Los grandes jugadores, bueno, en realidad todos los jugadores, sueñan alguna vez con hacer el partido de su vida en el Madison Square Garden de Nueva York y ser admirados por sus rivales, prensa y aficionados. Los grandes siempre han hecho enormes partidos en el Madison, pongamos como ejemplo los dos mejores anotadores de la historia, Michael Jordan y Wilt Chamberlain.
Anoche llegaban los Cavaliers a la cancha de los Knicks y dado que LeBron James nunca ha estado jugando a mejor nivel durante tanto tiempo seguido, aprovechó y realizó su gran partido del año (hasta el momento): 50 puntos, 8 rebotes, 10 asistencias y 4 robos con 16/30 en tiros de campo y 7/13 en triples. Mas o menos eso viene a significar unos 80-85 puntos de los 119 que le endosaron los Cavaliers a los Knicks (105-119).
Además, el partido le ganó claramente él. Quedando algo mas de 4 minutos para finalizar el encuentro y con resultado de 98-99, LeBron James metió tres triples en cuatro ataques y liquidó el partido: 99-110 quedando dos minutos.
Antes de despedirse entre cánticos de «MVP, MVP» (recordemos, en Nueva York), le dio tiempo a meter un triple mas y luego se produjo la anécdota de la noche: un fan se metió en la pista y fue corriendo al banquillo a felicitar a James justo antes de que le arrestaran. Preguntado acerca de si paso miedo cuando vio venir al fan dijo: «mido 2,05 y peso 120 kilos, estoy bien».