La NBA está suspendida hasta nuevo aviso pero el balón sigue botando en NBAManiacs. Desde ayer hemos dado comienzo a varios seriales históricos con el fin de ofrecer el mejor contenido posible a nuestros lectores durante este tiempo de parón. Ayer tratábamos el caso de Wayne R. Embry, el primer directivo afroamericano de la historia de la NBA, mientras que hoy amanecíamos con un artículo sobre aquellos Kings sin anillo que se ganaron el respeto y la devoción de aficionados y rivales. Ahora, hacemos un pequeño viaje atrás en el tiempo para conmemorar a aquellos santuarios del baloncesto que han formado parte de la narrativa general de la NBA. Recintos de leyenda, cargados de éxitos y triunfos, pero también de derrotas y decepción. En la primera entrega, el Memorial Coliseum de Portland.
Fue el hogar de los Blazers durante un cuarto de siglo. Un total de 1.093 partidos, repartidos entre regular season, eliminatorias por el título y las grandes Finales, se disputaron bajo su techo. En el momento de abandonar el Memorial Coliseum, los Blazers habían colgado durante 814 encuentros consecutivos el cartel de ‘sold out’, un récord que se mantuvo vigente hasta el pasado 21 de febrero, día en el que fue superado por los Mavericks. En 1995, el equipo se trasladaba al próximo Rose Garden Arena (actual Moda Center), echando el cierre a un santuario en el que se construyeron los grandes logros de la franquicia.
Diseñado por el estudio de arquitectura Skidmore Owings & Merrill, el Memorial Coliseum abrió sus puertas al mundo el 1 de noviembre de 1960 tras una inversión de seis años, ocho millones de dólares y numerosas controversias. El pabellón se erigió sobre una estructura de acero pese a la importancia de la industria maderera de Oregon, y el diseño sobrio, incluso austero, de estilo internacional inicialmente espantó a los detractores. Por suerte, terminó imperando la seguridad y el sentido común de los primeros. También hubo desacuerdos sobre la ubicación del recinto. Finalmente se construiría en la orilla este del río Willamette en lugar de la propuesta popular de hacerlo en el centro de la ciudad.
El Memorial Coliseum fue concebido como un recinto flexible y polivalente. Además de los numerosos partidos de baloncesto y hockey celebrados en sus instalaciones (fue casa de los Portland Buckaroos y lo es actualmente de los Winterhawks de la Western Hockey League), el Coliseum ha sido sede de cientos de conciertos, rodeos, circos, espectáculos sobre hielo, ferias comerciales y mítines políticos. En 1965 acogió la Final Four de la NCAA y grandes artistas y bandas de la historia de la música celebraron conciertos sobre su superficie: The Beatles, Aretha Franklin, Elvis Presley, Louis Armstrong, The Rolling Stones, The Who, Jimmy Hendrix, Johnny Cash, Whitney Houston, Pink Floyd o Bob Dylan, fueron algunos de los célebres músicos que se dejaron ver por él. Además, el 1 de noviembre de 1974 estableció un hecho sin precedentes. Gerald Ford se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos que asistía a un partido de la NBA, coincidiendo con la celebración de un duelo entre Blazers y Braves (actuales Clippers). Unos Blazers que iniciaron su andadura en la NBA bajo la protección de sus cimientos, donde vivieron algunos de los momentos más importantes de su historia.
El campeonato de 1977
Aquellos Blazers hicieron lo impensable: conquistar el campeonato en su primera aparición en los playoffs. Un título construido sobre los hombros de Bill Walton (MVP de las Finales y segundo en las votaciones por el MVP de la temporada por detrás de Abdul-Jabbar) y un fortín inexpugnable. Aquellos Blazers, en los que también brillaban con luz propia Maurice Lucas y Lionel Hollins, solo perdieron seis partidos en el Memorial Coliseum durante el curso. Todos ellos regular season. En playoffs firmaron un inmaculado 10-0, con un sexto partido memorable en las Finales en el que Walton firmó 20 puntos, 23 rebotes, 7 asistencias y 8 tapones ante los 76ers de Julius Erving.
