¿Sabéis qué tienen en común Nikola Jokic, Draymond Green, DeAndre Jordan, Marc Gasol y Gilbert Arenas?
Sí, que todos son unos tipos muy altos. Pero además de eso, comparten un trayecto similar, un segmento anómalo, uniendo los dos extremos de una misma efemérides: todos fueron seleccionados en la segunda ronda del draft de la NBA, y a pesar de eso han logrado ser incluidos, al menos una vez, en un All-NBA Team.
El talento extraído entre los picks 30º y 60º es una realidad que, aunque se intenta evitar, se asume como parte del guión de cada noche del draft, así como un coste de oportunidad que tiende a tratarse con exceso de ligereza, ya que son pocos los palos que les caen a los GM y su cuerpo de ojeadores cuando algún chaval da la campanada y termina convirtiéndose en una auténtica estrella tras ser elegido tan abajo.
Más bien lo que hacemos es aplaudir a la gerencia que tuvo la audacia (o la gran chiripa) de arriesgar por él, aunque dudo que ‘arriesgar’ sea el adjetivo idóneo para estas ocasiones.
Estamos, a la postre, ante una serie de jugadores que se desarrollan muy por encima de lo esperado, incluso en el seno de las franquicias que gastaron en ellos una de sus balas de segunda ronda (como fue el caso de Draymond Green, a quien los Warriors seleccionaron con su pick 35º, el tercero de los cuatro que disponían para aquel Draft de 2012 y en el que antes se habían lanzado a por Harrison Barnes (7º) y Festus Ezeli (30º), considerándolos mejores prospects que el ala-pívot de los Spartans).
Secundarios (y segundones) de lujo
Por supuesto no es necesario que los susodichos hayan alcanzado la categoría de All-Star para empezar a usar ese término que tanto nos gusta: robo.
Porque sí, hoy venimos a este post a hablar de robos. No a los del tipo de robos de la foto de portada, ¡claro que no!… De hecho esperamos que nada de eso suceda hoy en el Barclays Center y nadie termine sintiéndose estafado en la zona de alta de la tabla.
Robos, entendido, justo a la inversa. Potencial por desenmascarar y talento inadvertido. A eso nos referimos.
No obstante no todo va de blancos o negros. De estrellas o estrellados. Antes del máximo escalafón nos encontramos con una mar de grises donde ubicar a todos esos jugadores de segunda ronda que no han sido All-Star pero sí se han afianzado en la Liga como estupendos titulares o sólidos jugadores de rotación: sólo por nombrar algunos de los escogidos desde el Draft 2016 en adelante, tenemos a Ivica Zubac, Georges Niang, Dillon Brooks, Monte Morris, Wesley Iwundu, Jalen Brunson, Devonte’ Graham, Mitchell Robinson,Gary Trent Jr., Hamidou Diallo, Bruce Brown Jr., Nicolas Claxton, Daniel Gafford, Talen Horton-Tucker, Xavier Tillman o Herbert Jones como caso más reciente. Todos notables jugadores que no se corresponden con su pick del draft.
Capítulo aparte merece el caso de Malcolm Brogdon (pick 36º del Draft 2016), jugador que (aún) no ha disputado ningún All-Star debido a la fiera competencia que hay en el puesto de base pero que sí fue galardonado, nada menos, que con el premio al Rookie del Año por encima de Brandon Ingram, Jaylen Brown, Domantas Sabonis, Jamal Murray, Pascal Siakam o un Ben Simmons que no pudo debutar hasta el año siguiente (y se llevó el ROY en 2017).
Segundas rondas del Draft que han sido All-Star o All-NBA
Año del Draft | Ha sido (sólo) All-Star | Elegido para un All-NBA Team |
---|---|---|
2000 | Michael Redd (43º) | |
2001 | Mehmet Okur (38º) | Gilbert Arenas (31º) |
2002 | Carlos Boozer (35º) | |
2003 | Mo Williams (47º), Kyle Korver (51º) | |
2004 | – | – |
2005 | – | – |
2006 | Paul Millsap (47º) | |
2007 | Marc Gasol (48º) | |
2008 | Goran Dragić (45º) | DeAndre Jordan (35º) |
2009 | – | – |
2010 | – | – |
2011 | Isaiah Thomas (60º) | |
2012 | Khris Middleton (39º) | Draymond Green (35º) |
2014 | Nikola Jokić (41º) | |
2016 | Fred VanVleet (undrafted) |
También es cierto que para ser considerado robo no hace falta bajar hasta la segunda ronda. Ni siquiera a los puestos últimos de la primera. Hay quienes, sólo por tener un impacto muy superior que otros jugadores escogidos antes, ya se les tatúa con esas letras.
