¿Qué es un buen jugador de ataque? La realidad es que hay muchas maneras de hacer puntos. Algunos dominan en la pintura, otros hacían –ya no se lleva– de la media distancia su modus operandi, también los hay que prefieren colocarse más allá de la línea de tres puntos para anotar, y por supuesto tenemos los que fuerzan muchas faltas para ir a la línea de tiros libres. Sin embargo, hoy no queremos hablar de especialistas o de chicos de posiciones concretas, sino de aquellos que a lo largo de una temporada han sido capaces de mostrar un altísimo rendimiento desde todas las partes de la cancha. Hoy hablamos de los jugadores que han logrado terminar un curso combinando al menos un 50% en tiros de campo, un 40% en triples y un 90% en tiros libres. Y ojo, no hay muchos.
Antes de entrar en materia debemos aclarar que la NBA exige unos mínimos para que las estadísticas logradas a lo largo de una campaña sean tenidas en cuenta para los récords. Así, para entrar en esta y otras clasificaciones han que anotar al menos 300 tiros de campo, 82 triples y 125 tiros libres. Ahora sí, empezamos con el club ’50-40-90′.
Bird abre el camino
Quién mejor para abrir fuego en este exclusivo grupo de jugadores. Con el triple implantado en la NBA desde 1979, Larry Bird poco tardó en demostrar que su muñeca no entendía de distancias con el aro. Lo demostró ganando los tres primeros concursos de triples del All-Star (1986, 87 y 88) y lo refrendó firmando dos temporadas consecutivas alcanzando el ’50-40-90′. En la primera de ellas, la 1986-87, este fantástico jugador del estado de Indiana se fue hasta el 52,5% en tiros de campo, el 40% en triples y el 91% en tiros libres. En la segunda, la 1987-88, hablamos de combinar un 52,7% con un 41,4% y un 91,6%. Esta última fue la mejor campaña de su carrera a nivel ofensivo al promediar 29,9 puntos por noche. Curiosamente en ninguna de las mencionadas se llevaría el MVP.
Como dato anecdótico, y aunque entrase en otra lista, cabe reseñar que en los playoffs del curso 1985-86 también superaría los mencionados parámetros con un 51,7% en tiros de campo, un 41,1% en triples y un 92,7% en tiros libres. Aquel año sería MVP de la temporada y MVP de las Finales llevándose el anillo. Números enormes para una de las más grandes leyendas del baloncesto.
Price y Miller, puros tiradores
Hora de hablar de dos enormes tiradores como han sido Mark Price y Reggie Miller. Siguiendo el orden en el que se inscribieron en el club, comenzamos con Price. Siendo elegido en el puesto 25 de la segunda ronda del draft de 1986, pocos podían pensar que se convertiría en toda una estrella de la NBA con los Cleveland Cavaliers. Pero así fue. Durante ocho campañas consecutivas superó los 16 puntos de promedio y en una de ellas, la 1988-89, se permitió el lujo de marcar unos porcentajes impresionantes: 52,6% en tiros de campo, 44,1% en triples y 90,1% en tiros libres. Gracias a su excelente lanzamiento sería All-Star en cinco oportunidades y ganaría el Concurso de Triples en 1993 y 1994.
Miller no se queda atrás. Con una carrera de 18 temporadas en los Indiana Pacers, este killer que también fue cinco veces All-Star destapó la mejor versión de su muñeca en la temporada 1993-94. En dicho curso lograría un 50,3% en tiros de campo, un 42,1% en triples y un 90,8% desde la línea de personal. En la mitad de las temporadas que disputó superaría ese 40 por ciento en triples.
Nash, rey en la materia
Llegamos al gran dominador de este club, al que podríamos llamar incluso el jefe entre los selectos que se encuentran en esta lista. Steve Nash no lo ha logrado una vez, ni dos, ni tres… En hasta cuatro ocasiones este genial base canadiense ha alcanzado el deseado y mítico ’50-40-90′. No vamos a dar el porcentaje de todas las temporadas, pero sí vamos a destacar la 2007-2008 por dos motivos. Para empezar fue el año que más triples lanzó con un total de 381, pero es que además coincide con el que más metió (179) para lograr un impresionante 47% desde más allá de la línea de tres puntos. Dicho porcentaje es el mejor de todos los que se encuentran en esta lista (el segundo es Stephen Curry con un 45-4%).
Dos veces MVP, ocho veces All-Star, tres veces en el mejor quinteto de la temporada. A la carrera de Steve Nash, uno de los jugadores que más ha hecho disfrutar a los aficionados de la NBA, solo le ha faltado el anillo.
