Harrison Barnes ha sido uno de esos jugadores que han vivido eternamente entre rumores de traspaso. Pese a que llegó a Sacramento como una pieza importante del proyecto, los malos resultados del equipo alimentaron la idea de que los Kings lo intercambiarían más pronto que tarde; no solo no ha sido así, sino que ahora se planta en la campaña 2023-24 tras más de cuatro campañas en el equipo y habiendo firmado este verano una renovación por tres años y 54 millones de dólares.

Tras varias temporadas en las que las cosas no salieron como querían, los californianos dieron un gran salto en el curso 2022-23 para ser equipo de playoffs por primera vez en 16 años. Barnes se siente orgulloso de lo conseguido, pero más le satisface que la organización haya mostrado tanta confianza en él para seguir siendo parte del proceso.

«Me siento realmente honrado por seguir aquí. Este es un sitio en el que no ha habido mucha estabilidad. Pero poder construir, ver cómo se desarrolla todo un proceso en el mismo lugar y decir que fui parte de una reconstrucción exitosa, es fantástico. Fui parte de una reconstrucción en Dallas y no pude ver cómo se terminaba llevando a cabo. Verlo hasta aquí y, con suerte, ir mucho más allá, es especial», comenta a Anthony Slater de The Athletic.

(Fotografía de Ezra Shaw/Getty Images)

 

Parece el cuanto de nunca acabar, pero llegará el día en el que sea realidad. La NBA vivirá una nueva expansión y dos ciudades como Seattle y Las Vegas están señaladas en rojo. Cuestionado por ello, el comisionado Adam Silver nunca ha querido dar un calendario, pero sí ha admitido que es algo que se lleva estudiando algún tiempo.

Mientras esperamos acontecimientos, Shaquille O’Neal, miembro del Hall of Fame y comentarista de TNT, ha dejado claro que si finalmente llega una franquicia a Las Vegas, quiere ser propietario de la misma.

«Me gustaría tener mi propio grupo. Sé que a Las Vegas aún no se le ha otorgado un equipo de la NBA, pero si alguna vez llegan a un punto en el que se les otorgue un equipo, me gustaría ser parte de eso. No quiero asociarme con nadie. Lo quiero todo para mí», comentó a Arash Markazi de TheMessenger.com.

Aunque Shaq esté decidido y su sueño sea ser propietario absoluto de un equipo, es innegable que necesitará algunos socios. En estos momentos su fortuna está valorada en 400 millones de dólares y las franquicias se están vendiendo por miles de millones. Si encuentra con quién asociarse podrá optar a ser parte de los dueños del futurible equipo NBA.

(Fotografía de Kimberly White/Getty Images for TechCrunch)

 

Va a resultar que son tan buenos como parecía. Uno de los grandes momentos de cada pretemporada es ver debutar con sus equipos a esos chicos que están llamados a ser estrellas en presente y futuro. Pues bien, anoche lo disfrutamos por partida doble. Con Oklahoma City como escenario, los Thunder recibían a San Antonio Spurs en lo que suponía el primer partido para Chat Holmgren y Victor Wembanyama con sus compañeros de equipo. Ninguno decepcionó; es más, brillaron con luz propia.

El número 1 del draft de 2023 y el que fuese número 2 de 2022 simplemente lideraron a sus equipos en un duelo que evidenció que ambos serán clave para sus entrenadores. Solo es un partido de pretemporada y cuando comience la regular season todos ajustarán en intensidad y les buscarán las cosquillas, pero en estos momentos les ves jugar y sientes que son realmente especiales.

Empezando por Wembanyama, este está dejando claro que sus cualidades son únicas. Por tamaño, habilidad con el balón en las manos, lanzamiento exterior, intimidación bajo el aro… Todo eso mostró anoche para irse hasta los 20 puntos, 5 rebotes, 2 robos y 1 tapón en 19 minutos de juego. Ya se sabía, pero no está de más recordarlo: los de Texas tienen un talento generacional en sus manos.

Wemby shows he's ready for the spotlight!

