El curso 2022-23 de LaMelo Ball ha sido un calvario. El base de los Hornets ha sufrido continuos esguinces de tobillo hasta que anoche, jugando contra los Detroit Pistons, el problema fue más allá hasta el punto de sufrir una fractura en su tobillo derecho.
La lesión se produjo en el tercer cuarto del mencionado encuentro. El joven base pareció torcerse la articulación mientras botaba el balón. De manera inmediata cayó al suelo con muestras de dolor y salió del partido. En ese momento se pensaba en otro esguince, pero las primeras pruebas (radiografías) desvelaron la fractura del tobillo derecho. Curiosamente, los esguinces anteriores los había sufrido en el otro pie, en el izquierdo.
«Ciertamente es decepcionante porque es una parte importante de nuestro equipo y sentimos que estábamos por fin doblando la esquina», comenta Steve Clifford, head coach de Charlotte.
Con 19 partidos para la conclusión de la regular season de los Hornets, quienes hace mucho tiempo que no se juegan nada, ver a LaMelo forzando la máquina para volver parece imposible. Con tantos problemas en los tobillos, los cuales solo le han dejado disputar 36 encuentros en la presente campaña, todo apunta a que el base no volverá a las canchas hasta la temporada 2023-24.
Lo que es seguro, es que tanto equipo como jugador necesitan hacer algo. Sufrir cuatro lesiones en los tobillos durante una temporada es mucho más de lo que entra dentro de la lógica; al menos para la mayoría. Potencia tales articulaciones con un trabajo específico debe ser el camino a seguir.
(Fotografía de Jacob Kupferman/Getty Images)