Previa NBA 2023-24 Dallas Mavericks

El momento de leer la previa NBA 2023-24 Dallas Mavericks. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

Dallas Mavericks

La plantilla

  • Movimientos en el mercado: salidas de Davis Bertans, Christian Wood, JaVale McGee y Reggie Bullock; llegadas de Grant Williams, Derrick Jones Jr., Seth Curry, Richaun Holmes, Dante Exum. 
  • Backcourt: Luka Doncic, Kyrie Irving, Jaden Hardy, Seth Curry, Tim Hardaway Jr., Dante Exum, JoshGreen.
  • Frontcourt: Grant Williams, Olivier-Maxence Prosper, Markieff Morris, Derrick Jones Jr., Maxi Kleber, Dereck Lively, Dwight Powell, Richaun Holmes.

Así encaran la temporada

Cuando los Dallas Mavericks alcanzaron las finales de Conferencia Oeste en 2022 ya contaban con defectos tremendamente marcados. Y la temporada pasada los señaló con saña y añadió unos cuantos más a la cesta. Aquella idea que siempre pulula alrededor de los texanos sobre aminorar el peso ofensivo de Doncic se resquebrajó desde el vamos con el inicio de la temporada. En realidad lo hizo bastante antes, cuando la marcha de Jalen Brunson a la Gran Manzana se hizo oficial tras semanas de ser oficioso. 

Así, la primera mitad de temporada de los Mavs sucedió como un milagro continuado llamado Luka. Aquellos 60 puntos ante los Knicks, delirante final mediante, simbolizarían a la postre la insostenibilidad de aquello. A mediados de enero, el esloveno tenía a los de Dallas en acceso directo a playoffs (23-17 en un mediocre Oeste), pero iba camino de firmar la temporada de mayor porcentaje de uso de la historia, sin nisiquiera hacer esto justicia a la carga real que recaía sobre sus hombros en ataque. 

Conscientes de ello, los Mavs quisieron arrojar la casa por la ventana moviéndose por Kyrie Irving, lo cual supuso perder cualquier mínimo atisbo de estructura colectiva. Pudiendo fijar la mirada en la extraña combinación vista entre el base y Doncic (que tuvo que parar por dolores en el talón), resulta mucho más relevante centrarse en la inexistente defensa del conjunto texano en ese tramo de la temporada.

Tras el All-Star Dallas registró el quinto peor dato defensivo de la liga. JaVale McGee salió rana desde el primer instante y las prolongadas ausencias de Maxi Kleber obligaron a Finney-Smith a multiplicarse para mantener la decencia de una defensa muy lejos de ser top-10 como fueron en la campaña anterior. Una vez el alero se marchó, la defensa interior se desplomó siendo el octavo equipo que más puntos recibió en la pintura en ese tramo. Sin embargo, el punto crítico estuvo en el inexistente control del rebote de un conjunto desabastecido de poder en la zona y que acabó el curso siendo el equipo que más puntos recibió en segundas oportunidades de toda la NBA. 

¿Lo negativo? Que ni el talento de Irving y Doncic podía maquillar carencias defensivas tan hondas ¿Lo positivo? Que las vías de mejora se revelaron cristalinas.

Cortar la hemorragia

Desde el movimiento por Porzingis en 2019, los Mavs han estado entre la espada y la pared. Recuperarse de un traspaso fallido en el que se pierde tanto capital de plantilla y Draft suele llevar tiempo o una reestructuración profunda. Dos cosas que la gravedad de un talento como Luka Doncic arrebata. Y obligados a actuar continuamente en el plazo inmediato, a Nico Harrison le han pesado más los errores que los aciertos. Especialmente el de Jalen Brunson, al que se podría haber renovado a un precio de ganga antes de su final de temporada consagratoria en Dallas. 

