El propietario de los Dallas Mavericks, Mark Cuban, está decidido a que su equipo vuelva a saborear las mieles del éxito, y para ello pensaba tirar la casa por la ventana para hacerse con los dos agentes libres más codiciados del mercado: Chris Paul y Dwight Howard. Sin embargo, parece que los deseos de ambas estrellas están bastante lejos de jugar en la ciudad tejana, algo que puede hacer que el plan B, formado por los nombres de Andre Iguodala, Josh Smith, Mo Williams, Nate Robinson y Andrew Bynum, tome forma.
Claro está que hacerse con los cinco es algo salarialmente imposible, pero sí que da pistas de lo que será el nuevo proyecto de los Mavericks, que quieren sumar al menos dos piezas que ayuden a un Dirk Nowitzki que no tiene problemas en bajar sus emolumentos con tal de que el equipo recupere sus opciones de optar al anillo.
Así las cosas, uno de los puntos fundamentales es contar con un base de garantías, un puesto para el que con la opción de Paul casi descartada, se sitúan como favoritos Nate Robinson y Mo Williams, dos bases de un perfil ofensivo y facilidad anotadora. El final de campaña de Robinson con los Bulls le ha colocado como objeto de deseo de muchos equipos.
El otro pilar en el que quieren basar el proyecto es la contratación de un All Star que se reparta la responsabilidad de llevar el peso del ataque con Nowitzki. En este caso los mejor situados son Iguodala y Josh Smith, dos jugadores parecidos por su potencia física y dura defensa, aunque ninguno exento de capacidad anotadora. Aunque el de los Hawks aún no ha jugado el partido de las estrellas, cumple con lo que desde Dallas se desea para relanzar el proyecto.
Por último, tampoco descartan en la dirección de los Mavericks la contratación de Bynum, aunque esta provoca bastantes más dudas que las otras posibilidades, ya que su forma física, lastrada por múltiples lesiones, es una incógnita. Lo que está claro es que Cuban, competidor nato, no va a quedarse parado pudiendo devolver a su franquicia a lo más alto.