The No. 1 pick announced his presence in his #NBAPreseason debut with 20 points pic.twitter.com/dywgF1B7Pn

— NBA (@NBA) October 10, 2023

Si lo de Wembanyama podía ser hasta cierto punto esperado, con Holmgren había más dudas. Nadie discutía que fuese un gran talento y que también tuviese cualidades que lo diferenciasen del resto, pero el hecho de perderse su primera campaña NBA al completo por lesión hizo saltar las alarmas –él mismo se ha encargado de apagarlas–.

Durante Las Vegas Summer League le vimos realmente bien, pero algunos pensaban que podía tratarse de un hecho aislado. Para nada. Anoche, ante su público, se fue hasta los 21 puntos, 9 rebotes, 1 asistencia y 1 tapón en tan solo 16 minutos. Una auténtica pasada. Disfruten.

Chet Holmgren showed out in his #NBAPreseason debut

21 PTS
9 REB
7/10 FGM
2/2 3PM

…in just 16 minutes! pic.twitter.com/7pmQ91NDhe

— NBA (@NBA) October 10, 2023

La lucha por el ROY

En eso estamos pensando ya. Está claro que Wembanyama iba a estar en la terna y que Brandon Miller y Scoot Henderson se apuntaban a la pelea; la cuestión es que a todos ellos les ha surgido un enorme competidor con Holmgren, quien en los Thunder debe contar con minutos y protagonismo como para brillar al menos al mismo nivel de los mencionados. Aunque el de OKC fue seleccionado en el draft de 2022, el hecho de no poder debutar el en curso 2022-23 hace que oficialmente este 2023-24 sea considerado el de novato. Blake Griffin y Ben Simmons se llevaron el Novato del Año tras pasar lesionados su primera campaña en la Liga, ¿podrá repetirlo Holmgren?

(Fotografía de  Ronald Cortes/Getty Images)

 

A estas alturas de pretemporada, cuando se empiezan a jugar partidos, no sorprende que muchas estrellas se ausenten en algunos duelos; es más, entra en la normalidad del proceso. Sin embargo, suele ser porque la planificación así lo exige y no por otro problema de índole física. Pues bien, Kyrie Irving está justo en el segundo caso, el preocupante.

Tras perderse el segundo de los partidos en Abu Dhabi, el base All-Star tampoco jugará ante el Real Madrid a causa de un dolor en la ingle izquierda; tal y como adelantó el head coach de los Mavericks, Jason Kidd.

Desde la gerencia señalan que no se trata de un problema grave y que el hecho de sentarle responde a simple precaución. Puede que sea así, pero sin duda no es la mejor manera de preparar un curso que se atisba clave para Dallas tras no ser ni equipo de play-in en el pasado.

Más allá de la situación física de Kyrie, en la organización de Texas puede preocupar que no acabe de crecer la química entre sus dos grandes estrellas. El propio Irving comentó hace escasos días que aún debían conocerse mejor en pista. Contratiempos como este no ayudan a ello.

(Fotografía de Kevin C. Cox/Getty Images)

 

Kristaps Porzingis es para muchos una eterna duda. Tamaño, talento, rango de tiro, defensa… Parece cumplir con todo lo necesario para ser una súper estrella, pero sus problemas físicos y el hecho de no haberle visto competir en las últimas fases de la NBA hace que no pocos pongan en cuarentena su impacto en los Celtics. Puede que tengan razón, pero… ¿y si sale bien?

Eso es lo que nos ha hecho pensar su debut con Boston. Aunque se trata únicamente del primer amistoso de pretemporada, en el cual vencieron a Philadelphia por 114-106, la realidad es que el pívot letón mostró sus credenciales al dar muestra de todo lo que puede hacer sobre el parqué. Metió triples, abrió la cancha, machacó el aro, puso un tapón… Fueron 25 minutos en pista con 17 puntos y 5 rebotes para llamar a la ilusión, esa que dice que con su adición –y la de Jrue Holiday– Boston por fin puede volver a ser campeón.

17 PTS in his Celtics #NBAPreseason debut

Welcome to Boston, Kristaps Porzingis pic.twitter.com/2honErdy08

— NBA (@NBA) October 9, 2023

Por supuesto hay que mantener los pies en el suelo. La temporada ni ha empezado, pero tras un verano en el que una fascitis plantar le impidió estar en el Mundial 2023 con Letonia, el simple hecho de verle ágil y con energía sobre el parqué ya hace sonreír a los aficionados verdes; y si a eso le añades una muy buena actuación en términos baloncestísticos, pues obviamente el hype se dispara. Desde Masachussetts ya dijeron que no había preocupación alguna con el estado físico del pívot, y parece que tenían razón.

