Previa NBA 2023-24 Houston Rockets. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.
Houston Rockets
- Balance 2022-23: 22-60 (14º del Oeste)
- Entrenador: Ime Udoka (debuta)
- Agentes libres más importantes en 2024: Alperen Sengün, Jabari Smith Jr., Jae’Sean Tate, Jeff Green, Jalen Green (todos opción de club), Boban Marjanovich y Aaron Holiday
- Historia: Los jugadores más importantes de la historia de Houston Rockets.
- La franquicia: El origen de Houston Rockets.
La plantilla
- Movimientos en el mercado: Salidas de D.J. Agustin, John Cristopher, Usman Garuba, Kenyon Martin Jr., Josh Christopher, Frank Kaminsky; llegadas de Fred VanVleet, Jeff Green, Jock Landale (agentes libres), Dillon Brooks (sign-and-trade).
- Backcourt: Fred VanVleet, Jalen Green, Amen Thompson, Kevin Porter Jr., Aaron Holiday.
- Frontcourt: Dillon Brooks, Jae’Sean Tate, Tari Eason, Alperen Sengün, Jabari Smith Jr., Jeff Green, Cam Whitmore, Jock Landale, Boban Marjanovic.
Así encaran la temporada
Hay que mirar un par de veces a la clasificación para descubrir con asombro que en la temporada 22-23 hubo hasta dos equipos peores que los Houston Rockets. O si no peores, si de menor o igual rendimiento en lo que importa: la columna de victorias. Parece vox pópuli que los Rockets acumulan tres años de estancamiento en el desarrollo colectivo. Que Green, Sengün y cía pueden crecer en lo individual. Pero que no tienen una estructura que ayude a colocar las realidades de cada uno.
Es precisamente el tiempo que acumulan inmersos en una ponzoñosa dinámica lo que provoca una ola crítica considerablemente mayor a la que recibieron Pistons y Spurs. Los primeros porque contaron con la excusa de la lesión de Cade Cunningham y al menos lo intentaron en el mercado y los segundos porque algún día tenían que tocar fondo y dejar de pelear por migajas. Fruto de ello, el despi… la no renovación de Stephen Silas y la llegada de Ime Udoka, Fred VanVleet y Dillon Brooks.
No es demasiado aventurado decir que los Rockets son, sobre el papel, el conjunto que ha experimentado cambios más profundos en el tiempo entre cursos. Primero porque a su núcleo joven lograron sumar dos jugadores con talento de ‘lotería’ y, según se ha contado, los que tenían marcado con rojo en la libreta. Todo apunta a que Kevin Porter Jr. no se volverá a vestir el uniforme de Houston y quizás el de ninguna otra franquicia NBA. Pero aun así, los regateos que precedieron a su renovación por parte de un equipo con espacio salarial ilimitado dejaban a las claras la poca confianza real que tenían en su hasta ahora base titular.
Con Green, Sengün y Smith Jr., sólo quedaban el ‘uno’ y el ‘tres’ para formar un quinteto ‘para una década’. Aunque estos planes rara vez (quizás ninguna) suelen funcionar. Amen Thompson y Cam Whitmore son la respuesta a esto. De ahí que, una vez abierta la agencia libre los Rockets se lanzasen precisamente a por un base y un alero. Lo que los primeros días de offseason parecía un experimento raro, con el reposar del tiempo y los movimientos que siguieron a las llegadas de VanVleet y Brooks a golpe de talonario, parece tomar una forma más seria de la esperada.
Probablemente, los actuales Rockets no sean el escenario ideal para los ex de Raptors y Grizzlies respectivamente. Teniendo VanVleet alguna muy buena temporada como macho alfa en Toronto, es un jugador que luce más siendo cola de león que cabeza de ratón. Un base como él, gran tirador, sacrificado sin balón (es uno de los exteriores que mejores bloqueos coloca de la liga) y con su capacidad para resolver en el uno contra uno es un lujo al lado de otro jugador que amase balón y atraiga atenciones. Aquí tendrá que hacer de ‘señuelo’ para que el demasiadas veces atolondrado Green no tenga que tomar decisiones complejas por obligación sino como expresión natural de su evolución en el juego.
Lo mismo pasa con Brooks, al que si le das una mano te mete un codazo. Creo que la frase hecha era así. Memphis ya era un conjunto que pedía a Dillon dar un paso a un lado en el reparto de tiros y responsabilidades ofensivas .Sin embargo, el alero seguía asumiendo lanzamientos y acciones que no dominaba (aquí un artículo por si queréis recordar hasta qué punto es negligente su comportamiento en ataque). Aclarados, bloqueo y continuación, tiros tras bote, penetraciones. Su naturaleza le impide, al calor de los hechos, apartarse del foco ofensivo cuando es evidente que no tiene el día. Pero es un peaje para gozar de uno de los mejores defensores de la competición.
