La NBA está suspendida hasta nuevo aviso pero el balón sigue botando en nbamaniacs. De cara a ofrecer el mejor contenido posible a los lectores durante el parón, hemos iniciado varios seriales con contenido único en los que se incluyen el recuerdo de grandes equipos que no lograron el anillo o un repaso a los pabellones NBA.
Siguiendo esa línea, también queremos echar un vistazo a los mejores jugadores de la historia de cada una de las franquicias de la NBA con un top-5 en el que abarcamos desde jugadores que destacaron hace décadas hasta el presente. Ahora toca analizar la división pacífico. Hoy hablamos de Los Angeles Lakers, y lo hacemos con una dificultad añadida: elegir entre Magic Johnson y Kobe Bryant es prácticamente imposible.
Magic Johnson
Pocas veces decir ‘ha nacido una estrella’ podría tener tanto sentido. Magic Jonhson aterrizó en los Lakers como número 1 del draft de 1979 y lo hizo para marcar una época en Los Ángeles: la del Showtime. Su arrolladora personalidad tanto dentro como fuera de la pista lo convirtieron en la referencia del equipo desde el primer día; y es que Magic no solo era diversión, era un chico que deseaba ganar y que directamente se saltó el año de novato para brillar al más alto nivel desde el primer día.
Por ahora todo son palabras, así que vamos con los hechos. En la campaña 1979-80, la de su debut, concluyó la temporada regular promediando 18 puntos, 7 rebotes y 7,3 asistencias. Estaba genial, pero la traca final llegó cuando hubo de enfrentarse a los Philadelphia 76ers de Julius Erving en las Finales. Allí, en el mayor escenario posible, clavó 21,5 puntos, 11,2 asistencias y 8,7 rebotes para conseguir su primer anillo y título de MVP. Sí, aún era un rookie.
Fue el punto de partida de una excepcional carrera que hizo de los 80 una década inolvidable para la historia del baloncesto, ya que mientras él deslumbraba bajo los focos de Hollywood un chico rubio de tremendo talento hacía lo propio en Boston. Larry Bird y sus Celtics alimentaron el hambre de Magic, quien ya se encontró con él en la final de la NCAA y que repetiría tal desenlace en las Finales NBA de 1984, 1985 y 1987 perdiendo la primera y ganando las dos últimas.
Magic, máximo asistente de la historia de los Lakers con 10.141, acabaría su carrera antes de tiempo una vez se detectó que tenía VIH –tuvo un efímero regreso en 1995–. Sin embargo, ello no evitó que cerrase su leyenda en territorio angelino con cinco anillos, tres MVP de temporada regular, tres MVP de las Finales, 12 presencias en el All-Star y nueve apariciones en el mejor quinteto de la Liga. Uno de los mejores de la historia.
El dato: es el jugador con más asistencias en la historia de los playoffs con un total de 2.346.
Kobe Bryant
Han pasado tres meses desde que nos dejase trágicamente en un accidente de helicóptero y sigue costando hablar de él tanto como en ese primer instante que a todos se nos heló la sangre. Estrellas en la historia de la NBA hay muchas, pero jugadores con su hambre y pasión sobre la cancha ya menos. Un competidor. Un luchador. Un chico que lo daba todo por ganar no solo durante los 48 minutos que duraba el partido, sino durante el resto de su vida.
Kobe Bryant, para muchos el único heredero de Michael Jordan por estilo y personalidad, pasó hasta 20 temporadas en los Lakers para regalarnos una carrera de momentos inolvidables, de noches de ensueño. Fueron tres anillos junto a Shaquille O’Neal en los años 2000, 2001 y 2002. Fueron años en los que se dejó la piel sobre el parqué mientras los californianos deambulaban por el desierto. Fueron dos campeonatos formando pareja de baile con Pau Gasol en los años 2009 y 2010 su regreso como gran campeón. Fueron esos dos tiros libres con el tendón de Aquiles roto. Fueron los 60 puntos de su despedida ante Utah Jazz. Fueron nuestras lágrimas al empezar 2020.
Máximo anotador en la historia de los Lakers con 33.643 puntos y jugador con más partidos al llegar hasta los 1.346. 18 veces All-Star con cuatro MVPs y MVP de la temporada en 2008. Sus logros y récords dan para escribir más que un libro. Hablamos de un chico que entre el 16 de marzo de 2007 y el 23 de ese mismo mes enlazó cuatro partidos alcanzando los 50 puntos… Lo hacemos de un jugador irrepetible que se ganó el respeto y amor de compañeros y aficionados mientras su corazón latía en oro y púrpura.