Lo cierto es que los Celtics, con Brad Stevens desde los despachos, han apostado fuerte este verano; tanto como para dar salida a dos ‘intocables’ como Marcus Smart y Robert Williams. Han entendido que dar más oportunidades a un grupo que no terminaba de salir campeón carecía de sentido, medida que ha aplaudido incluso el jugador franquicia, Jayson Tatum. Ahora solo queda esperar a los partidos oficiales y ver en qué se terminan traduciendo las buenas sensaciones.

(Fotografía de Michael Reaves/Getty Images)

 

No son pocas las veces que se dice que tal temporada es clave para tal jugador. Aunque nadie depende de un solo año, sí es cierto que hay momentos que marcan la carrera, y justo ante eso estará a partir de escasas semanas Mikal Bridges.

El alero de los Nets, quien llegó el curso pasado al equipo en el traspaso de Kevin Durant, dio muestra de poder ser una auténtica estrella en los dos meses que jugó para los neoyorquinos; sin embargo, ello no evita que se trate de una pequeña muestra que ahora, con 82 partidos por delante, debe refrendar.

Cuestionado por ello, por la presión de ser el líder de Brooklyn y tener la responsabilidad del equipo sobre sus hombros, Bridges no desprende otra cosa que ilusión, ya que entiende que es algo a lo que todos los jugadores aspiran.

«Es un rol nuevo. Personalmente creo que puedo cumplirlo y triunfar siendo quién soy como persona. Estoy dispuesto a recibir cada bala, a asumir la culpa por perder: estoy preparado para todo eso. Personalmente creo que estoy preparado, pero ya veremos. ¿Quién no querría esto? ¿Quién no querría este tipo de presión, este tipo de expectativas? Si realmente amas el juego y realmente quieres ser lo mejor que puedas ser, querrás estar en esta situación en la que eres el protagonista y todo está sobre tus hombros», sentencia.

Aunque los Nets no están entre los favoritos de la Conferencia Este, sí se les incluye entre esas franquicia intrigantes de las que se esperan cosas interesantes. Más allá de Bridges, hay ganas de ver cómo está Ben Simmons y si puede suponer un paso al frente para el equipo.

(Fotografía de Mike Lawrie/Getty Images)

 

La historia de los Knicks y Evan Fournier es peculiar. Llegó al equipo como una pieza importante del mismo –y por momentos lo fue–, pero de ahí terminó pasando al ostracismo. Lo raro no es que dejase de contar para Tom Thibodeau, sino que siga formando parte del roster pese a tener un alto salario (18,8 millones de dólares).

Con tal escenario, el alero francés ha pedido salir del equipo en varias ocasiones, siendo la última hace escasos días. De nada ha servido. Está realizando el training camp con el equipo y ahora, viendo que su partida empieza a tornarse en imposible, ha cambiado su discurso para dejar claro que estaría encantado de tener minutos en la organización neoyorquina.

«Para ser honesto, podría estar soñando, pero para mí puedo ayudar al equipo. Soy un buen jugador. Puedo jugar. También puedo traer cosas que este equipo no tiene. Tengo esperanzas de jugar», comenta a los medios tras un entrenamiento.

Está complicado que su deseo se cumpla. Thibodeau parece estar convencido de que su salida de la rotación ayudó a que el equipo fuese mejor el curso pasado. A partir de ahí, ver al técnico dando marcha atrás en su planteamiento es algo que cuesta imaginar.

(Fotografía de Patrick Smith/Getty Images)

 

Quedan tres semanas para que empiece una nueva temporada de la NBA. Los ejecutivos de los equipos han trabajado durante todo el verano y tienen las plantillas casi a punto, ya que ahora llegan los clásicos training camp en los que terminan de definir esas piezas secundarias en las que realmente confían. Por ello repasamos los mejores agentes libres que quedan en el mercado, un grupo de jugadores dominado por veteranos de gran nivel (hay algún All-Star) que esperan la llamada de una organización para prestar servicio. Hoy repasamos, por posiciones, los jugadores más interesantes que continúan sin equipo.

