrotado en 1982. En esta ocasión fueron los de Pensilvania quienes no dieron opción a su rival al barrerles con un contundente 4-0. Malone, tras promediar 25,8 puntos, 18 rebotes y 1,5 tapones fue nombrado MVP.

Malone jugaría en los 76ers hasta 1986, pero no pudo repetir hazaña pese a que en 1984 aterrizaba un tal Charles Barkley en el equipo. En su legado, con 12 presencias All-Star, dejó el que por ahora es último anillo de la franquicia más antigua de la NBA.

El dato: En 1983, justo antes de comenzar los playoffs, los medios le pidieron un pronóstico. Malone, quien siempre rebosó confianza, simplemente dijo «four, four, four» en alusión a que ganarían las tres eliminatorias por 4-0. Se equivocó por poco. Los Milwaukee Bucks les ganaron un partido en las finales de conferencia y terminaron con un balance de 12-1.

Hal Greer

Volvemos a los años 60 para recordar a uno de esos jugadores que pese a su enorme clase han quedado algo olvidados con el paso del tiempo: Hal Greer. Nacido en Virginia Occidental el 26 de junio de 1936, este chico se convirtió en uno de los mejores jugadores de la NBA desde que llegase a la competición en 1958 con los por entonces Syracuse Nationals, equipo que se trasladaría en 1963 a Philadelphia para pasar a llamarse desde ese momento 76ers.

En 15 años de carrera, todos ellos con el mismo equipo, Greer se convertiría en el máximo anotador histórico de la franquicia de Pensilvania con 21.686 puntos. En su excelente trayectoria fue 10 veces All-Star y consiguió el título de campeón en 1967 junto a otro enorme jugador como Wilt Chamberlain. Tras muchos cursos disputando los playoffs pero quedándose en el camino, en aquella campaña 1966-67 acabarían derrotando en las Finales a los San Francisco Warriors por 4-2.

Miembro del Hall of Fame y con su número ’15’ retirado por Philadelphia, Greer fue protagonista de una de las mejores épocas de la franquicia; tanto es así que desde que llegó al equipo hasta su retirada estuvo siempre presente en la postemporada.

El dato: Es el único jugador que ha alcanzado los 1.000 partidos disputados con los Sixers. Greer dejó la marca en exactamente 1.122 encuentros de temporada regular.

Allen Iverson

Acabamos con la última oportunidad que tuvieron los Sixers de conseguir un anillo, o lo que es lo mismo, la última ocasión en la que han disputado las Finales. Corría el año 1996 cuando Philadelphia elegía en el número 1 del draft a Allen Iverson, un chico menudo y eléctrico al que confiaban el éxito o fracaso del futuro de la franquicia.

El resultado es conocido por todos. En una plantilla en la que curso tras curso él era el gran referente del equipo –nunca tuvo grandes acompañantes– The Answer se ganó un lugar entre los mejores jugadores de la NBA llegando a ser 11 veces All-Star y 4 veces máximo anotador de la competición. La cúspide de su carrera llegó en un año 2001 en el que conseguiría el MVP con 31,1 puntos y 4,6 asistencias de promedio, y en el que llevaría a Philadelphia hasta su única final en ya 27 años. En un memorable primer partido de aquellas Finales, disputada ante los Lakers, Iverson firmaría 48 puntos para imponerse a Shaquille O’Neal y Kobe Bryant. Ahí quedó la hazaña. Los angelinos, con mejor roster, ganaron los siguientes cuatro encuentros para dejar a Iverson y los Sixers sin el deseado premio.

Con su número ‘3’ retirado en el pabellón de Philadelphia, Iverson es en estos momentos top-3 del equipo en puntos y robos tanto en temporada regular como en playoffs, así como quien más triples ha anotado en partidos de regular season y postemporada. Iverson, la última gran leyenda de los de Pensilvania hasta el momento.

El dato: Volvemos al Game 1 de las Finales de 2001. En el Staples Center, ante el actual campeón de la NBA –equipo que contaba con Kobe Bryant y Shaquille O’Neal–, Iverson dejó claro la clase de jugador que era al convertirse en aquella noche en el debutante de unas Finales que más puntos ha conseguido en la historia de la Liga con 48.

Otros jugadores en consideración

Si hasta ahora había sido complicado elegir un top-5 de de otros equipos, con los 76ers hemos ido un paso más allá para convertir la tarea casi en un imposible. Por el camino de este artículo hemos recordado y, por supuesto, no podemos dejar sin mención, a jugadores tan emblemáticos como Dolph Schayes, quien jugó 996 partidos entre 1949 y 1964 para conseguir el anillo de 1955, Johnny Kerr, quien fue tres veces All-Star y también ganó el campeonato de 1955, o a Billy Cunningham, quien promedió con el equipo 20,8 puntos en 654 encuentros para lograr el campeonato de 1967.

Dando un salto al futuro, mucho ha costado dejar fuera de los cinco mejores de la historia a Maurice Cheeks, un fantástico base que pasó hasta 11 temporadas en Pensilvania para ser a día de hoy el líder de asistencias con 6.512, además de haber ganado el anillo de 1983 junto a Erving y Malone. Y tampoco podemos dejar sin su reconocimiento a Charles Barkley. Llegando a los Sixers en 1984, dejaría su impronta en el equipo promediando 23,3 puntos, 11,6 rebotes, 3,7 asistencias y 1 tapón en 610 partidos totales; lástima que nunca llegase a disputar unas Finales.


Mientras dure la crisis por el coronavirus publicaremos diariamente varios contenidos independientes de la actualidad. Bucearemos en la historia de la NBA, tanto en la reciente, como en la de todas las décadas anteriores. Aprovecharemos este parón de la competición para conocer mejor a los equipos, los jugadores, los entrenadores, los directivos, los partidos llamativos, los pabellones y los equipos históricos por una u otra razón. Lo haremos aquí y en Extra nbamaniacs, lugar donde seguiremos publicando contenido especial libre de publicidad para que los lectores puedan seguir apoyándonos directamente.

Todo este plan editorial lo llevaremos a cabo para entretenernos y pasar mejor estas semanas de encierro que nos quedan a casi todos. ¡Salud!

Anterior equipo analizado: Brooklyn Nets. Próximo equipo: Toronto Raptors.

(Fotografía de Mitchell Leff/BIG3/Getty Images)


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