Pese a que Damian Lillard fue quien pidió públicamente salir de los Blazers, parece que hubo un momento en el que llegó a replantearse la situación. Según asegura Chris Haynes, periodista de Bleacher Report, el base pidió a Portland dar marcha atrás a su salida una vez que vio que las negociaciones con los Heat estaban destinadas a fracasar, pero la franquicia prefirió continuar buscando su traspaso hasta que este se produjo.
Haynes comenta además que, pese a que todo el mundo parecía tener asumido que Lillard acabaría en Miami, la forma en que transcurrió el verano no invitaba ni mucho a menos a pensar tal cosa. Tal y como asegura, ambas franquicias no tuvieron ningún contacto desde después de la Summer League celebrada en julio, pues los Blazers nunca estuvieron interesados en la oferta de los Heat mientras que los de Florida tenían la sensación de que en Portland estaban dejando que sus emociones se mezclasen con los negocios.
De esta manera, fue cuando Lillard pidió quedarse y Joe Cronin, general manager del equipo, le dijo que iban a darle salida de todas maneras cuando el base empezó a barajar otras posibilidades, y fue cuando los Bucks emergieron como una opción real. Y es que en Portland ya habían dado varios pasos con los que comenzar el proceso de reconstrucción de la plantilla, y, ya que la petición de traspaso había sido puesta sobre la mesa, terminar de dar salida al base se antojaba como lo más coherente. Haber paralizado por completo las negociaciones habría dejado a la plantilla en una fase un tanto extraña, y Cronin se encargó de evitarlo pese a las peticiones de Dame.
(Fotografía de portada: Steph Chambers/Getty Images)