Llegar a las Finales es un gran logro para cualquier equipo o jugador, pero brillar en las mismas ya es otra historia. Hoy queremos poner el acento en esas leyendas para las que la presión no existe, aquellas que cuando llega el momento de demostrar de qué están hechas atacan el aro con tanta valentía como convencimiento. Es momento de echar un ojo a los jugadores con mejor media de anotación en unas Finales de la NBA.
Michael Jordan: 41 puntos en 1993
Así es. Ahora que todos estamos refrescando la historia de Michael Jordan con The Last Dance, no está de más recordar la barbaridad que hizo en las Finales de 1993. En aquellas, disputadas ante los Phoenix Suns de Kevin Johnson y Charles Barkley, la leyenda de los Chicago Bulls se marchó hasta los 41 puntos por partido para ser a día de hoy el jugador que más puntos ha promediado en unas Finales NBA.
Para ser exactos, en aquella dura eliminatoria por el anillo que los de Illinois se terminarían llevando por 4-2, el que es para muchos el mejor jugador de todos los tiempos acabaría con un 50,8% en tiros de campo (101 de 199), un 40% en triples (10 de 25) y un 69,4% en tiros libres (34 de 49). Con esa fantástica hoja de tiro sería el máximo anotador de los seis encuentros de la serie alcanzando los 40 en los partidos ‘dos’, ‘tres’ y ‘cinco, y yéndose hasta los 55 en el Game 4, el cual pondría a los Bulls con ventaja de de 3-1 en las Finales.
Que Jordan promediase 41 puntos fue impresionante, pero no sorprendente. A lo largo de su carrera dejó muchísimas actuaciones en las que dejó sin respuesta a los rivales; muestra de ello es que un año antes se iría hasta los 35,8 puntos por encuentro en las Finales de 1992, y que ya al final de su carrera, en la temporada base de The Last Dance (1997-98) se despidiese de Chicago con 33,8 puntos por encuentro en las Finales ante los Utah Jazz. Jordan, simplemente imparable.
Rick Barry: 40,8 puntos en 1967
Damos ahora un importante paso atrás de casi tres décadas para ocuparnos de otra leyenda de la NBA en general, y de los Golden State Warriors en particular. Rick Barry se plantó en las Finales de 1967 como el líder indiscutible del equipo que por entonces habitaba en San Francisco; no en vano fue el máximo anotador de la temporada regular con 35,6 puntos por partido. Esa estadística suena genial, pero cuando llegó la hora de la verdad, la de las Finales ante Philadelphia 76ers, dio incluso un paso más.
En una serie que se terminaría decantando por 4-2 para los Sixers de Hal Greer y Wilt Chamberlain, Barry promediaría la locura de 40,8 puntos con un 40% en tiros de campo (94 de 235) y un 79,2% en tiros libres (57 de 72). Al igual que en caso de Jordan, su mejor actuación en la eliminatoria llegaría al alcanzar los 55 puntos en el Game 3. No fue suficiente para ganar. Hubo de esperar hasta 1975 para conseguir el anillo al derrotar a Washington Bullets por 4-0.
Elgin Baylor: 40,6 puntos en 1962
Vamos ahora con otro de los grandes anotadores de la historia de la NBA, uno que llegaría a disputar ocho Finales sin conseguir ser campeón. Sí, hablamos de Elgin Baylor.
Pasando toda su carrera en los Lakers (Minneapolis y Los Ángeles) Baylor sería la gran estrella de un equipo que chocó de bruces en los 60 con los Celtics de Bill Russell. De entre todas las Finales que jugaría contra los verdes hoy destacamos la de 1962. Baylor, quien disputaba su cuarta temporada en la Liga, firmaría una genial actuación al promediar hasta 40,6 puntos, los cuales fueron acompañados por los 31,1 de otra leyenda como Jerry West. Pese a los esfuerzos de ambos, el séptimo partido acabaría decantándose para los de Massachusetts por un ajustado 110-107.
