Ganadores y perdedores del traspaso por Damian Lillard

El principal culebrón del verano echó el cierre de forma oficial este miércoles, cuando los Portland Trail Blazers cerraron el traspaso de Damian Lillard a los Milwaukee Bucks en un acuerdo entre tres equipos que también involucró a los Phoenix Suns.

A cambio de Lillard, la franquicia de Oregon recibió a Deandre Ayton, Jrue Holiday, Toumani Camara, el pick de primera ronda de 2029 de Milwaukee y dos swap picks correspondientes a 2028 y 2030, también procedentes de Wisconsin. Por su parte, a los Suns llegan Jusuf Nurkic, Nassir Little, Keon Johnson y Grayson Allen.

Esta operación resultó relativamente inesperada después de que Lillard reiterara su deseo de jugar para los Miami Heat, quienes finalmente se quedan con la miel en los labios. Superada la ‘fiebre’ y reacciones ‘en caliente’ de los primeros momentos, trataremos de analizar esta operación desde todas las perspectivas.

Ganador: Milwaukee Bucks y Giannis Antetokounmpo

Hace tres años, Giannis Antetokounmpo ejerció la presión suficiente a la gerencia de los Milwaukee Bucks como para que esta enviara tres primeras rondas, dos swap y dos jugadores rumbo a New Orleans a cambio de Jrue Holiday. Apenas un mes más tarde, la gran estrella del equipo firmó una extensión súper máxima por cinco años y los de Wisconsin conquistaron el anillo.

Un relato que se ha repetido este mismo mes. El dos veces MVP de la temporada vuelve a estar inmerso en conversaciones sobre su extensión, para lo que ha optado por la misma táctica: «Soy un Buck, pero lo más importante es que soy un ganador» aseguró en su paso por el podcast 48 minutos. «Tengo que hacer lo que sea que me lleve a ganar. Así que si hay una situación en la que tenga más opciones de ganar el trofeo Larry O’Brien, tengo que elegir esa mejor situación».

Los Bucks captaron rápidamente el mensaje y apenas dos semanas después han cerrado el traspaso bomba del verano. Y lo han logrado sin desprenderse de demasiadas piezas: un Jrue Holiday cuestionado por su papel en playoffs a pesar de su tremendo papel en temporada regular, Grayson Allen, la primera ronda de 2029 y los swaps de 2028 y 2030. Un precio más que asumible por retener a su máxima estrella y asegurar la condición de contender al menos dos o tres años más. Después del varapalo sufrido en primera ronda ante Miami, un movimiento de este calibre supone un tremendo golpe, deportivo y moral.

Ganador: Damian Lillard

No se puede quejar nuestro amigo Lillard de su destino a pesar de que este finalmente no sean las cálidas tierras de South Beach. De hecho, se apresuró a compartir en sus redes sociales su entusiasmo con la nueva etapa deportiva que se le abre en el horizonte. Y no es para menos.

Si lo que desea es competir, pocos equipos se nos vienen a la cabeza mejores que los Bucks de Giannis Antetokounmpo, el mejor jugador con el que Lillard haya jugado jamás en la NBA. Además, el de Oakland estará rodeado de un equipo muy físico y defensivo que le permitirá maniobrar con mayor libertad sin que queden al descubierto sus carencias. Un aspecto, la defensa, que ha sido durante el último lustro el talón de Aquiles de los Blazers.

En definitiva, Lillard nunca estuvo tan bien acompañado como lo estará a partir de ahora, tanto a nivel colectivo como de nombres estelares. Si desea un anillo, Milwaukee es una de las mejores sedes para lograrlo.

Ganador: Deandre Ayton

A veces un cambio de aires es el mejor de los remedios para reconducir una carrera y Deandre Ayton se sitúa como el principal candidato para beneficiarse del nuevo escenario en el que aterriza. El pívot tuvo sus más y sus menos con el ya ex entrenador de los Suns, Monty Williams, en un enfrentamiento cuyas ramificaciones se extendieron hacia toda la organización, la cual no estaba muy contenta con su actitud y compromiso.

Aun así, los de Arizona decidieron igualar la oferta de los Indiana Pacers en verano de 2022, prolongando una relación que, a todas vistas, estaba herida de muerte. Evidentemente, la situación no se recompuso, los Suns se fueron para casa en Semifinales de Conferencia y el verano resultó movidito con la marcha de Monty Williams y el traspaso por Bradley Beal que sacó de la ecuación a Chris Paul.

Ahora, Ayton tendrá la oportunidad de explorar todo su potencial como eje interior de la inminente reconstrucción de los Blazers. Y lo hará alejado de la presión que supone estar en un equipo candidato al anillo que no estaba satisfecho con su rendimiento. Hay que recordar que el pívot bahameño todavía tiene 25 años, por lo que le queda mucho baloncesto por delante.

Ganador: Portland Trail Blazers

Deshacerte del que ha sido tu buque insignia durante diez años resulta tan doloroso como necesario, teniendo en cuenta que el proyecto ya había tocado techo hace años y el reciente historial de lesiones del jugador. Al menos, Joe Cronin lo ha hecho a un buen precio y con unas ramificaciones igual de notables.

