Los 5 mejores jugadores de la historia de Minnesota Timberwolves

Siguiendo con el repaso a la división noroeste, llega el momento de hablar de una de las franquicias más jóvenes de la NBA y que solo ha logrado disputar en una ocasión los playoffs en casi dos décadas. Hoy hablamos de los mejores jugadores de Minnesota Timberwolves.

Kevin Garnett

Si hay una elección obvia del mejor jugador de una franquicia, es esta. Kevin Garnett pasó 14 temporadas con los Minnesota Timberwolves para tener todos los récords de la organización (partidos jugados, minutos, puntos, rebotes, tapones, asistencias, robos…) a excepción del de triples anotados, el cual corresponde a Andrew Wiggins en temporada regular y a Latrell Sprewell en playoffs. Salvo por ese dato anecdótico, todo lo demás apunta a que Garnett no solo es the best en la historia de los Wolves, sino que ostenta tal puesto con una diferencia sideral respecto al resto de componentes de este top-5.

Elegido como número 5 del draft de 1995 –el 1 fue para Joe Smith– The Big Ticket fue evolucionando a pasos agigantados hasta convertirse en toda una leyenda en la ciudad de Minneapolis. Siendo el único MVP de la historia de la organización, algo que logró en 2004 tras promediar 24,2 puntos, 13,9 rebotes, 5 asistencias, 2,2 tapones y 1,5 robos, condujo al equipo a ocho carreras consecutivas de playoffs siendo la más productiva justo la que coincidió con su MVP, la de 2004, en la cual por fin consiguió pasar de primera ronda.

Tras llevar a lo Wolves al primer puesto del Oeste con un balance de 58-24, Garnett lideró a un equipo que contaba en sus filas con Wally Szczerbiak, Sam Cassell y Latrell Sprewell hasta las finales de la Conferencia Oeste. Dejando por el camino a Denver Nuggets (4-1) y Sacramento Kings (4-3), en el último paso hacia las Finales se vio las caras con los Lakers, equipo que ese año contaba con Shaquille O’Neal, Kobe Bryant, Gary Payton y Karl Malone. Aunque Minnesota tenía ventaja de campo, la experiencia angelina se impuso para que estos ganasen por 4-2.

Garnett continuaría en el equipo hasta 2007 para acumular con los Wolves 10 presencias All-Star (15 en total), un MVP del All-Star (2003), tres elecciones para el mejor quinteto de la NBA (cuatro en total) y ese elecciones para el mejor quinteto defensivo (nueve en total). Enormes números para un mito que a partir de 2021 formará oficialmente parte del Hall of Fame.

El dato. Es uno de los cuatro jugadores que han logrado alzarse tanto con el MVP de temporada regular como con el premio a Mejor Defensor, el cual lograría en 2008 en su primera campaña con Boston Celtics.

Kevin Love

Seis temporadas pasó en Minnesota este excelente ala-pívot al que solo le faltó traducir su potencial sobre la pista en más victorias para su equipo, y es que en el tiempo que Kevin Love pasó vistiendo la camiseta de los Timberwolves le fue imposible alcanzar los playoffs. Lo más cerca que estuvo de lograrlo fue en la campaña 2013-14 con un balance de 40-42. Salvo ese curso, todos tuvieron un desarrollo similar: Love rindiendo a gran nivel sin que llegasen los triunfos.

Especialmente dolorosa debió ser la campaña 2012-13. En ella, con Ricky Rubio como principal socio, los Wolves parecían preparados para pelear por los playoffs, algo que refrendaron al cerrar con un balance de 9-9 sus primeros 18 partidos. Sin embargo, justo en ese momento Love se fracturó la mano derecha poniendo fin así a su temporada.

Con un promedio de 19,2 puntos y 12,2 rebotes en los 364 encuentros que disputó con el equipo, Love fue tres veces All-Star (cuatro en total en su carrera) y fue galardonado en 2011 con el premio a Jugador Más Mejorado. Una pena que nunca pudiera dar el salto para traducir su rendimiento en éxito colectivo.

El dato. Es el único jugador de la franquicia que ha ganado el Concurso de Triples del All-Star, en el cual se impuso en 2012.