Bases

George Hill. Es quizás el más ilustre de esta lista en cuanto a la confianza que han depositado en él equipos aspirantes al anillo. Cleveland (con LeBron James), Philadelphia o Milwaukee le han sumado como la que debería ser una pieza clave en su esquema hacia el título. Ninguno acabó ganando con él, pero no porque su rendimiento no fuese acorde a lo esperado. Ahora, ya con los training camp avanzando, parece complicado que le firme algún equipo salvo por lesión de algún jugador. La puerta se le puede abrir conforme avance el curso.

Goran Dragic. Otro ilustre del baloncesto. Un lesión en la burbuja de Orlando de 2020 le impidió disputar unas Finales a las que llegaba lanzado. Desde entonces no ha vuelto a mostrar tal nivel e incluso se ha hablado de una posible retirada. Sigue en activo y no sería raro que algún equipo le acabase reclamando. A finales de julio se rumoreó un posible retorno a Miami Heat.

Austin Rivers. Puede ser el nombre más sorprendente de la lista. Buen tiro, buena capacidad para crear jugadas, una defensa potable… Rivers ha sido por años ese jugador que podía encajar en casi cualquier esquema; sin embargo, tras su último año en Minnesota nadie ha confiado en él. No es un base al uso, pero puede rendir en esa posición. Un jugador de eficacia probada que no sería extraño que acabase encontrando acomodo.

Escoltas

Will Barton. Tan talentoso como peculiar, Barton ha pasado en pocos años de ser una pieza esencial de unos Nuggets que apuntaban alto –han terminado siendo campeones en 2023–, a verse de pronto sin equipo alguno que confíe en él. La campaña pasada, disputada entre Washington y Toronto, supuso un enorme paso atrás en su carrera, ya que por primera vez en ocho años se quedaba por debajo de los 10 puntos de promedio. Hace tiempo se habló de un interés de los 76ers, pero no llegó a nada.

Kendrick Nunn. Carrera extraña la que ha llevado este jugador de ahora 28 años. No fue elegido en el draft de 2018, por momentos deslumbró en Miami como un anotador y al marcharse fue poco a poco desapareciendo su brillantez. En su último curso, con los Wizards, promedió 7,5 puntos y 1,8 asistencias. Para la segunda unidad, en busca de puntos, no suena mal.

Terence Davis. Por ahora no hay vida más allá de Sacramento para Davis. Tras cuatro años en la NBA, no ha terminado de asentarse y ahora se enfrenta a un momento complicado. Quizás su mayor cualidad sea la intensidad que lleva a la pista, pero para las franquicias no parece ser suficiente –al menos por ahora–. Con un buen lanzamiento exterior y piernas para defender fuerte, es probable que tenga otra oportunidad.

Aleros

T.J. Warren. Aún tenemos en el recuerdo esos partidazos en la burbuja, los cuales fueron el paso previo a una gravísima lesión que le ha relegado al ostracismo. Phoenix apostó por él la campaña pasada, pero el resultado no fue el deseado. Durante este verano ha entrenado sin suerte para algunos equipos como Boston Celtics. Si algún equipo necesita hacer una apuesta importante a bajo coste, este es su hombre.

Anthony Lamb. Uno de los jóvenes de la lista. A sus 25 años viene de hacer una muy buena campaña con los Warriors, equipo con el que disputó hasta 62 partidos para promediar 6,7 puntos, 3,5 rebotes y 1,5 asistencias en 19,2 minutos por noche, todo ello con un 36,7% en triples. Quizás alguna organización entienda que merece la pena explorar qué tipo de jugador puede llegar a ser.

Juan Toscano-Anderson. Sus primeros pasos en los Warriors fueron ilusionantes, pero la llama empezó a apagarse en cuando fue pasando de un equipo a otro. El último curso se define en 52 partidos entre Lakers y Jazz para promediar 3 puntos en 13,5 minutos por noche. Recientemente firmó por los Capitanes de la G League. Será allí donde deba demostrar que merece otra oportunidad.

