No son pocas las veces que se dice que tal temporada es clave para tal jugador. Aunque nadie depende de un solo año, sí es cierto que hay momentos que marcan la carrera, y justo ante eso estará a partir de escasas semanas Mikal Bridges.
El alero de los Nets, quien llegó el curso pasado al equipo en el traspaso de Kevin Durant, dio muestra de poder ser una auténtica estrella en los dos meses que jugó para los neoyorquinos; sin embargo, ello no evita que se trate de una pequeña muestra que ahora, con 82 partidos por delante, debe refrendar.
Cuestionado por ello, por la presión de ser el líder de Brooklyn y tener la responsabilidad del equipo sobre sus hombros, Bridges no desprende otra cosa que ilusión, ya que entiende que es algo a lo que todos los jugadores aspiran.
«Es un rol nuevo. Personalmente creo que puedo cumplirlo y triunfar siendo quién soy como persona. Estoy dispuesto a recibir cada bala, a asumir la culpa por perder: estoy preparado para todo eso. Personalmente creo que estoy preparado, pero ya veremos. ¿Quién no querría esto? ¿Quién no querría este tipo de presión, este tipo de expectativas? Si realmente amas el juego y realmente quieres ser lo mejor que puedas ser, querrás estar en esta situación en la que eres el protagonista y todo está sobre tus hombros», sentencia.
Aunque los Nets no están entre los favoritos de la Conferencia Este, sí se les incluye entre esas franquicia intrigantes de las que se esperan cosas interesantes. Más allá de Bridges, hay ganas de ver cómo está Ben Simmons y si puede suponer un paso al frente para el equipo.
(Fotografía de Mike Lawrie/Getty Images)