En aquella emocionante serie Baylor acabaría con un 43% en tiros de campo (101 de 235) y un 82,8% en tiros de campo (82 de 99). Para el recuerdo queda ese Game 5 del 14 de abril de 1962 en el que Baylor se iría hasta los 61 puntos para ser aún el jugador que más puntos ha logrado en un partido de las Finales. Grandes logros para un enorme jugador al que se le resistió la gloria de ser campeón.
Shaquille O’Neal: 38 puntos en 2000
El artículo 34 del estado de California: ‘Hago lo que quiero, cuando quiero, como quiero y cuando me da la gana’; tampoco falta a la cita. Con un estilo diferente al de los jugadores anteriores –eran más bien exteriores– Shaquille O’Neal entra por la puerta grande en esta lista con los 38 puntos por partido que endosó a los Indiana Pacers en las Finales del año 2000, las cuales caerían a favor de Los Angeles Lakers por 4-2.
El físico de O’Neal, inigualable por aquel entonces, le convirtió en un jugador imparable en la pintura. Era alto, pesado… pero no por ello lento o falto de agilidad. Verle despegar los pies del suelo era simplemente genial –aunque los Pacers no deben pensar igual–. En la mencionada serie Shaq finalizaría con un 61,1% en tiros de campo (96 de 157) y un 38,7% en tiros libres (36 de 93). De los seis partidos que disputaría en hasta tres superó los 40 puntos, siendo especialmente relevante un Game 6 en el que cerraría la eliminatoria con 41. Su dominio continuaría dos años más y en 2002 volvería a dejar una enorme actuación con 36,3 puntos por noche. Una bestia que atemorizó a todos sus rivales.
Jerry West: 37,9 puntos en 1969
Nos ocupamos ahora de uno de los casos más curiosos de la historia de la NBA, uno en el que un jugador perdedor fue elegido MVP de las Finales.
Jerry West, uno de los mejores jugadores de la historia, deslumbró a todos en las Finales de 1969, en las cuales promediaría la increíble cifra de 37,9 puntos por encuentro. En aquella eliminatoria, con los Celtics delante, mordería el polvo por 4-3 tras un duro séptimo encuentro en el que conseguiría hasta 42 puntos que terminarían siendo insuficientes al perder por 108-106. El hecho de no lograr el anillo no fue sin embargo suficiente para que la Liga no reconociera su enorme despliegue de talento; algo que hizo nombrándolo MVP de las Finales.
Para lograr tales cotas anotadoras West firmó un 49% en tiros de campo (96 de 196) y un 83,9% en tiros libres (73 de 87). Aunque durante muchas temporadas jugaría a gran nivel (superaría los 30 puntos de promedio en las Finales de 1962, 1965 y 1966), no fue hasta 1972 cuando por fin conseguiría proclamarse campeón al derrotar a los New York Knicks por 4-1.
LeBron James: 35,8 puntos en 2015
Viajamos al presente de la mano de El Rey. LeBron James, un acumulador de récords que a sus 35 años aún juega como si el tiempo no pasase por él, se cuela en esta lista con su enorme actuación en las Finales de 2015, en las cuales hubo de enfrentarse a los Golden State Warriors sin la compañía de Kevin Love y contando con Kyrie Irving en solo un encuentro. Ante tales circunstancias, LeBron redobló esfuerzos hasta marcharse a los 35,8 puntos por noche; marca que sin embargo no fue suficiente para evitar la derrota de los suyos por 4-2.
James cerraría la eliminatoria con un 39,8% en tiros de campo (78 de 196), un 31% en triples (13 de 42) y un 68,7% en tiros libres (46 de 67). De los seis encuentros que disputó en hasta tres alcanzó los 40 puntos siendo el mejor el primero de ellos, en el cual firmaría hasta 44. Aunque finalmente sucumbió ante los splash brothers, aquellas Finales sirvieron para ver a un LeBron determinado en darlo todo sobre la cancha pese a que la suerte, en forma de lesión de sus dos mejores compañeros, le dio la espalda. No ganó, pero demostró ser un campeón.
Allen Iverson: 35,6 puntos en 2001
6 de junio del año 2001. Philadelphia llegaba al Staples Center para disputar las Finales bajo el liderazgo de Allen Iverson. Para entonces The Answer ya era una reconocida estrella en la NBA, pero quedaba la duda de si podría con la presión de verse bajo los focos de la lucha por el anillo. Tras el Game 1 nadie mantenía su escepticismo. Iverson firmó 48 puntos y los 76ers se pusieron 1-0.
