Cuando un jugador del calibre de Kyrie Irving llega a la agencia libre, no es raro suponer que haya bastantes interesados. Más allá de situaciones extra deportivas, se trata de un All-Star al que le quedan bastantes años por delante. Por ello, algunos pensaban que este verano podía haber alguna sorpresa con su futuro. No solo no la hubo, sino que rápidamente firmó un contrato de tres años y 126 millones de dólares para regresar a los Dallas Mavericks.
Ahora, con un acuerdo a largo plazo para seguir jugando junto a Luka Doncic, el base de 31 años explica cómo fue el proceso para decidir continuar en la organización de Texas, algo para lo que tuvo mucho peso que prácticamente ningún otro equipo tuviese opciones de ponerle una suculenta oferta sobre la mesa.
«No fue un proceso demasiado difícil. Tenía a Dallas como el número 1 en mi lista. Obviamente busqué en otra parte oportunidades de tope salarial, lugares donde pudiera encajar con otros muchachos en la liga, pero simplemente no había mucho espacio. Y ahora que tengo 31 años, Tenía que tener un punto de vista diferente, y sentí que volver no era simplemente establecerme en un sitio, sino estar feliz y ser recibido con calidez», expresa en declaraciones recogidas por ESPN.
Si el tema económico fue relevante, no menos peso tuvo el hecho de tener claro que su familia estaba contenta de iniciar una nueva etapa en Dallas, donde creen que podía pasar página definitivamente para centrarse en el baloncesto.
«Me tomé mi tiempo unos días antes de la agencia libre para estar con mi familia, evaluar cómo se sentían al estar en Dallas junto a mí. Y todos estaban emocionados. Quiero decir, incluso cuando me traspasaron aquí, a mitad de temporada, gran parte de mi familia estaba emocionada y solo esperaban que yo tuviera tranquilidad dentro y fuera de la cancha. Ya había lidiado con suficientes cosas la temporada pasada o las últimas dos, eso lo sabían. Solo quería quitarme gran parte de ese peso de mis hombros y dejar de sentir que debía ser Superman o alguien perfecto. Solo quería ser yo mismo. Creo que este es el mejor lugar para seguir madurando y creciendo como hombre», recalca.
Ahora, ya involucrado en el proyecto que dirige Jason Kidd desde el banquillo, Irving tiene claro que deben cambiar cosas respecto a los dos meses que pasó en el equipo durante el curso 2022-23, en el cual se desvanecieron hasta quedar incluso fuera del torneo play-in. Así habla de su encaje con Doncic.
«Creo que estábamos siendo demasiado pasivos el uno con el otro. Ambos somos asesinos en la cancha, todo el mundo lo sabe. Queremos ganar. Así que tenemos que seguir teniendo esa mentalidad constante juntos y liderar el equipo lo mejor que podamos junto con otros muchachos experimentados o jóvenes. Tenemos que entrenar aún más. Todo fue muy rápido el año pasado y hubo mucha presión sobre nosotros para ganar ahora, ganar a lo grande. ‘Son Luka y Kyrie, ¿por qué no podéis?’ Estábamos respondiendo muchas preguntas para las que, sinceramente, no creo que estuviéramos preparados», sentencia.
(Fotografía de Ron Jenkins/Getty Images)