Ahí tenemos a Steph Curry, un pick 7º que, visto en perspectiva, hay quienes lo tildan de robo por haberse visto a rebufo de Jonny Flynn, Ricky Rubio y Hasheem Thabeet, aunque por delante también tuviera dos bestias como Blake Griffin y James Harden (que pedazo de draft aquel de 2009, por favor).
Asimismo, yéndonos al extremo, Michael Jordan y Luka Doncic (picks 3º) son también catalogados como robos sólo por no haber sido números 1 de su año, aunque uno tuviera delante a Hakeem Olajuwon y otro a DeAndre Ayton, también grandes activos. Nosotros aquí no vamos a apurar tanto, en parte porque entonces el post se haría eterno y también porque hay escenarios en los que sólo se puede encharcar uno vistiendo el traje de Capitán a Posteriori.
Tras consultar múltiples portales, canales de expertos y realizar yo mis propias averiguaciones tragando mucho vídeo de scout, me sale una lista de veinte posibles ‘robos’ del draft. Demasiados, y eso que no he incluido todos aquellos que se proyectan como lottery picks, es decir, entre los puestos y uno y catorce.
Intentaré ser breve con cada jugador. Cortita y al pie, al menos para que tengáis sus nombres y ya los investigueis más a fondo si os apetece. Para establecer un orden de progresión seguiré el mock draft de Tantakhon (puede haber cierta disparidad con otros mock draft, como el de Nbadraftroom).
Posibles robos del Draft NBA 2022
Ochai Agbaji (17º): considerado por muchos como el mejor jugador del equipo campeón de la NCAA, los Kansas Jayhawks. Agbaji es un gran tirador de tres tanto en efectividad (40,7%) como en volumen (6,5 intentos por partido), además de contar con una envergadura y un salto vertical privilegiado. ¿Por qué entonces cae tanto? Es un senior, un jugador de cuarto año en la universidad. Y ya sabemos la bajona que esto supone en los círculos de ojeadores y lo mucho que gustan en la NBA los freshman para poder estirar el chicle (el del potencial, el de la longevidad, el de los récords de precocidad…) todo lo posible hasta casi romperlo.
Malaki Branham (18º): compañero de equipo de E.J. Liddell, prospect que veremos justo a continuación, para darle salsa al perímetro de Buckeyes de Ohio State. Viene de ser uno de los mejores en el pick and roll y cumple como un buen lanzador con los pies firmes (44%). También se le ven cositas en defensa y apunta a desarrollarse como un escolta muy fiable en ambos lados de la cancha.
Él mismo se ve como una suerte de Desmond Bane, otro gran tirador que también cerró todo el ciclo universitario y cayó hasta el puesto 30º del draft. «Me gusta mucho Desmond Bane. Es alguien que diría que es similar a mí en cuanto al estilo de juego. Ambos somos atléticos, fuertes y también podemos defender y hacer jugadas desde el rebote».
E.J. Liddell (21º): ala-pívot de tercer año que ha promediado 19,4 puntos, 7,9 rebotes, 2,5 tapones y 2,6 asistencias en los los Buckeyes junto a Branham. Un jugador algo penalizado por su estatura (2,01) pero que, en una NBA cada vez más aposicional y tendente al small ball, esto puede verse como un asunto menor. Su fuerte está en su juego en transición y en su letal mid-range, además de no haber parado de mejorar año tras año en su versión two-way. ¿Seguís sin tener claro qué clase de jugador es E.J. Liddell? Pues pensad en Grant Williams pero con un techo, a priori, muy superior.
Nikola Jovic: (23º): le cambias una letra y lo haces doble MVP. Pero no es el caso, y por ahora debe conformarse con aspirante a robo. Perla de la cantera FIBA, este londinense de raíces balcánicas destaca a primera vista por lo contrario que Liddell: es un alero de 2,08, es decir, enorme para su posición pero con gran movilidad para desempeñarse como ‘3’. Fue escogido en el Quinteto Ideal del Mundial U19 del 2021, y su fiabilidad desde el triple en el catch and shot es su carta de presentación.
MarJon Beauchamp (24º): esto es Beuchamp; energía, defensa y más energía. Lo hemos visto en la G League Ignite. Lo dará todo por tí y se dejará la piel y las piernas en el intento. Otro físico despampanante, anotador versátil y gran finalizador en transición y muy móvil off-ball en acciones de corte a canasta y puerta atrás.
Jake LaRavia (25º): alero duro, tenaz, y prototipo ideal de 3&D. El pack completo a los 21 años ya que anota, pasa, rebotea, tapona y roba balones. No deja un solo casillero del boxscore sin firmar.
