Demasiado baloncesto en vena para estar sin equipo. Portland Trail Blazers se ha percatado de ello y ha optado por sumar a la causa a Rondae Hollis-Jefferson para dar aún más empaque a su ya de por sí largo banquillo. Así lo contaba Shams Charania ayer para The Athletic, aunque el fichaje aún no es oficial.
La falta de mid y long range ha sido el obstáculo que más se ha interpuesto entre Rondae y la estabilidad, ya que a nivel de recursos en el juego dentro de la botella siempre ha ido bien abastecido.
Hollis-Jefferson tuvo a los Timberwolves como su última franquicia, bajo un contrato en el training camp, pero fue cortado sorpresivamente antes del inicio de la temporada el pasado 19 de diciembre. Antes de eso había jugado una temporada para los Toronto Raptors (la posterior al anillo) y otras cuatro para los Brooklyn Nets.
Alternativas en la pintura
¿Por qué se han fijado en él desde Oregón? La principal causa que se baraja es la de blindar el juego interior, ante la baja de Zach Collins y la fragilidad de Jusuf Nurkic. Por precaución no será, desde luego, ya que los Blazers ya habían firmado previamente a Harry Giles III, el cuál tuvo ayer mismo un buen rendimiento con 12 puntos y 3 de 3 en triples.
La versatilidad defensiva de Rondae (superior a la de Giles y desde luego a la de Kanter) en alienaciones pequeñas podría abrirle las puertas de la rotación y de los minutos si finalmente se confirma la operación, en un rol similar al que cumpliera Al-Farouq Aminu unos años atrás.
(Fotografía de portada de Hannah Foslien/Getty Images)