Resta todavía más de mes y medio para el comienzo de la temporada 2023-24, pero hay varios entrenadores que han empezado a sentir la presión de la soga alrededor de su cuello. El no cumplir con las expectativas generadas el pasado curso o la potencial necesidad de un importante cambio de rumbo en el proyecto situará en el punto de mira a técnicos como Jason Kidd, Chauncey Billups, Billy Donovan o Chris Finch desde el primer día del ‘training camp’.
Hay otro ‘head coach’ cuyo trabajo también será minuciosamente vigilado, aunque por otros motivos. Wes Unseld Jr. comenzará su tercera temporada al frente de unos Washington Wizards insulsos que llevan un lustro en tierra de nadie: no son los suficientemente bueno como para competir por los playoffs ni tan malos como para aspirar a uno de los tres primeros picks del draft. Ahora, además, la salida de Bradley Beal abre una nueva etapa en la franquicia que ha ido acompañada de importantes cambios estructurales en las oficinas principales.
En su caso, Unseld ha calcado récord y posición en sus dos campañas en la capital estadounidense: 35 victorias, a cinco de los puestos de acceso al play-in, y una decepcionante 12ª posición en la Conferencia Este. Michael Winger, nombrado presidente de operaciones de los Wizards el pasado mes de mayo, no ha insinuado de forma directa que el puesto de Unseld esté en peligro, pero ya avisó de importantes cambios nada más aterrizar en la organización. «No me gustaría llegar a una organización ya hecha. Eso no es muy emocionante. Va a ser una cuestión de establecer una cultura y crear una identidad a la que podamos aferrarnos y continuar durante la próxima media década. A veces, el cambio por cambiar acelera el progreso», declaró entonces.