Arrojarse a por Kyrie Irving resultaba un acto desesperado para pescar playoffs en un Oeste muy por debajo del nivel habitual. Pero, sobre todo, era un traspaso que no tenía ningún sentido si el jugador no decidía quedarse en Texas en la agencia libre. La permanencia de Kyrie supone mantener viva la promesa de acompañar a Luka con otra estrella ofensiva de gran calibre a la espera de que desarrollen la química necesaria para enriquecer el ataque de Jason Kidd. Tan eficiente (sexto mejor dato de la liga) como predecible y demandante para su estrella. 

Sobre el papel, todo lo hecho en la offseason resulta ilusionante. Mal se le tiene que dar a Dereck Lively para no superar lo ofrecido por McGee y mejorar a Powell atrás. Seth Curry es el tirador más fiable con el que ha contado Dallas en los últimos años y Grant Williams un refuerzo tremendo para las desnutridas alas y el interior. Sin esa exigencia, Olivier-Maxence Prosper debería ayudar también en ese propósito y llegadas como las de Jones Jr., Exum o Holmes devuelven una mínima sensación de profundidad de banquillo. 

Aun así, queda por solventar el tema de la defensa exterior y, probablemente, el rebote. Luka va a seguir siendo el jugador que más rebotes capture del equipo porque la estructura de los Mavs está pensada para que el balón inicie en sus manos siempre. Por ello no son tan importantes los números como la capacidad de cerrar el rebote para que sea Doncic o Kyrie quien acabe retrocediendo para lanzar la ofensiva. El pasado curso Dallas registró un 88,8% de box outs en capturas en su propio tablero. Una tarea en la que Grant Williams puede sumar como uno de los aleros que mejor trabaja para el rebote de la NBA. Queda por averiguar si eso será suficiente para paliar esto. 

Esperando, de nuevo, por Josh Green

Volviendo a la defensa exterior, los Mavs incluso han perdido mimbres en este mercado. Lo que Seth Curry otorga de fiabilidad en el tiro y recursos desde su dominio de la media distancia, lo pierde atrás en comparación con Reggie Bullock. Cabe recordar que fue esto mismo lo que hizo a los Mavs moverle para obtener a Josh Richardson en 2020. Por ello, si Kidd quiere volver a alinear algo parecido a los quintetos de cierre que tanto le dieron en el tramo final de la 21-22, resulta crucial que Josh Green de el salto definitivo a ser un defensor exterior de élite y demuestre capacidad para elevar el volumen de intentos manteniendo cifras cercanas al 40% firmado la pasada campaña. 

El australiano tiene potencial para convertirse en un acompañamiento de lujo para una pareja como Luka y Kyrie. Sin balón, es uno de los mejores bloqueadores exteriores de la liga, algo básico para generar mismatches para el manejador. Además de atacar muy bien el lado débil con cortes y puertas atrás cuando la situación lo demanda. Todo ello multiplicado por una toma de decisiones con balón más que correcta. Quizás no sea un generador con bote per sé nunca, pero sí un estupendo complemento de mucho impacto en pocos contactos. 

Es difícil ver el despegue total que se espera de él con el presumible papel que tendrá como ‘guardaespaldas’. Sin embargo, de que acabe siendo uno de los mejores defensores exteriores de la liga depende mucho el techo que alcancen los Mavs a corto plazo. De momento, Jason Kidd sólo ha desvelado tres puestos fijos en el quinteto titular: Luka, Kyrie y Williams.

Por último, y fijando la mirada especialmente en esos quintetos para cerrar paprtidos, el otro día apuntaba J.J. Redick en su podcast junto a los chicos de The Dunker Spot que Grant Williams y Maxi Kleber eran algo así como cromos repetidos en ataque. Algo interesante que observar para ver si en los planes de Kidd entra incorporar un interior más puro renunciando al smallball. Dallas ha confeccionado una plantilla lejos de ser perfecta y que necesita del paso adelante de unos cuantos (Green, Hardy, los novatos) para situarles en la élite de un Oeste que parece más impredecible que nunca. Las salidas y llegadas liman asperezas obvias, aunque dejan algún que otro frente abierto. Aunque esto importe menos en comparación con el principal foco de su temporada.

