James Harden era la gran duda de cara al training camp de Philadelphia. Mientras se daba por hecho que su traspaso era prácticamente imposible en estos momentos, estaba por ver si el MVP de 2018 se presentaba con el equipo o si optaba por un acto de rebeldía. Finalmente, aunque tarde, se presentó y ha estado entrenando con total normalidad con sus compañeros y su nuevo head coach, Nick Nurse.
La situación es hasta cierto punto extraña. Tras verle pedir el traspaso a finales de junio, ahora existe una normalidad que pocos esperaban. El propio head coach de los 76ers ha señalado que le ve bien físicamente y comprometido con el trabajo, pero… ¿es algo sostenible en el tiempo?
Justo sobre ese dilema habla uno de los periodistas más reputados en el mundo NBA, Adrian Wojnarowski, quien señala que la franquicia de Pensilvania tiene un plan para mantener bajo control a Harden, el cual se basa básicamente en que entienda que no están dejando de trabajar para arreglar su situación; es decir, encontrarle una salida.
Así es. Wojnarowski señala que si Harden se ha incorporado a la pretemporada con buen talante es porque cree que los Sixers trabajaron y se comprometieron a encontrarle un intercambio, específicamente a los Clippers. Si James Harden pierde esa esperanza, entiende que no están comprometidos y que no toman en serio traspasarlo –específicamente a los Clippers–, entonces es cuando pueden aparecer los problemas.
Más allá de lo que esté pensando Harden, lo cierto es que a estas alturas su salida parece bloqueada. Hace tiempo los propios Sixers señalaron que las negociaciones con los Clippers habían finalizado sin éxito, y ahora sabemos que los angelinos no están dispuestos a mejorar su oferta. Si no cambian mucho las cosas, es probable que la situación con Harden se acabe descontrolando.
(Fotografía de Maddie Meyer/Getty Images)