Las Finales de 1990
A diferencia de lo ocurrido en 1977, estos Blazers no cogieron a nadie por sorpresa. Clyde Drexler se encontraba en pleno prime y los Terry Porter, Kevin Duckworth, Jerome Kersey y Buck Williams conformaban un equipo muy peligroso. Incluso merodeaba por allí un tal Drazen Petrovic en el que Rick Adelman nunca confió demasiado. Así, los de Oregon finalizaron la regular season en tercera posición y en playoffs eliminaron a Dallas, San Antonio y Phoenix antes de plantarse en la final. Allí esperaban los Bad Boys de Chuck Daly. Esta vez, el Memorial Coliseum no sirvió como amuleto: los Blazers perdieron sus tres partidos en casa ante los Pistons. Vinnie Johnson, a 0,7 segundos para el final, liquidó las esperanzas locales en el quinto partido.
Apertura de puertas a Europa
De ser compañeros (y enemigos) en el Real Madrid a trasladar la ‘Marca Europa’ a la NBA en una época en la que despuntar en la liga estaba limitado exclusivamente al producto nacional norteamericano. Siempre ha habido una buena relación entre los Blazers y el baloncesto europeo, pero fueron Fernando Martín y Drazen Petrovic, con permiso de Kiki Vandeweghe, los encargados de abrir la primera puerta. El 31 de marzo de 1986, el pívot se convertía en el primer jugador español en disputar un partido en la NBA. Apenas dos minutos ante Seattle con una repercusión increíble para el baloncesto patrio. Su única temporada en la liga se limitaría a 24 partidos.
Tres años más tardaría Drazen Petrovic. El croata, aburrido de dominar en Europa, decidió saltar el charco y poner a prueba a la élite mundial. Como comentábamos antes, nunca fue santo de la devoción de Adelman, pero en su temporada y media en Portland tuvo tiempo de demostrar de lo que era capaz. En sus cuatro partidos de mayor anotación los Blazers ganaron. Entre sus mejores actuaciones en el Memorial Coliseum destacan sus 19 puntos (con un 75% de acierto en tiros de campo) en 19 minutos ante los Mavericks o los 17 tantos (66,7% de acierto) anotados contra los Supersonics en tan solo 16 minutos.
Un paralelismo entre ambas carreras que se prolongó hasta converger, de forma irónica y trágica, en un mismo desenlace final. El 3 de diciembre de 1989, Fernando Martín fallecía en un accidente de tráfico. Casi cuatro años después, el 7 de junio de 1993, un camión fuera de control y un cinturón de seguridad olvidado acababan con la vida del ‘Genio de Sibenik’. Su legado se prolonga hasta el día de hoy.
Actualidad
A principios de 2009, su supervivencia estuvo en serio peligro después de que una iniciativa local propusiera demoler el pabellón con el fin de construir un estadio de béisbol. Los ciudadanos se unieron para mostrar su descontento y el plan fue abortado. En septiembre del mismo año, el Memorial Coliseum fue incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos, el cual exige la completa protección del recinto. Dos años después, las instalaciones fueron renombradas como Veterans Memorial Coliseum como homenaje a todos los veteranos de guerra que participaron en la II Guerra Mundial y la Guerra de Corea. En 2016, el National Trust for Historic Preservation designó al pabellón como Tesoro Nacional, blindándolo definitivamente ante cualquier tipo de amenaza empresarial exterior.
Precisamente, esta temporada se cumple el 50º aniversario de la franquicia. A modo de homenaje, los Blazers disputaron un partido de exhibición ante Denver en el Veterans Memorial Coliseum el pasado 8 de octubre, antes del inicio del curso. Para tal evento, el pabellón lució un parqué conmemorativo y estuvieron presentes los componentes del primer roster oficial en la historia de la franquicia, entre ellos Geoff Petrie, Rolland Todd, Jim Barnett, Shaler Halimon y Bill Schonely.
Mientras dure la crisis por el coronavirus publicaremos diariamente varios contenidos independientes de la actualidad. Bucearemos en la historia de la NBA, tanto en la reciente, como en la de todas las décadas anteriores. Aprovecharemos este parón de la competición para conocer mejor a los equipos, los jugadores, los entrenadores, los directivos, los partidos llamativos, los pabellones y los equipos históricos por una u otra razón. Lo haremos aquí y en Extra nbamaniacs, lugar donde seguiremos publicando contenido especial libre de publicidad para que los lectores puedan seguir apoyándonos directamente.
Todo este plan editorial lo llevaremos a cabo para entretenernos y pasar mejor estas semanas de encierro que nos quedan a casi todos. ¡Salud!
(Fotografía de portada de Steve Morgan)