Terrence Ross. El clásico microondas que suele brillar con luz propia desde la segunda unidad. Vivió sus mejores años en Orlando y en Phoenix no pudo ser todo lo importante que esperaba la campaña pasada. Desde hace semanas se habla de la posibilidad de que marche a Europa, más exactamente a Serbia, país del que es su mujer. Por ahora sigue apurando las opciones de seguir en la NBA.

Ala-pívots

Justise Winslow. El clásico alero potente que con la evolución del juego ha pasado a ser un cuatro. Las lesiones han sido su peor enemigo desde que llegó a la NBA –a finales de marzo pasó por el quirófano– y le han ido ganando terreno hasta verse sin equipo. No sería sorprendente que algún equipo apostase por él más pronto que tarde, ya que es un chico que ofrece soluciones en muchos estilos de juego.

JaMychal Green. Casi podríamos hablar de un 3&D, aunque es un ‘cuatro’. El curso pasado lo vivió en Warriors y rozó el 38% en triples. A sus 33 años raro sería que no tuviese al menos un último baile en la NBA. Es el clásico jugador que siempre suma y que rara vez te hará perder un partido por cuenta propia.

James Johnson. Un veterano venido a menos pero sobrado de experiencia. Ese jugador es un James Johnson que obviamente ya tuvo sus mejores años jugando para Miami Heat y que a sus 36 años viene de disputar únicamente 18 encuentros con Indiana Pacers. Presente complicado el suyo, si bien tiene experiencia para hacer de mentor en algún vestuario.

Pívots

Bismack Biyombo. Un clásico de estas listas. Aparece mucho por aquí, pero termina siempre encontrando acomodo. En la campaña 2021-21 los Suns lo rescataron en enero y se lo quedaron hasta este verano, pero ahora está sin equipo. Un pívot a la antigua usanza: fuerte, potente, duro y reboteador. No puedes pedirle más, pero con eso acumula ya 12 temporadas en la NBA.

Gorgui Dieng. Hubo un tiempo que parecía que tendría una gran carrera, pero se quedó en eso: parecía. Desde que dejó Minnesota ha ido dando tumbos y el último le ha llevado a entrar en la agencia libre para no salir. Pasó el último curso en los Spurs para jugar únicamente 31 partidos. Su fichaje por otro equipo apunta a llegar más adelante, y sólo si se lesiona algún jugador.

Blake Griffin. Hemos dejado para el final al gran ilustre. Durante años fue de los mejores jugadores de la NBA, pero los problemas físicos terminaron por reducir su impacto de manera notable. Estando en forma aún podría aportar en casi cualquier equipo, pero el problema es justo ese, que no saber qué Griffin te encontrarás. Quizás acabe teniendo sitio en algún contender.

(Fotografía de Christian Petersen/Getty Images)

 

New Orleans no tiene base. A diferencia de otros muchos equipos, los Pelicans han optado por un esquema en el que varios jugadores asumirán el rol de dirigir el juego, pero sin que ninguno de ellos sea un point guard por antonomasia.

Con ese plan, el curso pasado pudimos ver a C.J. McCollum ejerciendo de base durante gran parte de su tiempo en pista. No es que otros compañeros no ayudasen en la creación de jugadas, pero la mayoría de las veces todo empezaba en sus manos. Pues bien, eso cambiará de cara al curso 2023-24.

Según avanza Christian Clark de NOLA.com, el staff técnico de los Pelicans –con Willie Green a la cabeza–, quedó impresionado por el crecimiento de Ingram como creador de juego el año pasado. Tras no lograr un solo triple-doble en sus seis primeras campañas como profesional, en la último obtuvo dos y promedió 6,5 asistencias en los 25 partidos con los que cerró la temporada. El plan ahora es que ejerza más tiempo como base.

«Puedes poner el balón en sus manos y él toma grandes decisiones. Encuentra a sus compañeros de equipo y tiene capacidad para anotar. Queremos explorar más ese camino esta temporada», explica Willie Green, head coach de la organización de Luisiana.

Más allá de quién empiece con el balón en sus manos, Green está deseando ver sobre el parqué cómo funcionan las diferentes combinaciones una vez que Zion Williamson, ya recuperado, esté sobre el parqué.