El jugador a seguir

El jugador es Luka. Pero este epígrafe conlleva la trampa de analizar su temporada en clave binomial. Es decir, en torno a cómo la convivencia con Kyrie Irving varíe el juego del esloveno y, en consecuencia, el de los Mavs. Para empezar, parece que Doncic va a llegar con problemas físicos al training camp o, al menos, no con toda la frescura que cabría esperar. Antes empezar el Mundial, la estrella admitió en rueda de prensa llevar meses arrastrando problemas en el cuádriceps, algo que reiteró un par de veces durante el torneo mientras jugaba más de 30 minutos por partido. 

Doncic había enfocado su verano a mejorar su condición atlética con dieta y ejercicios que le llevasen a afrontar la temporada en mejor forma que las anteriores. Este ha sido el año desde su temporada de novato que más tiempo ha tenido para descansar, y aun así no ha podido librarse de sus problemas físicos. No obstante, y siendo un jugador capaz de seguir dominando partidos a pesar de la merma de su físico, dejaremos el eterno debate de su acondicionamiento a un lado para centrar la mirada en el juego. 

Luka necesita cambiar para de verdad optar a ser campeón. La magnitud de su talento está demostrado de sobra, pero un equipo nunca ganó girando de la forma que los Mavericks giraron a su alrededor el curso pasado. Kidd necesita introducir variables que aporten versatilidad a un ataque unidimensional. Y la mayor parte de esto pasa por Irving y su entendimiento con la estrella. La llegada de Kyrie ya supuso cierto cambio, incrementando sustancialmente el ritmo del equipo más lento de la liga, una vía a seguir explorando. 

Lo que sucede es que el ataque estático era demasiado turnista con ambos en pista. En gran parte porque Doncic parece desacostumbrado a actuar sin balón más de dos posesiones consecutivas. Antes de aterrizar en la NBA, no era difícil ver al esloveno actuar en lado débil e imprimiendo velocidad a la acción al instante de recibir. Pero su complexión física y su forma de jugar han cambiado tanto que resulta difícil imaginarlo así. Aunque sería conveniente ver algo de desarrollo en esas fases del juego. 

En cuanto al segundo en discordia, la versión de Irving como escudero de LeBron demostró su capacidad para jugar sin pelota y cerquita del manejador. Ya fuese como bloqueador o situándose a un pase de distancia para atacar cada atisbo de ayuda larga con el machete entre los dientes. Estas pequeñas sinergias deberían de ser la base sobre la que construir un  ataque que fuese más allá de las acciones de pick-and-roll y el aclarado de Luka.

Por último, y habiendo dejado clara la debilidad que supone esta pareja para la defensa exterior, Doncic ya ha demostrado poder ser un defensor decente situándole como último hombre en lado débil. Es decir, aprovechar sus kilos y centímetros cerca del aro. Cosa que ha vuelto a verse en este pasado mundial. Pero, para poder permitirse esto, todo lo demás debe funcionar a la perfección, y es ahí donde le toca a Kidd y a su staff recuperar el timón perdido atrás. 

En definitiva, con 24 años Doncic ya ha entrado en la cuenta atrás. Esa etapa en la que lamentarse por cada año que su equipo no sea aspirante. No parece ser el caso de los Mavs de cara a esta temporada. Pero serlo en el medio plazo dependerá de los avances que el esloveno haga en esas pocas cosas que no doma a placer. Y de que a Kyrie Irving no le dé por ser demasiado Kyrie Irving. 

Previa NBA 2023-24 Dallas Mavericks, el pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, deja un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada en la previa NBA 2023-24.

Lejos de los de arriba y de los de abajo. Estos Mavericks, al menos así lo veo yo, no están para 50 victorias en temporada regular. Tampoco para 38 como hicieron de forma vergonzante la pasada primavera. Es un equipo con demasiados puntos débiles como para dominar en temporada regular y dos jugadores demasiado buenos como para no dar respeto en una eliminatoria de playoffs. Pronóstico: alrededor de 44 victorias, moviéndose entre la 6º y 9º posición del Oeste.

Próximo equipo: Oklahoma City Thunder.

(Fotografía de portada de Kevin C. Cox/Getty Images)


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.