Karl-Anthony Towns

Nos detenemos ahora en la actualidad para destacar a un enorme talento que no acaba de ver reflejado su baloncesto en éxitos del equipo. Capaz de volver loca a cualquier defensa con sus 2,15 metros, a los cuales acompaña de un enorme 39,6% en triples durante su carrera, Karl-Anthony Towns aparece ya en esta lista por méritos propios, pero no por ello debemos perder de vista que hay que exigirle más.

Sin entrar a valorar hasta qué punto su defensa es más o menos efectiva, la realidad es que en 358 encuentros disputados con los Timberwolves promedia ni más ni menos que 22,7 puntos, 11,8 rebotes, 2,8 asistencias y 1,5 tapones, guarismos que le han servido para ser en primer lugar Novato del Año en 2016, y haber visto además recompensado su trabajo con dos presencias All-Star en los años 2018 y 2019. Eso sí, a nivel colectivo solo suma una carrera en playoffs que terminó con derrota en primera ronda ante Houston Rockets por 4-1

Pese a que con la presente son solo cinco campañas en el equipo, Towns es ya el tercer máximo anotador histórico así como el tercero que más rebotes ha capturado en temporada regular. Sin duda el jugador al que deben agarrarse en Minneapolis de cara a cosechar éxitos en un futuro próximo.

El dato. El 28 de marzo de 2018 se convirtió en el jugador que más puntos ha hecho en un partido con la camiseta de los Wolves al irse hasta los 56 contra Atlanta Hawks.

Wally Szczerbiak

Damos ahora un nuevo salto al pasado para hablar del compañero más fiel de Garnett: Wally Szczerbiak. Elegido como número 6 del draft de 1999, este alero nacido en Madrid acompañó a The Big Ticket en cinco carreras de playoffs, incluyendo la de 2004 en la que cayeron en las Finales de la Conferencia Oeste frente a Los Angeles Lakers por 4-2.

Aquella postemporada, la cual pudo supuso el mejor momento de la franquicia, no es de gran recuerdo para Szczerbiak, quien la disputó casi por completo mermado desde que en el tercer partido de la primera ronda se lastimase tres vértebras en una caída. Dicha dolencia se sumó a otros problemas sufridos en temporada regular que solo le permitieron jugar 28 encuentros. En la serie definitiva ante los Lakers jugó todos los encuentros para promediar 14,8 puntos y 4,5 rebotes.

Szczerbiak disputaría un total de 10 temporadas en su carrera, pero las mejores fueron con diferencia las que pasó en Minneapolis. Allí, en el norte de Estados Unidos, desarrolló todo su potencial para llegar a ser All-Star en 2002, curso en el que promedió 18,7 puntos, 4,8 rebotes y 3,7 asistencias.

El dato. Es el segundo máximo anotador de la historia de Minnesota en playoffs con un total de 369 puntos.

Sam Mitchell

Cerramos este top con el segundo jugador que más partidos ha disputado con la camiseta de los Minnesota Timberwolves: Sam Mitchell. Sin el brillo de otros que lo acompañan en top, e incluso de algunos que nombraremos a continuación, sí que es una de las caras más respetadas en la franquicias tras pasar hasta 10 temporadas con ellos; y es que Mitchell estuvo presente en la plantilla con la que debutaron los Timberwolves en la NBA en la temporada 1989-90.

Aunque no llegó a alcanzar el nivel de All-Star, dejó muy buenas campañas en Minnesota como la 1990-91, en la cual se iría hasta los 14,6 puntos y 6,3 rebotes de promedio; o la 1997-98, ya en su segunda etapa con el equipo, cuando partiendo desde la segunda unidad aportó 12,3 puntos y 4,8 rebotes. Siendo un referente para la organización, se convirtió en una especie de mentor para un jovencísimo Kevin Garnett, con quien compartió vestuario entre 1995 y 2002. El propio Garnett asegura que fue clave en su desarrollo como jugador el contar con Mitchell a su lado, llegando a decir lo siguiente en su vuelta a los Wolves en 2015: «Estoy tratando de ser lo que Sam Mitchell fue para mí… Solo le he dicho: ‘gracias por todo’. Espero poder ayudar a algunos de estos jóvenes de igual manera».

