Parece que la situación de la NBA empieza a estabilizarse para bien respecto al coronavirus. Pese a que se han suspendido más de 20 partidos en lo que llevamos de campaña, hace una semana la Liga anunció que se había detectado un solo positivo entre los jugadores, cifra que ahora desciende hasta la deseada por todos: cero.
Con 482 jugadores analizados, la NBA parece haber superado su propia ola de la pandemia. Hace algunas semanas, exactamente el 14 de enero, fueron hasta 16 los jugadores que se vieron apartados de la actividad rutinaria con sus equipos por dar positivo. Tres semanas después nadie está infectado, si bien el contacto directo con personas positivas seguirá conduciendo a un aislamiento durante algunos días.
El contexto ha mejorado, pero no debe conducir en caso alguno a la relajación. Tras la tranquilidad que se vivió en la burbuja, ahora le toca a la NBA lidiar con numerosos partidos aplazados que pretenden recolocar de aquí a final de temporada. Pueden lograrlo, pero si se añaden algunos encuentros más a la lista, sería un reto que empezaría a tornarse en imposible. Con la idea de frenar los casos, como así ha conseguido, la Liga optó por endurecer el protocolo para los jugadores.
Respecto a los partidos pospuestos, hace días la NBA anunció que recolocaba dos de Washington Wizards (uno de los equipos más afectados) a la vez que explicaba que era posible que algunos encuentros ya programados en la primera parte de la temporada pasasen a la segunda, y viceversa.
(Fotografía de Ronald Martinez/Getty Images)