Kennedy Chandler (26º): primer y casi único point guard puro y prometedor de la promoción 2022 y por eso hay que incluirlo en esta lista. Eléctrico y peligroso ante defensas descolocadas, así como efectivo repartiendo juego y ejecutando el pick and roll una vez estas han cubierto espacios y la posesión se ha ralentizado. Ha terminado su año freshman en plena forma, lanzando muy bien desde el triple, y pese a su escasez de centímetros (1,83), no es un lacra total en defensa, donde compensa con su gran determinación y colocación.
Jaden Hardy (27º): otro espécimen de la G League Ignite. Ha ido cayendo en el draft en las últimas semanas tras llegar a copar puestos cerca del podium hace solo unos pocos meses. Un tremendo creador de lanzamientos que ha tenido en su (falta de) consistencia y (mala) selección de tiros las principales razones que le ha hecho perder jerarquía en los mocks.
Wendell Moore (28º): no importa cuantos aleros 3&D tengas en tu plantilla. Siempre quieres uno más. Y Wendell Moore, un ‘3’ regular que de ser una criptomoneda se mantenía firme incluso en medio del desplome actual, es una de las mejores aportaciones que puede ofrecer Duke en este 2022. En su tercer año ha mejorado en todo y su muñeca es un filón independientemente de la distancia. Vale la pena holdear por él.
Christian Braun (32º): otro elemento clave en el título de Kansas en la NCAA. El pegamento del equipo en defensa y cumplidor en ataque, no pudiendo pasar por alto su cotizado poder reboteador (6,8). Este forward de 21 años no es un proyecto a largo plazo; está preparado para rendir desde ya.
Patrick Baldwin Jr. (33º): otro top-10 overall recruit en verano de 2021 que ha ido cediendo escalones pero que no por ello deja de ser uno de los prospects más intrigantes de los que veremos mañana en el Barclays.
Viene de la AUU (Amateur Athletic Union) y luego de rechazar una beca ofrecida por el mismo Coach K para jugar en Duke, decantándose por la menos reputada Horizon League de la Division I, donde su padre ejerce como entrenador de los Milwaukee Panthers. A esto, que no parecía beneficiarle en primera instancia, se unía otro severo golpe en forma de COVID primero y lesión en el tobillo después, lo que hizo perdernos gran parte del espectáculo anotador que, confiemos, sí vuelva a darnos Baldwin Jr. con los colores del equipo que decida apostar por su fenomenal nervio en la NBA.
David Roddy (35º): de los jugadores más divertidos de ver sólo por su aspecto de leñador en tirantes salido de lo más profundo de las montañas de Minnesota. Pero no os dejéis engañar por esa fisionomía de linebacker de la NFL, ya que Roddy tiene mucho que ofrecer en la orilla ofensiva de su equipo gracias a su espectacular abanico técnico.
Su condición de tweener es lo que le mata, pero… lo mismo ocurría con Draymond Green. ¿Sabéis qué? No diré más de Roddy porque en este vídeo de Double Dribble tenéis todo lo que necesitáis saber de él. Disfrutadlo.
Ryan Rollins (41º): el quinto máximo anotador de este draft. Un jugador de perímetro que igual te sirve para anotar puntos de manera rápida que para repartir algo de juego. Agitador desde el banquillo con alma de Aaron Brooks.
Christian Koloko (43º): Jugador Defensivo del Año en la PAC-12. Está todo dicho. Tu rim protector favorito de la promoción 2022.
Josh Minott (44º): el perfil aposicional por excelencia. En el buen sentido sobre todo. Minott puede sacarte de un apuro si tienes una laguna para cubrir en el quinteto en un momento determinado: “Realmente no me siento encorsetado para nada en la cancha» dijo hace unas semanas en el Draft Combine de la NBA. «Me siento cómodo marcando jugadores de todas las formas y tamaños. Y ofensivamente soy un creador, y lo hago con y sin balón. Soy alguien que es perfectamente capaz de hacer esas cosas que no aparecen en la hoja de estadísticas». Desde luego, el chico sabe venderse.
Jaylin Williams (46º): un ‘4-5’ muy inteligente y con soberbio IQ en pista que rinde en casi cualquier situación en el interior de la botella, que hace acelerar el balón cuando pasa por sus manos y que, por si fuera poco, está desarrollando un más que interesante tiro de 3-4 metros.
Jean Montero (47º): viene de la probeta del Overtime Elite. Así que aquí le cedo todo el testigo a David para que os hable más de él.
Hugo Besson (50º): combo guard francés que apostó por los Breakers de Nueva Zelanda para precipitar su andadura profesional. Lo mejor que podemos decir es que puede anotar. En su atillo no faltan los puntos, especialmente desde la curva de tres, y eso, si logra hacerlo con consistencia en la mejor liga del mundo, siempre es una puerta abierta a los minutos.
Jabari Walker (59º): … hace dos días ni aparecía en la lista de Tankathon. ¿Podríamos estar ante el gran undrafted de 2022?
(Fotografía de portada de Mike Stobe/Getty Images)