El dato: los 81 puntos que anotó el 22 de enero de 2006 ante Toronto Raptors son la mejor marca para un jugador vistiendo el oro y púrpura.
Kareem Abdul-Jabbar
Damos a hora un salto atrás para hablar de un mito como Kareem Abdul-Jabbar. El maestro del sky hook también tiene su sitio en el olimpo angelino. Empezando su carrera en Milwaukee Bucks, fue en el año 1975 en el que dio el salto a los Lakers a través de un traspaso. Para entonces Kareem ya era campeón de la NBA y MVP con los de Wisconsin. Y claro, su leyenda se multiplicaría en Los Ángeles, donde pasaría 14 temporadas para conseguir otros cinco anillos y ser parte del Showtime de un equipo de fantasía.
Junto a Magic Johnson se proclamaría campeón en 1980, 1982, 1985 (MVP), 1987 y 1988. En total fueron 1.093 partidos con la camiseta de la franquicia californiana en los que promedió 22,5 puntos, 9,4 rebotes, 3,3 asistencias y 2,5 tapones. Volviendo a 1985, aquellas Finales sin duda fueron especiales. Aunque el reconocimiento a aquellos Lakers era obvio, dos años antes en 1983, habían caído justo en la luchar por el anillo ante Boston, equipo con el que se volvían a ver las caras. En esta ocasión, con un Jabbar que se iría hasta los 25,7 puntos, 9 rebotes y 5,2 asistencias por noche, fueron los angelinos los que cantaron victoria ante su histórico rival.
18 presencias en el All-Star (12 como laker), 10 veces elegido en el mejor quinteto de la Liga, MVP de la temporada regular en seis ocasiones (tres como laker). Hablar de Ferdinand Lewis Alcindor Jr. es entrar en la discusión de los mejores de la historia; no en vano es el jugador con más puntos en la historia de la NBA con un total de 38.387.
El dato: es el jugador con más tapones en la historia de los de oro y púrpura tanto en temporada regular (2.694) como en playoffs (437).
Jerry West
El toque añejo de la lista de los Lakers llega con Jerry West. Durante 14 temporadas entre 1960 y 1974 fue el líder de un equipo en el promedió 27 puntos, 6,7 asistencias y 5,8 rebotes para conducirlo a disputar hasta nueve Finales. No obstante, el destino quiso que esos grandes años estuviesen acompañados por los mejores Celtics de la historia, un equipo que les ganaría en hasta seis Finales en la década de los 60.
Durante años parecía que alguien –o algo– no quería que West consiguiese su anillo, pero por fortuna, y casi que por justicia justicia divina, en 1972 por fin se proclamaría campeón de la NBA. Contando a su lado con un genial Wilt Chamberlain que sería elegido MVP, West formaría parte de una plantilla que ganaría 33 partidos consecutivos en temporada regular y que terminaría por cantar victoria a voz viva al derrotar en las Finales a los New York Knicks por 4-1 (perdieron el primer partido).
Ese título de 1972, para el cual West aportó en las Finales 19,8 puntos y 8,8 asistencias por noche, da aún más brillo a una carrera en la que solo vistió el oro y púrpura para ser 14 veces All-Star y aparecer en 10 ocasiones en el mejor quinteto de la Liga. No podía faltar en esta lista.
El dato: es el único MVP de unas Finales (1969) sin haber conseguido el anillo, ya que sus Lakers perdieron aquel año 4-3 ante Boston Celtics.
Shaquille O’Neal
El artículo 34 del estado de California: ‘Hago lo que quiero, cuando quiero, como quiero y cuando me da la gana’. Así definía Andrés Montes a Shaquille O’Neal, y no le faltaba razón. Estábamos ante un portento de la naturaleza que recibía el balón cerca del aro y que literalmente aplastaba a los rivales –hay vídeos de sobra para comprobarlo–.
