Iniciamos el repaso de la división sureste, la única que nos queda, con una franquicia emblemática que está comenzando en la actualidad un nuevo camino de la mano de una estrella en ciernes. Hoy hablamos de los mejores jugadores de la historia de Atlanta Hawks.
Bob Pettit
Una de las primeras leyendas de la NBA abre la lista de los mejores jugadores de la historia de los Atlanta Hawks. Bob Pettit pasaría toda su carrera en la franquicia de Georgia para llevar al equipo hasta cuatro Finales de la NBA y lograr el único anillo de la organización en 1958, año en el que se impondría en la ronda definitiva a los Boston Celtics de Bill Russell y Bob Cousy por 4-2. En aquellos partidos que se inscriben con letras de oro en la historia de esta organización, Pettit se marcharía hasta unos impresionantes 29,3 puntos, 17 rebotes y 2,2 asistencias por partido mientras contaba con la excelente colaboración de Cliff Hagan.
La de aquellas Finales fue una actuación de leyenda, pero la realidad es que Pettit mantendría ese enorme nivel durante las 11 campañas que pasó en el equipo hasta el punto de cerrar su etapa superando en todos los cursos los 20 puntos y 12 rebotes de promedio. Tal regularidad le llevó a ser All-Star en todas las temporadas que pasó en la Liga, a lograr cuatro MVPs del All-Star Game, a ser elegido en 10 ocasiones para el mejor quinteto de la NBA y a lograr ser el MVP de la temporada regular en 1956 y 1959. Nada más se le puede pedir a un jugador que se ha ganado con creces la consideración del mejor hawk de la historia y que tiene retirado su número ‘9’ en Atlanta.
El dato. La enorme capacidad reboteadora que demostró durante su carrera (16,2 capturas por partido) le permiten ser el que más rebotes ha cogido en la historia de la organización al irse hasta los 12.849.
Dominique Wilkins
Momento de hablar del jugador con más puntos en la historia de la franquicia de Georgia. Dominique Wilkins, toda una leyenda de la NBA en los años 80, llegó curiosamente a los Hawks sin ser elegido por ellos, ya que estos lo consiguieron vía traspaso desde Utah Jazz. El acierto de tal movimiento fue pleno.
Wilkins jugaría 11 campañas y media con Atlanta para ser el líder de un conjunto que rendiría a gran nivel en regular season con cuatro campañas de al menos 50 victorias en cuatro años consecutivos (1986-1989) pero que sin embargo nunca lograría pasar de las semifinales de la Conferencia Este. Especialmente dolorosa fue la eliminación que sufrió en 1988. Tras superar en primera ronda a Milwaukee Bucks se veía en la siguiente con los Boston Celtics de Larry Bird. La eliminatoria fue tan dura como para decidirse en un séptimo partido que los verdes vencieron por solo dos puntos (118-116) para certificar así la remontada en una serie que los Hawks llegaron a dominar por 3-2. Wilkins promediaría 31,3 puntos, 5,4 rebotes y 2,9 asistencias.
En su trayectoria con los Hawks sería nueve veces All-Star, ganaría dos veces el Concurso de Mates y sería elegido para el mejor quinteto de la competición en 1986. A nivel de la historia de la franquicia, es quien más partidos ha disputado con 882 y quien más puntos ha metido con 23.292.
El dato. En la temporada 1985-86 fue el máximo anotador de la NBA al promediar 30,3 puntos por partido.
Cliff Hagan
Volvemos ahora a St. Louis para hablar ahora de uno de esos grandes jugadores de los primeros años de la franquicia: Cliff Hagan. Nacido en el estado de Kentucky, fue elegido en el draft en 1953 por los Boston Celtics, pero no fue hasta 1956 cuando debutó en la NBA con los St. Louis Hawks, equipo al que los verdes habían traspasado sus derechos.
En su primer año en el equipo jugó poco, pero no fue más que un impasse de cara a lo que sería una excelente trayectoria; tanto es así que en su segundo campaña con los Hawks dispararía sus estadísticas hasta los 19,9 puntos y 10,1 rebotes por noche para ser clave en un conjunto que llegaría a las Finales ante los Celtics de Bill Russell. Allí, junto a Bob Pettit, conduciría a la organización hasta el único anillo de su historia mientras promediaba unos excelentes 25,2 puntos, 9,7 rebotes y 3,5 asistencias. Desde ese momento pasaría otros ocho años en la franquicia para vivir otras dos Finales, pero en ambas caería frente a los Celtics.
Siendo considerado uno de los mejores jugadores de su tiempo, sería elegido en cinco veces para el All-Star mientras que formaría parte del segundo mejor quinteto de la Liga en dos ocasiones.
El dato. Forma parte del selecto grupo de jugadores que ha logrado ganar tanto la NCAA como la NBA.
Lou Hudson
Nos paramos ahora en un enorme jugador que puede resultar algo desconocido para el gran público, pero que inscribió su nombre con letras de oro justo en la etapa que pasó entre el adiós de Pettit y la llegada de Wilkins. Hablamos de Lou Hudson, un chico de Carolina del Norte que firmaría una excelente trayectoria con los Hawks entre 1966 y 1977 para superar los 21 puntos de promedio en hasta siete campañas consecutivas.