«Con Ingram teniendo el balón en sus manos y Zion Williamson corriendo a poner el bloqueo… ¿qué va a hacer la defensa?. Y viceversa. Si Williamson tiene el balón y viene Ingram o McCollum. Estamos jugando con diferentes formas en las que podemos atacar», sentencia.

(Fotografía de Carmen Mandato/Getty Images)

 

Los Lakers se ven con opciones de ganar el anillo 2023-24 y en esa línea están trabajando. Alejados de otras campañas en las que las dudas iniciales invitaban a ir un poco al día, ahora creen tener lo necesario en plantilla para ser un aspirante más, algo que entienden quedó demostrado con el final de la temporada pasada, en la cual se acabaron plantando en las finales de la Conferencia Oeste.

Bajo esa premisa, no quieren dejar lo más mínimo al azar, sobre todo si se trata de la salud de sus estrellas. La campaña anterior vimos a un espectacular LeBron James, pero acabó jugando muy mermado por una lesión. El Rey ha explicado ahora que «prácticamente se desgarró todo el tendón», una dolencia importante que por suerte ya ha sanado. La cuestión es que ahora quieren evitar a toda costa que algo así se repita, por lo que el jugador de 39 años empezará con el freno de mano echado.

«Hay seis partidos de pretemporada, así que espero poder llegar al menos a la mitad de ellos. Pero ya veremos. Creo que cada partido dictará qué hacer. No jugaré el partido del sábado, eso seguro, en la Bahía. Pero ya veremos después de eso», comenta tras el último entrenamiento del equipo.

En los Lakers no hay dudas sobre el estado físico de LeBron. Su propio entrenador, Darvin Ham, así lo corrobora. «Sin lugar a dudas ha recuperado su energía y está cien por cien sano. Se ve bien. Parece un LeBron de tercer o cuarto año», analiza.

LeBron’s reaction! pic.twitter.com/SVMEK1Miyt

— NBA (@NBA) October 5, 2023

Tener a El Rey en plenitud física en la que será su 21ª temporada en la NBA es una excelente noticia; y justo por ello, porque quieren que tenga esa misma sensación de frescura cuando llegue la hora de la verdad con los playoffs, este año le han pedido que la calma sea la que domine en los primeros compases del curso.

«Simplemente tenemos que relajarnos. El hecho de que nuestro plantel sea el que es, hace que él no tenga que comenzar la temporada con su capa puesta, por así decirlo… La ayuda que tiene a su alrededor le permitirá no tener que estar a toda velocidad en cada entrenamiento y en cada partido de pretemporada», sentencia Ham.

Una medida extensible

LeBron ya ha comenzado en otras ocasiones sin apretar demasiado en el training camp. Sin ir más lejos, en la campaña 2021-22 jugó tres partidos y en la 2022-23 fueron cuatro. Sí, El Rey últimamente siempre se ha tomado esa etapa con cierta tranquilidad. La diferencia es que en esta ocasión en el equipo quieren que eso se extienda a los partidos oficiales. No hablamos de descansos –la NBA ya lo ha regulado–, sino de dejar que otros asuman el peso del juego durante más momentos. Ya contamos que LeBron ha pasado el testigo a Anthony Davis; pues ahora le toca también entender que el momento de asumir golpes y riesgos llegará más adelante. En cualquier caso, un LeBron con el freno de mano echado ya es un enorme jugador.

(Fotografía de Ronald Martinez/Getty Images)

 

Hace años –bastantes– que los Celtics son aspirantes al anillo. Desde que en 2017 perdiesen las finales de la Conferencia Este ante Cleveland Cavaliers, cada campaña han estado en la terna de favoritos; sin embargo, ya sea por un motivo u otro, la cuestión es que siempre se han quedado cortos.

Con el habitual eje formado por Jayson Tatum, Jaylen Brown y Marcus Smart se plantaron en las Finales de 2022 ante Golden State Warriors. Fue la mejor temporada de Boston, una que les hizo cree que con lo que tenían, podían. No fue así. En 2023 cayeron sorprendentemente en las finales del Este ante Miami Heat y ahí dijeron: ‘hasta aquí hemos llegado’.

