Desde que la FIBA anunció el nuevo modelo de clasificación para el Mundial, a disputarse en diferentes fases a lo largo de 15 meses, no tardaron en surgir los primeros problemas. La mayoría de las llamadas ventanas FIBA, las fechas reservadas para los encuentros de clasificación, coincidían con el calendario de la NBA y la Euroliga, que dejaron claro que no iban a detener sus competiciones para acomodarse a los encuentros de selecciones. Esto privó a muchos grandes jugadores de acompañar a su país en estos partidos.
Sin embargo, la próxima ventana FIBA es excepcional. Al tener lugar entre el 13 y el 17 de septiembre, es la que menos entra en conflicto con otras competiciones, permitiendo a una mayor cantidad de jugadores intentar colocar a su nación entre las 32 clasificadas para China 2019. Este es el caso de nombres importantes como Bogdan Bogdanovic, Nikola Jokic o Jusuf Nurkic, pero no todos han optado por acompañar a su selección.
La ausencia más importante será la de Giannis Antetokounmpo, estrella de los Milwaukee Bucks, en la selección griega, pero no será la única. Los italianos Marco Belinelli y Danilo Gallinari también han decidido no participar, amén de otras ausencias como la de los hermanos Gasol con España o la de Ben Simmons en Australia por mencionar algunas. Más extremo es el caso de Estados Unidos, que, en la línea de lo que ha hecho en las últimas ventanas FIBA, presentará un equipo formado por jugadores de la G League.
¿Quién merece jugar?
Más allá del debate sobre la conveniencia de este modelo de clasificación, está también abierta la discusión acerca de si los jugadores ausentes durante estas ventanas se merecen estar presentes en la Copa del Mundo. Al fin y al cabo, son otros hombres los que se han encargado de llevar a sus selecciones hasta ella, y, aunque el calendario justifica muchas de las ausencias, en esta fecha en concreto son pocos los que tienen motivos de peso para eludir la convocatoria. No obstante, parece inviable que los seleccionadores acaben desperdiciando el talento de sus superestrellas por este motivo, especialmente en países con poca profundidad de jugadores cuyas selecciones se basan en unos pocos nombres conocidos.