La mala suerte de Zach Collins parece no tener fin. La pasada regular season solo pudo disputar 11 partidos por una lesión en el hombro izquierdo. Ya recuperado, en la burbuja de Orlando se lastimó el tobillo izquierdo, lo que le apartó de la disputa de los playoffs. Ahí parecía quedar todo; es más, Portland Trail Blazers esperaba contar con su pívot a partir de finales de enero. No va a poder ser. Según ha anunciado Shams Charania de The Athletic, Collins ha sufrido una fractura por estrés justo en su tobillo izquierdo, dolencia que le ha obligado a pasar por el quirófano y que lo convierte en baja indefinida.
Si hay un momento malo para sufrir una lesión de gravedad, es este. Collins, número 10 del draft de 2017, no ha firmado una extensión con la franquicia de Oregon en el reciente mercado, por lo que será agente libre restringido en verano de 2021. Su futuro en la NBA, sobre todo tras un aciago curso 2019-20, dependía en gran media de su desempeño en el presente. Ahora, sin saber siquiera en qué momento estará listo para volver a las pistas, todo se nubla para este trabajador jugador interior.
Volviendo a la anterior campaña, lo cierto es que Collins se mostró como una pieza esencial en la rotación de Terry Sttots. Para ser exactos promedió 26,4 minutos en pista en los 11 encuentros que pudo jugar. En dicho tiempo sobre el parqué firmó 7 puntos, 6,3 rebotes y 1,5 asistencias por noche.
A diferencia del contexto de la anterior campaña, ahora los Blazers tienen bien cubierta la posición de pívot. Jusuf Nurkic, quien ya estuvo en Disney World, está promediando 11,7 puntos, 8,7 rebotes y 4 asisentencias. Enes Kanter, recién llegado al equipo, está aportando 12 puntos y 10,3 rebotes en 22 minutos desde el banquillo. Los de Oregon sufre una baja importante, pero al menos tienen jugadores de buen nivel en dicho puesto.
(Fotografía de Kevin C. Cox/Getty Images)