La NBA y el Sindicato de Jugadores han llegado finalmente a un acuerdo para la firma del nuevo convenio colectivo que entrará en vigor en la temporada 23-24. Ambas entidades habían fijado la fecha del 31 de marzo como límite y han logrado cumplir el plazo para evitar problemas, dando lugar a un convenio que trae distintas modificaciones con respecto a la competición, de las cuales han informado Adrian Wojnarowski, Tim Bontemps y Bobby Marks, periodistas de ESPN.
Una de las más importantes es imponer un límite de al menos 65 partidos disputados para que los jugadores puedan optar a los premios individuales como el MVP. Esta es una medida que llevaba tiempo barajándose con el objetivo de acabar con el load management, y de esta forma se marca por fin un baremo objetivo para que los votantes tengan que dejar de determinar por su cuenta si dar peso al número de encuentros jugados o no. Este límite, no obstante, cuenta con varias condiciones y excepciones aún no especificadas.
Por otro lado, se establece la creación de un torneo a mitad de temporada que contará con un premio en metálico de 500 mil dólares por jugador para el equipo campeón. Su formato es curioso, pues los partidos de la temporada regular a partir de noviembre tendrán además valor de cara a esta competición, de modo que los ocho mejores equipos en el periodo indicado se clasificarán para una fase final a partido único, cuya final four se celebrará en diciembre en territorio neutral, posiblemente en Las Vegas. Será interesante atender al éxito de este experimento, pues la liga lleva años deseando implementar algo así pero nunca ha terminado de quedar claro cuánto interés va a recibir por parte de los jugadores.
Cambios en futuros contratos
A nivel contractual, se establecerá también un nuevo impuesto apron que, una vez alcanzado, eliminará una mid-level exception del equipo que lo supere. Este segundo límite estará situado 17,5 millones por encima del impuesto de lujo, y nace con el objetivo de castigar a los equipos que más gasten para dificultarles la construcción de su plantilla. Por poner un ejemplo, jugadores como Donte DiVincenzo, Danillo Gallinari o Joe Ingles no habrían podido firmar este verano con Warriors, Celtics o Bucks respectivamente de haber existido esta medida.
Por otra parte, se ha aumentado el porcentaje en el que puede crecer el salario de los jugadores que firmen una extensión, que pasa del 120% al 140%. Esto puede afectar de forma significativa a varias estrellas que se acercan ahora a la agencia libre y que ven cómo su futuro salario podría ser notablemente más alto gracias a esta medida.
Además, se ha aprobado también la creación de un tercer hueco en las plantillas para contratos two-way, dando más oportunidades a jugadores de perfil bajo de ganarse un sitio en la liga.
Por último, según asegura Shams Charania, periodista de The Athletic, los jugadores podrán consumir marihuana durante la temporada, pues esta sustancia ha sido eliminada del programa de test anti-drogas que comenzó durante la temporada 19-20. No son pocos los jugadores que han reconocido que esta sustancia les ayuda a gestionar el estrés de la alta competición, y aunque seguirán estando obviamente regulados por las leyes de cada Estado, la liga como entidad particular dejará de perseguirla.
Este convenio tiene una validez de siete años, aunque cualquier de las dos partes puede optar por abandonarlo una vez transcurridas seis temporadas. Por tanto, estas serán las nuevas normas que imperen en la liga hasta, como mínimo, 2029.
(Fotografía de portada: Tom Pennington/Getty Images)