Hace años –bastantes– que los Celtics son aspirantes al anillo. Desde que en 2017 perdiesen las finales de la Conferencia Este ante Cleveland Cavaliers, cada campaña han estado en la terna de favoritos; sin embargo, ya sea por un motivo u otro, la cuestión es que siempre se han quedado cortos.
Con el habitual eje formado por Jayson Tatum, Jaylen Brown y Marcus Smart se plantaron en las Finales de 2022 ante Golden State Warriors. Fue la mejor temporada de Boston, una que les hizo cree que con lo que tenían, podían. No fue así. En 2023 cayeron sorprendentemente en las finales del Este ante Miami Heat y ahí dijeron: ‘hasta aquí hemos llegado’.
Primero dieron salida a un ‘intocable’ Smart para hacerse con Kristaps Porzingis. Movimiento arriesgado, puede, pero que les impulsaba con un jugador grande que si le respetan las lesiones es realmente bueno. En este punto ya se entendió que Brad Stevens no estaba por la labor de dar más tiempo al actual proyecto, lo cual quedó certificado hace escasos días con la contratación de Jrue Holiday, por quien soltaron a Malcolm Brogdon y Robert Williams. Han hecho una apuesta importante, pero es lo que tenían que hacer.
Al menos así lo entiende el jugador franquicia. Jayson Tatum necesita tocar la gloria más pronto que tarde tras muchos cursos brillando a nivel individual, y cree que la organización ha hecho bien al ser agresiva en el mercado para mejorar el equipo, más viendo que Damian Lillard ha llegado a Milwaukee Bucks. «No puedes vivir con la mentalidad de que esta ventana va a durar para siempre», comenta a Bleacher Report.
La realidad es que ahora la Conferencia Este parece contar con dos equipos por encima del resto. Milwaukee tiene a dos de los mejores jugadores de los últimos años y Boston cuenta ahora justo con lo que le faltaba, un base estelar que llega curiosamente tras ser traspasado por los Bucks. Ya hay ganas de verles midiendo sus fuerzas.
(Fotografía de Maddie Malhotra/Getty Images)