Pese a la ventaja y a que Iverson sería el máximo anotador en tres de los siguientes cuatro encuentros para finalizar con un promedio de 35,6 puntos, la mejor plantilla de los Lakers terminaría imponiendo su ley por un claro 4-1. La leyenda de los Sixers no volvería a unas Finales, pero dejaría su firma en la historia llevando a la franquicia de Pensilvania hasta una eliminatoria definitiva que ha vivido en una sola ocasión en los últimos 37 años.
Kevin Durant: 35,2 puntos en 2017
El que para Toni Kukoc es actualmente el mejor jugador de la NBA también entra en esta lista de grandes actuaciones en las Finales con los 35,2 puntos que promedió en 2017. En su primera campaña con los Golden State Warriors KD dejaría claro lo importante que fue su fichaje, ya no para llegar a las Finales, sino para poder imponerse en estas a los Cavaliers de LeBron James.
En una serie que se decantaría 4-1 a favor de los californianos, Durant mostraría una envidiable regularidad al estar en todos los encuentros por encima de los 30 puntos. En concreto cerraría su actuación con un 55,6% en tiros de campo (60 de 108), un 47,4% en triples (18 de 38) y un 92,7% en tiros libres (38 de 41). Su dominio sobre el parqué le sirvió para ser MVP tanto de estas Finales como de las de 2018.
Dwyane Wade: 34,7 puntos en 2006
Dwyane Wade se coronó como campeón en su tercer año en la NBA con una sublime actuación ante los Dallas Mavericks, equipo que llegó a esas Finales como favorito; y más incluso tras ponerse con ventaja de 2-0 tras los dos primeros encuentros disputados en Texas. Fue justo entonces cuando Flash sacó a relucir todo su talento.
En los encuentros tres, cuatro, cinco y seis Wade enlazaría 42, 36, 43 y 36 puntos respectivamente para conducir a Miami Heat a lograr cuatro triunfos consecutivos y levantar así la eliminatoria hasta conseguir el anillo. El mito de la franquicia de Florida concluiría la serie promediando 34,7 puntos con un 46,8% en tiros de campo (65 de 139), un 27,3% en triples (3 de 11) y un 77,3% en tiros libres (75 de 97).
Kareem Abdul-Jabbar: 33,4 puntos en 1980
Cerramos este top-10 de jugadores históricos con el máximo anotador de la NBA: Kareem Abdul-Jabbar. La leyenda de Bucks y Lakers aparece en esta clasificación gracias a los 33,4 puntos que promedió en las Finales de 1980, en las cuales los angelinos se impusieron por 4-2 a los Philadelphia 76ers.
Kareem fue el máximo anotador en cuatro de los seis encuentros destacando los 40 puntos que logró en el Game 5, el cual fue clave para que los de oro y púrpura se pusiesen con ventaja 3-2 ante los Sixers de Julius Erving. Kareem concluiría su actuación con un 54,9% (73 de 133) y un 80,8% en tiros libres (21 de 26). Pese a su despliegue ofensivo el MVP sería para Magic Johnson.
Otros que superaron los 30 puntos
Fuera del top-10 pero con fantásticas actuaciones en las Finales no podemos dejar sin nombrar a George Mikan, quien se iría hasta los 32,2 puntos por encuentro en 1950, año en el que los Minneapolis Lakers derrotaron 4-2 a los Syracuse Nationals; a Bob Pettit, quien conseguiría 30,1 puntos por noche en 1957, los cuales fueron insuficientes para ganar a los Boston Celtics; a Julius Erving, quien en las Finales de 1977 ante Portland hizo 30,3 puntos insuficientes para conseguir el anillo; a Hakeem Olajuwon, cuyos 32,8 puntos por partido sirvieron para que los Houston Rockets fueran campeones en 1997; y a Kobe Bryant, quien en las Finales de 2009 (las de su cuarto anillo) promediaría hasta 32,4 puntos.
(Fotografía de Jonathan Daniel /Allsport)