Y así lo demostró en Los Ángeles. Shaquille llegó a los Lakers desde Orlando en 1996 y devolvió el brillo a un equipo que acumulaba casi una década sin llegar a las Finales –desde el adiós de Magic–. Con él al mando junto a un Kobe Bryant cada día más grande, llegó el segundo three peat de la historia de la franquicia después del conseguido entre 1951 y 1954 (aún en Minneapolis). En aquellos años O’Neal estaba a pleno rendimiento y directamente no tenía quien le tosiera. En los playoffs de los años 2000, 2001 y 2002 (los de los anillos) siempre se movió en un promedio superior a los 30 puntos, 12 rebotes y 2 tapones… No había nadie ni parecido en la NBA.
Estamos ante un jugador que fue capaz de irse hasta los 61 puntos y 23 ante los Clippers el 6 de marzo del año 2000. Ante el único de la historia que ha terminado en primera o segunda posición en la votación para el MVP de la temporada con tres equipos diferentes (Orlando Magic, Los Angeles Lakers y Miami Heat). Echando la mirada atrás, cuesta no pensar en qué hubiera pasado si su relación con Kobe hubiese sido otra. Ambos querían ser el mejor y durante años (incluso en equipos diferentes) han mantenido un pique dialéctico que ya en los últimos años se tornó en bromas entre amigos.
‘Shaq’, con su ’34’ retirado en el Staples Center, es un 15 veces All-Star que entró en el mejor quinteto de la NBA en hasta ocho ocasiones. Simplemente un jugador sin el que no se puede entender la brillante historia de los Lakers.
El dato: fue el MVP de las tres Finales ganadas por los Lakers en los años 2000, 2001 y 2002.
Otros jugadores en consideración
Por una franquicia que cuenta con casi 75 años de historia han pasado numerosos jugadores que han dejado huella. En este caso, parecido al de Boston Celtics, la relación de nombres podría ser larguísima, por lo que hemos intentado reducirla destacando a quienes jugaron un papel muy importante en algunas de las etapas más gloriosas del equipo.
Yendo por orden cronológico, empezamos por George Mikan. Con los Lakers aún en Minneapolis, este chico de Illinois pasó siete temporadas en la franquicia para conseguir hasta cinco anillos entre 1948 y 1956 promediando 24 puntos y 13,9 rebotes en playoffs. Poco después del adiós de Mikan llegó al equipo Elgin Baylor, quizás el mejor jugador de la historia sin anillo. En 14 campañas con el equipo perdió hasta ocho Finales mientras promediaba unos impresionantes 27,4 puntos, 13,5 rebotes y 4,3 asistencias. Poco más adelante nos encontramos con Gail Goodrich, quien compartió algunas campañas con Baylor antes de lograr el anillo de 1972 junto a Jerry West y Wilt Chamberlain, justo de quien vamos a hablar ahora. El pívot de solo estuvo cinco campañas en los Lakers, pero le dio tiempo a lograr el mencionado campeonato siendo además MVP con 19,4 puntos y 23,2 rebotes de promedio.
Pasamos ahora a los 80 para hablar de James Worthy. Junto a Kareem y Magic formó lo que podemos calificar como un Big Three. Disputando hasta 926 partidos de temporada regular con los Lakers, Worthy se hizo con los anillos de 1985, 1987 y 1988 (MVP de las Finales). En una línea parecida de tiempo de tenemos a Byron Scott, quien lograría esos mismos campeonatos firmando 15,1 puntos de promedio. Por último, no podemos dejar sin destacar a jugadores como Robert Horry, quien en el three peat de Shaq y Kobe dejó actuaciones y canastas inolvidables para hacerlo posible; a Lamar Odom o a Pau Gasol, cuya llegada al equipo dio el impulso necesario a Bryant para poder sumar a su cuenta los anillos de 2009 y 2010.
Mientras dure la crisis por el coronavirus publicaremos diariamente varios contenidos independientes de la actualidad. Bucearemos en la historia de la NBA, tanto en la reciente, como en la de todas las décadas anteriores. Aprovecharemos este parón de la competición para conocer mejor a los equipos, los jugadores, los entrenadores, los directivos, los partidos llamativos, los pabellones y los equipos históricos por una u otra razón. Lo haremos aquí y en Extra nbamaniacs, lugar donde seguiremos publicando contenido especial libre de publicidad para que los lectores puedan seguir apoyándonos directamente.
Todo este plan editorial lo llevaremos a cabo para entretenernos y pasar mejor estas semanas de encierro que nos quedan a casi todos. ¡Salud!
Anterior equipo analizado: Boston Celtics. Próximo equipo: Los Angeles Clippers.
(Fotografía de Harry How/Getty Images)