Durante su extenso periodo en la organización fue la estrella de un conjunto que participó en siete ocasiones consecutivas en los playoffs y que se quedó en hasta tres de ellas a solo un paso de las Finales. En la primera ocasión, en 1967, caería ante los San Francisco Warriors por 4-2 mientras promediaba 20,7 puntos como novato. En las dos siguientes aventuras, las de 1969 y 1970, serían los Lakers de Walt Chamberlain y Jerry West los que acabarían con sus aspiraciones.
Con una extensa carrera en el equipo en la que promedió 22 puntos por noche en 730 partidos, Hudson sería seleccionado para el All-Star en hasta seis oportunidades. Su número ’23’ se encuentra retirado por la franquicia.
El dato. Solo fue elegido una vez entre los mejores quintetos de la competición. Fue exactamente en 1970, año en el que lo eligieron para el segundo mejor tras promediar 25,4 puntos, 4,7 rebotes y 3,5 asistencias por encuentro.
Al Horford
Cerramos este top con un jugador que ha sido clave en los mejores Hawks del siglo XXI, un equipo que llegó a ganar 60 partidos en la temporada 2014-15 y que era un asiduo a los playoffs. Toca poner el acento en el pívot dominicano Al Horford.
Aunque sus números quizás no brillen tanto como sus predecesores en la lista –14,3 puntos y 8,9 rebotes– la realidad es que se trataba de ese jugador que estaba para todo el equipo. Metía puntos, defendía fuerte, reboteaba, ayudaba a todos… En un equipo en el que el juego coral era la clave, Horford era una pieza indispensable; tanto es así que pasó nueve campañas en Georgia y en todas ellas estuvo presente en la postemporada. Especialmente relevante fue la campaña 2014-15, en la cual los Hawks lograrían la mejor regular season de su historia con 60 victorias para llegar posteriormente hasta las finales de la Conferencia Este, instancia en la que caerían 4-0. En aquel equipo había otros jugadores de muy bien nivel como Paul Millsap o Jeff Teague, pero Horford, por su trayectoria global en la organización, está algo por delante.
Mejorando año a año, Horford sería All-Star en hasta cuatro oportunidades con Atlanta (cinco en total). Además, su larga trayectoria como jugador de los Hawks le permite ser el cuarto que más minutos ha vestido la camiseta de la organización en playoffs con 2.560.
El dato. En su año de novato se fue hasta los 10,1 puntos y 9,7 rebotes por noche para formar parte del mejor quinteto de rookies del curso 2007-08.
Otros jugadores en consideración
Momento de cerrar el círculo con otros chicos que no podemos dejar sin mención. Yendo como siempre por orden cronológico, en los 60 nos encontramos con Clyde Lovellette, quien sería dos veces All-Star con el equipo; con Zelmo Beaty, quien en 501 partidos promediaría 17,1 puntos y 11,2 rebotes; y por supuesto con Bill Bridges, segundo máximo reboteador de la historia de la organización con 8.556 capturas bajo los aros. Dando un pequeño paso al frente nos encontramos con un jugón como Pete Maravich y con Walt Bellamy, un cuatro veces All-Star que pasaría cinco años en Atlanta.
Abriendo el abanico hasta los 80 nos encontramos a verdades leyendas como es el caso de John Drew, quien promedió 21,5 puntos en 595 partidos. Más tarde llegarían al equipo Dan Roundfield, quien alcanzaría el mejor nivel de su carrera con los Hawks, así como con otros dos fantásticos jugadores como Doc Rivers, máximo asistente de la historia de la franquicia con 3.866 pases de canasta, así como con Kevin Willis, que pasaría nueve años en la organización siendo All-Star en 1992, cuando promedió la locura de 18,3 puntos y 15,5 rebotes. Junto a Willis estuvo tres cursos en el equipo Moses Malone, quien viviría parte de su descenso de rendimiento en Georgia compartiendo equipo con Dominique Wilkins.
Metidos ya de lleno en los 90 aparecen nombres propios como el de Mookie Blaylock, segundo máximo asistente del equipo con 3.764 pases de canasta; Steve Smith, quien llegaría a ser All-Star con Atlanta en 1998; y por supuesto con Dikembe Mutombo, que pasaría cinco campañas con la franquicia para aparecer en hasta tres ocasiones el mejor quinteto defensivo de la NBA.
El siglo XX lo empezamos con un nombre reconocible por todos como es el de Jason Terry, que durante cinco cursos mostraría su potencial anotador en Atlanta. Tras él no podemos dejar atrás a Josh Smith, que pasaría nueve años en la organización para superar los 10.000 puntos y caer en hasta tres ocasiones en las finales de conferencia. Junto a él tenemos también a otro excelente jugador como es Joe Johnson, quien se ha quedado por poco fuera del top-5 y que como miembro de Atlanta sería All-Star en seis temporadas consecutivas. Y por último, llegando casi al presente, tenemos a jugadores de aquella plantilla de las 60 victorias del curso 2014-15 como Jeff Teague, Paul Millsap o Kyle Korver. Y bueno, aunque quizás sea pronto para darle su sitio aquí, mucho tienen que torcerse las cosas para que Trae Young no tenga dentro de unos años un sitio privilegiado en esta lista.
Anterior equipo: Oklahoma City Thunder. Próximo equipo: Miami Heat.
(Fotografía de Neilson Barnard/Getty Images for Reebok)