Mercado NBA 2016-17: territorio salvaje

¿Recuerdas la decisión de LeBron James en 2010? ¿Su regreso a los Cavaliers? ¿El día que Dwight Howard eligió ser un ‘Laker’? Pues lo que se avecina a partir del 1 de julio no puede compararse con nada de eso. Ese día, esperado por todo seguidor de la NBA, se abre la agencia libre más loca y salvaje de la historia de la liga. ¿Por qué? Vamos a explicarlo.

2.820 millones de dólares. Esa es la estratosférica cifra total que manejarán los equipos de la NBA para formar sus plantillas, cantidad heredada de un contrato televisivo de 24.000 millones por las próximas nueve temporadas que ha llevado a la NBA a colocar el tope salarial en 94 millones para la campaña 2016-17.

Esas cifras, por sí solas, no dicen mucho, pero sí lo hacen enfrentadas a la ‘austeridad’ de cursos anteriores. Desde la temporada 2005-06 a la 2014-15 el tope saltó de 49,5 millones a 63,2 millones, o lo que es lo mismo, 13,7 millones de diferencia que supusieron un 28% de subida en nueve años. Desde esa 2014-15 a la 2016-17 se ha pasado de 63,05 a 94; es decir, 31,8 millones más que marcan una subida del 50% en sólo dos años.

Esta irrupción económica supone que los equipos tengan un margen casi irracional para gastar dinero en jugadores, ya que los contratos actuales no se corresponden con la realidad presupuestaria. A día de hoy, y sin contar con los contratos de los rookies recién seleccionados, la liga cuenta con 1.613 millones de dólares garantizados, por lo que a las franquicias les queda un margen de 1.207 millones para invertir en la agencia libre sin alcanzar el impuesto de lujo.

Para verlo más claro, cada equipo cuenta con una media de 40,2 millones de dólares de margen hasta el tope salarial cuando jugadores de 10 o más años en la liga pueden optar a un contrato máximo de 30,8 millones; prácticamente todos los equipos tienen la posibilidad de ir a por Kevin Durant aunque sólo uno lo conseguirá, por lo que restarían otras 29 franquicias con dinero que no es que puedan gastar, sino que deben hacerlo.

Deben porque el último convenio colectivo de la NBA obliga a que el mínimo gasto salarial sea un 90% del tope, por lo que en total tienen que invertir 2.511 millones –83,7 por equipo–, cifra que deja una diferencia de 898 millones entre lo garantizado y el suelo marcado.

Situación de cada equipo

EQUIPOGARANTIZADODIF. A MÁXIMODIF. A MÍNIMO
Atlanta435140,7
Boston33,560,550,2
Brooklyn34,759,349,9
Charlotte51,742,332
Chicago66,227,817,5
Cleveland100,4
Dallas28,665,455,1
Denver55,538,528,2
Detroit64,129,118,8
Golden State67,226,816,5
Houston45,449,639,3
Indiana69,324,714,4
L.A. Clippers77,616,46,1
L.A. Lakers23,169,959,6
Memphis45,248,838,5
Miami48,145,935,6
Milwaukee59,434,624,3
Minnesota60,333,723,4
New Orleans63,740,330
New York553928,7
Oklahoma City59,934,123,8
Orlando41,152,942,6
Philadelphia207463,7
Phoenix50,843,232,9
Portland454938,7
Sacramento56,637,427,1
San Antonio67,226,816,5
Toronto69,924,414,1
Utah64,529,528,2
Washington45,548,538,2
TOTALES1.6131.207898

Datos obtenidos de Basketball-Reference.

*No se incluyen opciones de jugador ni contratos de rookies.

A efectos prácticos eso supone que Philadelphia 76ers –abanderado del ‘tanking’ en los últimos años– debe invertir 63,7 millones en jugadores, ya que sólo tiene 20 garantizados. Que los Lakers, con 23,1 garantizados, tienen 60 por gastar y 70 de margen… En situación parecida viven Boston, Brooklyn, y otros equipos con opciones de ofrecer uno o dos contratos máximos sin problemas. Los Knicks, que acaban de recibir un contrato de 21,3 millones con Derrick Rose, mantiene un margen de 39 respecto al límite. La traducción es sencilla: no todos lograrán sus objetivos en el mercado, no todos gastarán lo que deben en lo que realmente quieren, y más de uno deberá ‘regalar’ dinero para cumplir con lo que exige la NBA.

El máximo ¿de los mejores?

Como decíamos, el máximo salarial para jugadores de 10 o más años en la liga se coloca a partir de ahora en 30,8 millones de dólares, contrato que seguramente firmará LeBron James y que hasta hoy sólo habían alcanzado dos jugadores en la NBA: Michael Jordan y Kobe Bryant. Nadie duda de que James se lo merece, que está en esa élite de la historia de este liga, pero ¿cuántos más se irán al máximo?

Andre Drummond, Mike Conley, Al Horford, DeMar DeRozan, Nicolas Batum, Hassan Whiteside, Chandler Parsons, Bradley Beal… Todos son agentes libres y todos –conociendo la actual situación– pedirán el máximo y, salvo sorpresa, se lo darán. Lo harán porque el espacio da para ello y para mucho más, porque si hace dos años optar a un agente libre con el máximo bajo el brazo era algo al alcance de 4 ó 5 equipos, ahora la ‘guerra’ es cosa de todos.

Un MVP a mitad de tabla

Con tanta bonanza, el inicio del próximo curso nos dejará una curiosa imagen, la de un MVP que no estará, ni de lejos, entre los mejor pagados de la NBA. Stephen Curry, que desde 2013 percibe una extensión de 4 años y 44 millones, recibirá en la 2016-17 –última campaña antes de ser agente libre– 12 millones. Todo esto cuando se comenta la posibilidad de que algún equipo ofrezca el máximo a Joakim Noah…

¿Éxodo europeo?

Este tremendo aumento salarial repercute también en Europa. Los jugadores, que en otros momentos miraban el salto a la NBA como un deseo acompañado de impedimentos económicos, ven que ahora se abre un nuevo camino que les es mucho más favorable. Así, Alessandro Gentile ha dejado claro que quiere jugar el próximo año en la liga norteamericana, mismo camino que podrían tomar otros como Sergio Rodríguez en busca de un contrato mucho más generoso que el que habrían recibido en pasadas campañas.

El miedo de Silver

“Habrá consecuencias no intencionadas que pueden ser dañinas para la NBA”. Estas fueron las palabras que pronunció durante el pasado All-Star Adam Silver sobre el progreso económico de la liga. El miedo del Comisionado de la liga se debe al hecho de que se pueda vivir una concentración de estrellas en algunos equipos, lo que supondría un desequilibrio en la competición. “Desde nuestro punto de vista, preferimos que los grandes jugadores estén distribuidos en diferentes lugares en vez de concentrados en un mismo mercado. Ya veremos qué pasa este verano”, dijo con escepticismo.

No sabemos si ese temor se hará realidad. Lo único que tenemos claro es que en cuatro días comenzará una agencia libre sin precedentes, con una larga terna de jugadores esperando el contrato de sus vidas, y con una ‘lluvia’ billetes que cubrirá una verdadera lucha cuerpo a cuerpo entre franquicias para hacerse con la pieza codiciada. En cuatro días entramos en territorio salvaje.


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