En primer lugar, incorporan a un Ayton todavía joven y con muchísimo margen de mejora. Por otro lado, se desprende del problema en el que se había convertido Jusuf Nurkic y el aparatoso contrato de Lillard. Además, han recibido capital del draft y a un Jrue Holiday que puede transformarse en nuevos activos si se le da salida.

No sé si es el mejor desenlace posible, pero sí más favorable de lo que se había filtrado en un primer momento respecto a las ofertas de otras franquicias.

Perdedor: Pat Riley y los Miami Heat

Por segunda temporada consecutiva vemos cómo uno de los grandes mercados de la NBA termina llevándose un ‘palmo de narices’. Ya sea por exceso de confianza, especulación comercial o, simplemente, ausencia de una oferta competente, los Heat no han logrado un traspaso que más de media liga daba por hecho. Y si bien el año pasado Donovan Mitchell nunca compartió expresamente su deseo de jugar para los Knicks, Damian Lillard no tuvo reparo alguno en compartir su ‘amor’ por South Beach, lo que sacó de la ecuación a muchas franquicias temerosas de pujar por una estrella veterana y descontenta.

Lo cierto es que los Heat operaron durante la temporada baja como si Dame ya estuviera en la plantilla. Permitieron la salida a la agencia libre de Gabe Vincent y Max Strus, dos de sus titulares en las pasadas Finales de la NBA. Paralelamente, dejaron abiertos varios huecos en plantilla para añadir un par de veteranos. Y Tyler Herro, quien se situó como la pieza central de una hipotética operación, podría estar ahora un pelín molesto.

Jimmy Butler lleva desde 2020 plenamente convencido de que Pat Riley traerá esa estrella determinante capaz de conquistar un anillo que se ha resistido en hasta dos ocasiones. Un mérito tremendo teniendo en cuenta que los Heat no partían como favoritos en ambos playoffs. Ahora se encuentran con que se les ha escapado Lillard y que la posibilidad de Giannis Antetokounmpo, al que ya ponían como gran objetivo para 2024, se desvanece. Todo ello dentro de una Conferencia Este que ha subido un par de peldaños competitivos en los últimos años.

Perdedor: otros aspirantes del Este

Pero no son únicamente los Miami Heat quienes han recibido esta noticia como una sonora cachetada. Tampoco fue un buen día para Boston Celtics, Philadelphia 76ers, Cleveland Cavaliers, New York Knicks o cualquier otro equipo del Este que pretenda colocarse la etiqueta de candidato al anillo.

La adquisición de Lillard convierte a los Bucks en un equipo absolutamente aterrador. Si ya era una pesadilla defender a Giannis Antetokounmpo, ahora también tendrán que estar atentos a la verticalidad y el rango de tiro del base. Obviamente, hablamos sobre el papel y recaerá sobre el recién firmado Adrian Griffin la responsabilidad de hacer encajar todas las piezas, pero es evidente que Milwaukee ha dado al resto de la NBA un gran golpe anímico y moral a menos de una semana del ‘training camp’.

Perdedor: Jrue Holiday

¿Qué le estará pasando por la cabeza ahora mismo? Apenas 24 horas después de compartir públicamente su deseo de extender su contrato con los Bucks y retirarse en Milwaukee, la gerencia lo ha empaquetado rumbo a unos Blazers en reconstrucción, por lo que podría hacer nuevamente las maletas más pronto que tarde.

Al menos su futuro está asegurado, pues le restan por cobrar 72 millones de dólares durante las próximas dos temporadas. Además, no hay que olvidar que cerró el pasado curso como All-Star y componente del All-Defensive Team, por lo que no tendrá problema alguno en ser importante allá donde vaya. ¿A un equipo en el que siga luchando por el anillo? Posiblemente, aunque tampoco hay que descartar opciones como Orlando o Minnesota.

Indeciso: Phoenix Suns

Si lees cualquier análisis publicado en las últimas 24 horas sobre el traspaso verás que ningún medio se pone de acuerdo: verás aquellos que sitúan como ganador a los Suns, otros como claros perdedores y a un tercer grupo, tan cauto como confundido, que se posiciona en un punto intermedio. Una vertiente a la que me uno.

Si bien es cierto que Jusuf Nurkic no es mejor jugador que Deandre Ayton, desprenderse de este último supone un alivio interno debido a la mala relación que existía entre organización y jugador. Y aunque las últimas lesiones han lastrado su rendimiento, Nurkic es mejor defensor que Ayton, aunque solo sea por actitud y ganas. Por otro lado, a los de Arizona se les criticaba su falta de profundidad, lo que han corregido con la llegada de Grayson Allen, Nassir Little y Keon Johnson, si bien los dos últimos son una incógnita.

Ahora bien, el techo competitivo del equipo lo seguirán estableciendo entre Kevin Durant, Devin Booker y Bradley Beal. Su juego interior causa dudas y hay varias piezas del equipo con un historial reciente de lesiones que hará temblar a más de uno ante el mínimo problema físico. La apuesta desde Phoenix es igual de arriesgada que hace 48 horas.

(Fotografía de portada de Alex Goodlett/Getty Images)


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