Los mejores agentes libres, edición octubre 2023

Quedan tres semanas para que empiece una nueva temporada de la NBA. Los ejecutivos de los equipos han trabajado durante todo el verano y tienen las plantillas casi a punto, ya que ahora llegan los clásicos training camp en los que terminan de definir esas piezas secundarias en las que realmente confían. Por ello repasamos los mejores agentes libres que quedan en el mercado, un grupo de jugadores dominado por veteranos de gran nivel (hay algún All-Star) que esperan la llamada de una organización para prestar servicio. Hoy repasamos, por posiciones, los jugadores más interesantes que continúan sin equipo.

Bases

George Hill. Es quizás el más ilustre de esta lista en cuanto a la confianza que han depositado en él equipos aspirantes al anillo. Cleveland (con LeBron James), Philadelphia o Milwaukee le han sumado como la que debería ser una pieza clave en su esquema hacia el título. Ninguno acabó ganando con él, pero no porque su rendimiento no fuese acorde a lo esperado. Ahora, ya con los training camp avanzando, parece complicado que le firme algún equipo salvo por lesión de algún jugador. La puerta se le puede abrir conforme avance el curso.

Goran Dragic. Otro ilustre del baloncesto. Un lesión en la burbuja de Orlando de 2020 le impidió disputar unas Finales a las que llegaba lanzado. Desde entonces no ha vuelto a mostrar tal nivel e incluso se ha hablado de una posible retirada. Sigue en activo y no sería raro que algún equipo le acabase reclamando. A finales de julio se rumoreó un posible retorno a Miami Heat.

Austin Rivers. Puede ser el nombre más sorprendente de la lista. Buen tiro, buena capacidad para crear jugadas, una defensa potable… Rivers ha sido por años ese jugador que podía encajar en casi cualquier esquema; sin embargo, tras su último año en Minnesota nadie ha confiado en él. No es un base al uso, pero puede rendir en esa posición. Un jugador de eficacia probada que no sería extraño que acabase encontrando acomodo.

Escoltas

Will Barton. Tan talentoso como peculiar, Barton ha pasado en pocos años de ser una pieza esencial de unos Nuggets que apuntaban alto –han terminado siendo campeones en 2023–, a verse de pronto sin equipo alguno que confíe en él. La campaña pasada, disputada entre Washington y Toronto, supuso un enorme paso atrás en su carrera, ya que por primera vez en ocho años se quedaba por debajo de los 10 puntos de promedio. Hace tiempo se habló de un interés de los 76ers, pero no llegó a nada.

Kendrick Nunn. Carrera extraña la que ha llevado este jugador de ahora 28 años. No fue elegido en el draft de 2018, por momentos deslumbró en Miami como un anotador y al marcharse fue poco a poco desapareciendo su brillantez. En su último curso, con los Wizards, promedió 7,5 puntos y 1,8 asistencias. Para la segunda unidad, en busca de puntos, no suena mal.

Terence Davis. Por ahora no hay vida más allá de Sacramento para Davis. Tras cuatro años en la NBA, no ha terminado de asentarse y ahora se enfrenta a un momento complicado. Quizás su mayor cualidad sea la intensidad que lleva a la pista, pero para las franquicias no parece ser suficiente –al menos por ahora–. Con un buen lanzamiento exterior y piernas para defender fuerte, es probable que tenga otra oportunidad.

Aleros

T.J. Warren. Aún tenemos en el recuerdo esos partidazos en la burbuja, los cuales fueron el paso previo a una gravísima lesión que le ha relegado al ostracismo. Phoenix apostó por él la campaña pasada, pero el resultado no fue el deseado. Durante este verano ha entrenado sin suerte para algunos equipos como Boston Celtics. Si algún equipo necesita hacer una apuesta importante a bajo coste, este es su hombre.

Anthony Lamb. Uno de los jóvenes de la lista. A sus 25 años viene de hacer una muy buena campaña con los Warriors, equipo con el que disputó hasta 62 partidos para promediar 6,7 puntos, 3,5 rebotes y 1,5 asistencias en 19,2 minutos por noche, todo ello con un 36,7% en triples. Quizás alguna organización entienda que merece la pena explorar qué tipo de jugador puede llegar a ser.

Juan Toscano-Anderson. Sus primeros pasos en los Warriors fueron ilusionantes, pero la llama empezó a apagarse en cuando fue pasando de un equipo a otro. El último curso se define en 52 partidos entre Lakers y Jazz para promediar 3 puntos en 13,5 minutos por noche. Recientemente firmó por los Capitanes de la G League. Será allí donde deba demostrar que merece otra oportunidad.

Terrence Ross. El clásico microondas que suele brillar con luz propia desde la segunda unidad. Vivió sus mejores años en Orlando y en Phoenix no pudo ser todo lo importante que esperaba la campaña pasada. Desde hace semanas se habla de la posibilidad de que marche a Europa, más exactamente a Serbia, país del que es su mujer. Por ahora sigue apurando las opciones de seguir en la NBA.

Ala-pívots

Justise Winslow. El clásico alero potente que con la evolución del juego ha pasado a ser un cuatro. Las lesiones han sido su peor enemigo desde que llegó a la NBA –a finales de marzo pasó por el quirófano– y le han ido ganando terreno hasta verse sin equipo. No sería sorprendente que algún equipo apostase por él más pronto que tarde, ya que es un chico que ofrece soluciones en muchos estilos de juego.

JaMychal Green. Casi podríamos hablar de un 3&D, aunque es un ‘cuatro’. El curso pasado lo vivió en Warriors y rozó el 38% en triples. A sus 33 años raro sería que no tuviese al menos un último baile en la NBA. Es el clásico jugador que siempre suma y que rara vez te hará perder un partido por cuenta propia.

James Johnson. Un veterano venido a menos pero sobrado de experiencia. Ese jugador es un James Johnson que obviamente ya tuvo sus mejores años jugando para Miami Heat y que a sus 36 años viene de disputar únicamente 18 encuentros con Indiana Pacers. Presente complicado el suyo, si bien tiene experiencia para hacer de mentor en algún vestuario.

Pívots

Bismack Biyombo. Un clásico de estas listas. Aparece mucho por aquí, pero termina siempre encontrando acomodo. En la campaña 2021-21 los Suns lo rescataron en enero y se lo quedaron hasta este verano, pero ahora está sin equipo. Un pívot a la antigua usanza: fuerte, potente, duro y reboteador. No puedes pedirle más, pero con eso acumula ya 12 temporadas en la NBA.

Gorgui Dieng. Hubo un tiempo que parecía que tendría una gran carrera, pero se quedó en eso: parecía. Desde que dejó Minnesota ha ido dando tumbos y el último le ha llevado a entrar en la agencia libre para no salir. Pasó el último curso en los Spurs para jugar únicamente 31 partidos. Su fichaje por otro equipo apunta a llegar más adelante, y sólo si se lesiona algún jugador.

Blake Griffin. Hemos dejado para el final al gran ilustre. Durante años fue de los mejores jugadores de la NBA, pero los problemas físicos terminaron por reducir su impacto de manera notable. Estando en forma aún podría aportar en casi cualquier equipo, pero el problema es justo ese, que no saber qué Griffin te encontrarás. Quizás acabe teniendo sitio en algún contender.

(Fotografía de Christian Petersen/Getty Images)


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