Cuando la NBA confirmó hace varias semanas que la temporada finalmente tendría un All-Star en Atlanta, varios jugadores elevaron su voz para manifestar su desacuerdo con la organización de tal evento en medio de una pandemia mundial. Pero dicho debate ha hecho perder de vista el gran problema al que le temía la Liga: los viajes de aquellos jugadores que no participaban del evento y usarían esos días de parón para vacacionar.
En Atlanta la situación estuvo controlada. A pesar de que Ben Simmons y Joel Embiid no pudieron participar por contacto estrecho previo con un caso de coronavirus, ninguno de los jugadores que se instalaron en la ciudad con motivo del evento arrojan resultados positivos. Pero gran parte de los jugadores sin el compromiso de viajar a Atlanta, se tomaron sus días libres para esparcirse.
En tal sentido, Brian Windhorst de ESPN ha informado que al menos 150 jugadores de la Liga (cifra que podría agrandarse cuando se obtenga el recuento de los últimos días) estuvieron en Miami durante el fin de semana. La NBA ha obtenido el dato porque los jugadores tuvieron que ser evaluados en las instalaciones de los Miami Heat; y debido a la alta cantidad de personas que se presentaban, se tuvo que establecer un horario para evitar las grandes concentraciones. El periodista ha reportado que incluso varios aviones privados con jugadores que salían de la burbuja del All-Star en Atlanta se dirigían hacia Miami.
En las oficinas de la Liga existe preocupación por un posible aumento en los casos de COVID-19 a raíz del receso. Si bien de momento la situación parece mantenerse con cierta «normalidad», ya que solo han existido dos casos positivos en la última semana, quedará por ver como avanzan en los próximos informes. De momento, por el bien de la temporada, la NBA espera que sus preocupaciones no se confirmen.
(Fotografía de portada de Michael Reaves/Getty Images)