Alicia Keys, quien dirigió la ceremonia, le dedicó la canción ‘It’s so hard to say goodbye to yesterday’ junto al grupo de Philadelphia Boyz II Men
El destino quiso que el adiós de Kobe Bryant junto a su hija Gianna se diese el mismo día en el que el Staples Center acogía la gran fiesta de la música: los Grammy. Estando en casa de la leyenda angelina, y con los aficionados congregándose alrededor del recinto para recordar a su ídolo, la gala comenzó con un aire de recogimiento que convirtió a la música en un homenaje más para un jugador cuya pasión despertada por todo el mundo trasciende el ámbito deportivo.
Con Alicia Keys como maestra de ceremonia y la imagen en grande de Kobe al fondo, la neoyorquina abrió la noche dedicando unas palabras a Bryant para posteriormente empezar a entonar la canción It’s so hard to say goodbye to yesterday junto a Boyz II Men, grupo de Philadelphia, la ciudad natal de Bryant. Ante el silencio de todos los presentes realizaron tan escalofriante interpretación que concluyó con un sonoro aplauso y una última frase de Alicia Keys: «We love you, Kobe».
Al igual que ocurriese al comenzar la gala, la noche en el Staples continuó con Kobe en su memoria. John Legend le rindió tributo junto a DJ Khaled justo antes de cantar en una emotiva actuación que sirvió de homenaje tanto para el jugador recién fallecido como para Nipsey Hussle, rapero que fue asesinado en marzo de 2019.
El ‘8’ y el ’24’, presentes en el Staples
Ante una noche tan trágica, el Staples arrojó algo de luz iluminando durante toda la noche esos números que tantas alegrías dieron a los aficionados de los Lakers mientras eran lucidos por Kobe Bryant. El ‘8’ y el ’24’, camisetas retiradas por la franquicia angelina en honor a The Black Mamba, brillaron hasta resplandecer en el techo de la que es su casa, para convertir la 62ª edición de los Grammy en una de las más emotivas que se recuerdan.
La música estuvo con Kobe como un ejemplo más de todo el cariño y respeto que despertó en todo el mundo, más allá del baloncesto, con 41 años que han servido para alimentar una leyenda que perdurará por siempre.
(Fotografía de Kevin Winter/Getty Images for The Recording Academy)