Primero dieron salida a un ‘intocable’ Smart para hacerse con Kristaps Porzingis. Movimiento arriesgado, puede, pero que les impulsaba con un jugador grande que si le respetan las lesiones es realmente bueno. En este punto ya se entendió que Brad Stevens no estaba por la labor de dar más tiempo al actual proyecto, lo cual quedó certificado hace escasos días con la contratación de Jrue Holiday, por quien soltaron a Malcolm Brogdon y Robert Williams. Han hecho una apuesta importante, pero es lo que tenían que hacer.

Al menos así lo entiende el jugador franquicia. Jayson Tatum necesita tocar la gloria más pronto que tarde tras muchos cursos brillando a nivel individual, y cree que la organización ha hecho bien al ser agresiva en el mercado para mejorar el equipo, más viendo que Damian Lillard ha llegado a Milwaukee Bucks. «No puedes vivir con la mentalidad de que esta ventana va a durar para siempre», comenta a Bleacher Report.

La realidad es que ahora la Conferencia Este parece contar con dos equipos por encima del resto. Milwaukee tiene a dos de los mejores jugadores de los últimos años y Boston cuenta ahora justo con lo que le faltaba, un base estelar que llega curiosamente tras ser traspasado por los Bucks. Ya hay ganas de verles midiendo sus fuerzas.

(Fotografía de Maddie Malhotra/Getty Images)

 

Joel Embiid ha elegido. Tras darse por hecho hace un año que estaría en los Juegos Olímpicos de París 2024 con Francia –incluso solicitó y le concedieron la nacionalidad–, finalmente Estados Unidos ha apretado para contar con el pívot de Philadelphia 76ers y éste ha dado el sí, algo que conocimos durante la tarde del 5 de octubre.

Con tan importante decisión tomada, quedaba por conocer qué decía el propio jugador al respecto. Pues bien, a través de sus redes sociales ha explicado cómo se siente y los motivos que le han llevado a decantarse por el Team USA.

«Estoy realmente orgulloso y emocionado por esta decisión. No fue fácil. Tengo la suerte de poder llamar hogar a Camerún, Francia y Estados Unidos. Después de hablar con mi familia, supe que tenía que ser el equipo de EE.UU. Quiero jugar con mis hermanos de esta liga. Quiero jugar para mis aficionados porque han sido increíbles desde el día que llegué aquí. Pero, sobre todo, quiero honrar a mi hijo que nació en Estados Unidos. Quiero que mi hijo sepa que jugué mis primeros Juegos Olímpicos para él», expresa.

I’m really proud and excited about this decision. It was not easy. I am blessed to call Cameroon, France, and the USA home. After talking to my family, I knew it had to be Team USA. I want to play with my brothers in the league. I want to play for my fans because they’ve… pic.twitter.com/6VHSQTKVl3

— Joel Embiid (@JoelEmbiid) October 5, 2023

No ha sido una sorpresa. Por un lado se daba por hecho lo complicado que es decir no al Team USA, desde el que Grant Hill ha apretado para convencer a Embiid. Y tampoco extraña que lo haya hecho, ya que si de algo adoleció Estados Unidos en el reciente Mundial 2023 es de poderío interior. Los norteamericanos, quienes apuntan a llevar un auténtico Dream Team a París –Kevin Durant ha confirmado su presencia– ya tienen al pívot que tanto necesitaban.

(Fotografía de Tim Nwachukwu/Getty Images)

 

Así es. Olvidados los problemas físicos de Ben Simmons, ahora llega la hora de hacerlo funcionar sobre el parqué. Ya sin ninguna rutilante estrella, los Nets entienden que ha llegado la hora de que su base brille con luz propia, algo para lo que están dispuestos a colocarle en la mejor posición posible de cara al curso venidero.

Justo sobre eso, del encaje de Simmons en el equipo, ha hablado su entrenador Jacque Vaughn, quien señala que está investigando la fórmula correcta para que Nic Claxton y él puedan estar juntos sobre el parqué siendo efectivos.

«Tengo que tener la combinación adecuada a su alrededor. Esos otros tres tipos tienen que ser los tres tipos correctos. El espacio alrededor de ellos tiene que ser bastante premium y bastante detallado. Y luego tenemos que poner a Ben y Nic en posiciones para reaccionar con la pelota, sin la pelota, con su espaciado», comenta al periodista Erik Slater.