Nowitzki pone el toque europeo
La leyenda de los Dallas Mavericks tampoco falta a la cita. Dirk Nowitzki fue durante muchísimos años uno de los mejores jugadores de la NBA y, además, un adelantado a su tiempo. Jugadores grandes que tenían buena mano ya habían existido antes, pero él llevó tal característica a otra dimensión. Con 2,16 metros de altura su agilidad y capacidad para anotar desde cualquier sitio y bajo cualquier circunstancia lo convirtieron en un jugador imparable que acumularía 12 temporadas consecutivas superando los 20 puntos de promedio. En una de esas, exactamente en la 2006-07, se apuntaría al club ’50-40-90′ al firmar un 50,2% en tiros de campo, un 41,6% en triples y un 90,4% en tiros libres. Sí, es solo un detalle en la inmensa carrera del alemán, un MVP de la Liga y de las Finales que es sin duda el mejor jugador de la historia de los Mavs.
El Durant de OKC
Sobra decir el impresionante jugador que es Kevin Durant. Si con Nowitzki hablábamos de un adelantado, con KD lo hacemos directamente de una evolución genética. Alto, rapidísimo, atlético, con un tiro infalible… Durant es simplemente una pesadilla para las defensas desde que llegó a la NBA en 2007 –aún en Seattle–. Sobrándole puntos y capacidad anotadora, su mayor eficiencia en el lanzamiento llegaría en la campaña 2012-13, en la cual dejó para el recuerdo un 51% en tiros de campo, un 41,6% en triples y un 90,5% en tiros libres. La realidad es que para él es habitual vivir en tales guarismos. En otras dos ocasiones ha superado en 50% y el 40% en las dos primeras categorías (2014-15 y 2017-18) pero en ambas ocasiones se quedó rozando el 90% desde la personal.
Con dos anillos y dos premios MVP de las Finales logrados con Golden State Warriors, está por ver si logra recuperarse completamente de la rotura del tendón de Aquiles que sufrió en las Finales de 2019. Ojalá sea así para poder seguir disfrutando de su inmenso talento.
Curry también se apunta
¡Faltaría más! Si en la actualidad hablamos del mejor tirador de la NBA Stephen Curry no puede faltar en la discusión; es más, si extrapolamos el tema a todos los tiempos, también estará allí. Con esa seguridad no extraña que en la campaña 2015-16 fuese capaz de unirse a este grupo de jugadores con un 50,4% en tiros de campo, un 45,4% en triples y un 90,8% en tiros libres. Y si por esto no sorprende, no hace falta más que fijarse en el hecho de que lo consiguiese lanzando 886 triples; es decir, más del doble que cualquiera de los otros integrantes de este club. Es un volumen de lanzamiento simplemente increíble.
La realidad es que para Curry moverse en esos porcentajes lanzando muchísimos triples no es novedad o anécdota en su carrera. Para ser exactos, y obviando este curso 2019-20 en el que solo ha disputado cinco encuentros, en todos los anteriores –repetimos, en todos– ha superado siempre el 41,1% más allá de la línea de tres puntos. Un excelente rendimiento para un dos veces MVP y tres veces ganador de la NBA.
Brogdon, el último en sumarse
Un jugador completo y capaz de hacer casi todo bien desde el backcourt cierra esta lista. Malcolm Brogdon es uno de esos jugadores que nadie espera y que de pronto emergen como una pieza más que importante en la salvaje NBA. Elegido en el puesto 36 del draft de 2016, Brogdon sorprendió a todos por su seguridad y rendimiento sobre la cancha, el cual le sirvió para ser elegido Novato del Año del curso 2016-17. No le pesó el galardón. A la siguiente campaña mejoró y aún dio un paso más de cara a la temporada pasada, en la cual se coló entre estas leyendas de la competición norteamericana al firmar un 50,5% en tiros de campo, un 42,6% en triples y un 92,8% en tiros libres. Siendo ahora miembro de los Indiana Pacers, está a tiempo de repetir tal hazaña.
Delle Donne, único caso en la WNBA
Elena Delle Donne hizo historia el pasado mes de septiembre de 2019. La jugadora de las Washington Mystics certificó ante las Chicago Sky su entrada en el club ’50-40-90′ siendo la primera en conseguirlo. Fue una noche de 25 puntos, pero sobre todo una en el que cerró el círculo para cerrar la regular season de la WNBA con un 51,5% en tiros de campo, un 42,6% en triples y un 97,4% en tiros libres (récord absoluto para una jugadora que haya hecho al menos 100 intentos). Hablamos de toda una leyenda del baloncesto con dos MVP, un anillo y hasta seis presencias en el All-Star.
(Fotografía de Mark Lyons /Allsp)