Y es que el verdadero salto cualitativo de los texanos está en defensa, especialmente en la exterior. Smith Jr. es un gran proyecto de defensor interior, pero aún sufre con demasiados emparejamientos. Sengün como ancla ha sido uno de los mejores defensores de la temporada en Houston, y la única tarea pendiente con él es precisamente resolver cómo unirle con el sophomore en cancha sin excesivo coste atrás. Pero el triángulo que puede asentar Udoka en el jugador turco, VanVleet como punta de lanza y Brooks como stopper encargado de la estrella rival da para ilusionarse. Súmale la presencia de Jae’Sean Tate o Tari Eason como ‘falsos’ ala-pívots y el potencial destructivo tiende al infinito.
Redondear esta rotación con Aaron Holiday, cuya presencia en el doble base de la segunda unidad ayudará a Thompson para que ande antes de echar a correr (aunque su impulso sea volar), Jeff Green o Jack Landale es dar muchos pasos en la confección de un conjunto que piense en asentarse en posiciones de acceso a postemporada. Incluso más cerca del séptimo puesto que del décimo. Los mentados quizás no den para sostener un banquillo, sobre todo teniendo en cuenta la edad de Jeff Green, pero sí dan cuerpo a un equipo que carecía de estructura.
Por supuesto, de todo ello se encargará un tipo cuya última labor deportiva en la liga fue alcanzar unas finales de la NBA construyendo por el camino una de las mejores defensas NBA del último lustro pecando de prudente. Al final va a ser verdad que Rafael Stone no comenzó montando la casa por el tejado.
El jugador a seguir
A pesar de que todo apunte a Green como el jugador con más potencial para romper en superestrella, Alperen Sengün viene de ser el mejor jugador de la pasada temporada de los Rockets, con diferencia. Y es que realmente lo tiene todo. La tendencia de Jabari a permanecer en el perímetro le ha empujado a ser al pick & roll hasta el vómito. Una de cada cinco acciones ofensivas que finalizó el turco el curso pasado llegaron de esta forma. Este exceso y no contar con un generador de élite como pareja de baile provocó que su eficiencia estuviese lejos de lo deseable. Pero el 46 percentil que registró ya suponía una mejora notable con respecto a su año rookie (de 0,85 a 1,08 puntos por posesión).
Su apariencia podrá dictar lo contrario, pero Sengün es un jugador potente en esa arrancada posterior a la pantalla. Y, recibiendo camino del aro, tiene calidad y músculo suficiente para castigar a la defensa desde el pase o atacando el aro. Por supuesto, sus mayores virtudes no están aquí. El turco es un superdotado técnico. Uno de esos pocos a los que el baloncesto moderno perdona para permitirle el juego de espaldas. Un arte en el que ya sólo sobreviven los mejores de los mejores. Su juego de pies e infinita visión de juego le permiten sobrevivir en tierra non grata.
Sin embargo, resulta igual de genial de cara al aro, donde utiliza el bote o el físico a conveniencia del defensor que tenga enfrente. Con él la sensación es que su explosión sólo es un tema de volumen. En el sindiós que ha sido Houston estos años, sólo 7,3 y 10 tiros han llegado a las manos de Sengün en sus dos primeras campañas. Hasta tres jugadores gozaron el anterior curso de mayor porcentaje de uso que él, superándole Jalen Green casi en un 7%. Por paradójico que pueda resultar habiendo incorporado a dos jugadores que suman cerca de 30 tiros por noche entre los dos, no habría mayor muestra de madurez en Houston que delegar en su pívot. Hasta que se demuestre lo contrario, el mejor jugador de este equipo.
Previa NBA 2023-24 Houston Rockets, el pronóstico
Elio Martínez, director de nbamaniacs, deja un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada en la previa NBA 2023-24.
A la espera de saber qué pasará con Portland y Lillard, solo hay un equipo en el Oeste al que le importe poco no entrar en play-in: los Spurs. En los otros trece equipos podemos hacer una diferencia entre los que iniciarán el curso pensando en tener aspiraciones al anillo; los que saben que deben estar en playoffs aunque sea solo por la calidad de sus jugadores; y los que van mas justos de personal pero tienen aspiraciones legítimas al play-in. ¿Serán los Rockets lo suficiente para luchar por la décima posición de conferencia durante toda la regular season? Me da que no, pero no por ello no los veo mejorando sustancialmente este año gracias a Udoka y los veteranos que han llegado al olor del dinero. Candidatos a 30-35 victorias moviéndose alrededor de la duodécima posición del Oeste.
Próximo equipo: Charlotte Hornets.
(Fotografía de portada de Tim Nwachukwu/Getty Images)