Lo cierto es que en Brooklyn quedan muchas cosas por descubrir; tanto es así que Vaughn tampoco acaba de tener claro cuál será el rol exacto de otra pieza esencial en su esquema como Cam Johnson.

«Creo que habrá una especie equilibrio con él. Necesitamos su tiro de élite. Creo que si hay algo en lo que apoyarnos, lo necesitamos. Necesitamos el espacio que él nos brinda. Literalmente, si puede lanzar 10 triples por partido, me encantaría. Lo invitaría a cenar todas las noches. Es un un tirador de un 40% en su carrera… Pero al final del día, creo que está creciendo como jugador, y eso lo viste al final del año: su habilidad para jugar pick-and-roll, su tamaño, puede salir corriendo, puede jugar rápido… Así que le esperan muchas cosas buenas», concluye.

(Fotografía de Sarah Stier/Getty Images)

 

Lo anunciado se ha hecho realidad. James Harden se ha incorporado al training camp de Philadelphia 76ers tras saltarse el media day y una sesión de entrenamiento y, aunque suene extraño, ha llegado en l que se podría calificar como un buen estado de forma; y no lo decimos nosotros, sino su propio entrenador, Nick Nurse.

«Realizó el entrenamiento casi al completo y se le veía bien. Como digo, se le veía bien y parecía estar físicamente en buena forma», comenta el head coach sobre el primer día de entrenamiento compartido por Harden con sus compañeros.

Cuestionado por el nivel de La Barba respecto al resto del equipo, Nurse explica que en estos momentos no sólo él, sino otros muchos jugadores, aún están mejorando, pero que lo que vio sobre el parqué le gustó.

Cuando los medios pudieron acceder al entrenamiento Harden ya se había marchado, por lo que no se le pudo hacer ninguna pregunta. Más allá de las declaraciones del entrenador, lo que más que se supo del MVP de 2018 fueron las fotografías que compartió la organización de Pensilvania en sus redes sociales.

elevated practice. pic.twitter.com/qOGIodzyga

— Philadelphia 76ers (@sixers) October 4, 2023

Comprometido con el trabajo

Así es. Tanto Nurse como los compañeros de equipo señalaron que Harden plenamente comprometido y participó durante todo el entrenamiento como uno más. El entrenador, quien habló brevemente con Harden antes de la práctica, explicó que las cosas simplemente se desarrollaron como lo harían normalmente durante el segundo día de un training camp; es más, elogió la energía y la intensidad del equipo y dijo que en realidad vio incluso una mejora desde el entreno del martes.

(Fotografía de Maddie Meyer/Getty Images)

 

La vida se le ha complicado a Donovan Mitchell y a los Cavaliers. Los últimos movimientos del mercado han colocado a Milwaukee Bucks (han adquirido a Damian Lillard) y a Boston Celtics (se han hecho con Jrue Holiday) como dos fuerzas que parecen estar por encima del resto en la Conferencia Este.

Ese es el nuevo contexto. Cleveland tiene muy buen equipo y si sus jóvenes estrellas (Darius Garland y Evan Mobley) dan otro paso al frente, serán sin duda mejores que hace un año, pero… ¿será suficiente? Justo a eso responde Donovan Mitchell, quien hace escasos días recalcó que no firmaría una extensión con el equipo antes del inicio de la temporada.

«Siento que estamos ahí. Creo que, obviamente, el hecho de que Milwaukee agregue a Damian Lillard, que es uno de los mejores bases de la liga, además de tener a Giannis, que es uno de los mejores jugadores, sin duda lo hace más difícil. Y luego agregar a Jrue Holiday a un equipo de los Celtics que ya está bien formado, lo hace más difícil. Pero al final del día, tenemos grandes esperanzas. Seguimos teniendo metas altas y un techo alto», comenta a Chris Fedor del Cleveland Plain Dealer.

Lo cierto es que el curso 2023-24 se antoja esencial para los Cavs. El año pasado estuvieron bien en temporada regular, pero todo se desvaneció en playoffs. Ahora necesitan dar un golpe sobre la mesa. No hablamos de batir a los mencionados equipos –quizás puedan–, pero sí de mostrar que tienen lo suficiente para competir con cualquiera.

(Fotografía de Elsa/Getty Images)