Estados Unidos vivió ayer el que es hasta ahora su partido más duro del Mundial 2023. Montenegro logró llevar el choque a un ritmo lento en el que los NBA no se sintieron cómodos en ningún momento; tanto es así que llegaron al descanso por detrás en el marcador. Sin embargo, supieron levantarse para terminar venciendo por 85-73 bajo el liderazgo de Anthony Edwards, quien firmó sus 17 puntos en la segunda mitad del encuentro. La estrella de Minnesota recibió múltiples elogios por ello, pero dejó claro que no le interesaban.
«Es un deporte de equipo. Si quisiera golpearme el pecho o hacer cosas por el estilo, jugaría al golf, al tenis o haría natación como Michael Phelps. Me dedicaría a algún tipo de deporte individual. La realidad es que se necesitan cinco muchachos para ganar un partido de baloncesto», sentencia.
Más allá del rendimiento de unos u otros jugadores, la realidad es que se está viendo un Team USA realmente serio en la cita mundialista. No está siendo ese equipo que parecía en otras ocasiones centrado en los hightlights, sino un grupo de chicos que siguiendo las directrices de Steve Kerr tiene un solo objetivo: ganar el Mundial.
El entrenador de Estados Unidos (y de los Warriors) también analizó lo vivido ante la selección balcánica. Kerr entiende que el plan del rival podría ser repetido por otros, pero de igual modo cree que tienen armas suficientes para contrarrestarlo.
«Entendemos que los equipos intentarán ser físicos y ralentizar el juego. Montenegro hizo un buen trabajo en ese aspecto, pero desde nuestro punto de vista sentimos que en un partido de 40 minutos podemos desgastar al contrincante si nos mantenemos sólidos», sentencia.
(Fotografía de Yong Teck Lim/Getty Images)