Los Lakers se ven con opciones de ganar el anillo 2023-24 y en esa línea están trabajando. Alejados de otras campañas en las que las dudas iniciales invitaban a ir un poco al día, ahora creen tener lo necesario en plantilla para ser un aspirante más, algo que entienden quedó demostrado con el final de la temporada pasada, en la cual se acabaron plantando en las finales de la Conferencia Oeste.
Bajo esa premisa, no quieren dejar lo más mínimo al azar, sobre todo si se trata de la salud de sus estrellas. La campaña anterior vimos a un espectacular LeBron James, pero acabó jugando muy mermado por una lesión. El Rey ha explicado ahora que «prácticamente se desgarró todo el tendón», una dolencia importante que por suerte ya ha sanado. La cuestión es que ahora quieren evitar a toda costa que algo así se repita, por lo que el jugador de 39 años empezará con el freno de mano echado.
«Hay seis partidos de pretemporada, así que espero poder llegar al menos a la mitad de ellos. Pero ya veremos. Creo que cada partido dictará qué hacer. No jugaré el partido del sábado, eso seguro, en la Bahía. Pero ya veremos después de eso», comenta tras el último entrenamiento del equipo.
En los Lakers no hay dudas sobre el estado físico de LeBron. Su propio entrenador, Darvin Ham, así lo corrobora. «Sin lugar a dudas ha recuperado su energía y está cien por cien sano. Se ve bien. Parece un LeBron de tercer o cuarto año», analiza.
Tener a El Rey en plenitud física en la que será su 21ª temporada en la NBA es una excelente noticia; y justo por ello, porque quieren que tenga esa misma sensación de frescura cuando llegue la hora de la verdad con los playoffs, este año le han pedido que la calma sea la que domine en los primeros compases del curso.
«Simplemente tenemos que relajarnos. El hecho de que nuestro plantel sea el que es, hace que él no tenga que comenzar la temporada con su capa puesta, por así decirlo… La ayuda que tiene a su alrededor le permitirá no tener que estar a toda velocidad en cada entrenamiento y en cada partido de pretemporada», sentencia Ham.
Una medida extensible
LeBron ya ha comenzado en otras ocasiones sin apretar demasiado en el training camp. Sin ir más lejos, en la campaña 2021-22 jugó tres partidos y en la 2022-23 fueron cuatro. Sí, El Rey últimamente siempre se ha tomado esa etapa con cierta tranquilidad. La diferencia es que en esta ocasión en el equipo quieren que eso se extienda a los partidos oficiales. No hablamos de descansos –la NBA ya lo ha regulado–, sino de dejar que otros asuman el peso del juego durante más momentos. Ya contamos que LeBron ha pasado el testigo a Anthony Davis; pues ahora le toca también entender que el momento de asumir golpes y riesgos llegará más adelante. En cualquier caso, un LeBron con el freno de mano echado ya es un enorme jugador.
(Fotografía de Ronald Martinez/Getty Images)