Lo dicho, ¿los hay con mejores estadísticas y más premios? Sí, pero ninguno de ellos ha tenido tanta repercusión en la historia de una franquicia en la que se retiraría a los 39 años.

El dato. Tuvo justo la oportunidad de entrenar a Kevin Garnett en la campaña 2015-16 como técnico interino.

Otros jugadores en consideración

Llega el momento de recolectar nombres de otros grandes jugadores que han pasado por Minnesota. Como veremos, muchos de ellos han sido honrados durante sus carreras con reconocimientos individuales, pero sus pasos por Minnesota no terminaron de cuajar al no tener una prolongada trayectoria en el equipo.

Empezando por la primera campaña de los Wolves en la NBA, nos encontramos con Pooh Richardson, un excelente base que pasó tres campañas en el equipo para llegar a promediar 17 puntos y 9,1 asistencias en el curso 1990-91; con Tony Campbell, quien de firmar poco más de seis puntos con los Lakers del showtime pasó a irse hasta los 23,2 en la campaña 1989-90 en Minnesota; y con Doug West, quien pasaría hasta ocho años en la organización.

Entrando ya en los 90, y aún en la etapa pre Garnett, toca mencionar a Christian Laettner, miembro del Dream Team de 1992 que estaría en el mejor quinteto de novatos de 1993, y a Isiah Rider, quien ganaría el Concurso de Mates de 1994 como miembro de los Wolves.

Dando un pequeño paso al frente toca hablar de un nutrido grupo de jugadores que compartieron vestuario con Garnett. Tom Gugliotta, quien lograría los mejores números de su carrera entre 1995 y 1998 con los Timberwolves; Stephon Marbury, enorme base junto al que Garnett lograría por fin clasificar a Minnesota para playoffs en 1997 pero al que sorprendentemente traspasaron poco después de comenzar el curso 1998-99; Terrell Brandon, otro base que durante cuatro campañas dio un gran rendimiento en la organización del norte de Estados Unidos.

Un apartado propio merecen los jugadores que ayudaron a que Garnett por fin rompiese la barrera de la primera ronda de playoffs. En esa tesitura encontramos tanto a Sam Cassell como a Latrell Sprewell, quienes por lo que hicieron en solo dos años podrían haber entrado quizás en el top-5. Casell, quien llegaba de realizar unas fantásticas campañas con los Bucks, dio tal rendimiento que sería All-Star en 2014. Sprewell por su parte sería la segunda espada de Minnesota en aquella carrera hasta las finales del Oeste al anotar hasta 19,8 puntos por noche.

Para acabar no podemos dejar sin mención a jugadores de la talla de Al Jefferson, quien llegando desde Boston en el traspaso de Garnett realizaría tres grandes campañas con el equipo llegando a promediar 23,1 puntos y 11 rebotes en la 2008-09; Ricky Rubio, otro que se ha quedado a las puertas del top-5 tras pasar seis cursos en el equipo promediando 10,3 puntos, 8,5 asistencias y 4,3 rebotes; Andrew Wiggins, quien pese a no terminar de explotar como se esperaba, es a día de hoy el segundo máximo anotador de la historia de la franquicia con 8.710 puntos; y Jimmy Butler, quien pese a estar un solo año fue clave para que Minnesota por fin lograse clasificarse para playoffs tras 14 años de sequía.


Mientras dure la crisis por el coronavirus publicaremos diariamente varios contenidos independientes de la actualidad. Bucearemos en la historia de la NBA, tanto en la reciente, como en la de todas las décadas anteriores. Aprovecharemos este parón de la competición para conocer mejor a los equipos, los jugadores, los entrenadores, los directivos, los partidos llamativos, los pabellones y los equipos históricos por una u otra razón. Lo haremos aquí y en Extra nbamaniacs, lugar donde seguiremos publicando contenido especial libre de publicidad para que los lectores puedan seguir apoyándonos directamente.

Todo este plan editorial lo llevaremos a cabo para entretenernos y pasar mejor estas semanas de encierro que nos quedan a casi todos. ¡Salud!

Anterior equipo analizado: Denver Nuggets. Próximo equipo: Utah Jazz.

(Fotografía de Kevin C. Cox/Getty Images)


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