Los Bucks han asestado el primer golpe en su eliminatoria ante los Celtics. Los actuales campeones se llevaron el primer partido al imponerse en el TD Garden por 89-101, aunque más que el resultado la gran noticia para los de Budenholzer fue su sensación de dominio. Milwaukee controló el partido en prácticamente todo momento y maniató a los locales de forma absoluta, colocando el 0-1 en la serie y recordando al mundo que, aunque Boston llegue en un grandísimo momento de forma, son los campeones por un motivo.
Sería absurdo cometer el error de sobrerreaccionar al Game 1, por supuesto, pero los de Wisconsin evidenciaron que a nivel defensivo son una pesadilla para cualquiera. En un duelo de muchos contactos y en el que el arbitraje permitió a ambos conjuntos ser agresivos, los visitantes cerraron prácticamente todos los caminos hacia el aro y forzaron una actuación muy pobre de todos los hombres de los Celtics, que no encontraron la forma de brillar en ataque. El tamaño de Giannis o Brook Lopez protegiendo la pintura, la agresividad de un especialista como Jrue Holiday, o el gran trabajo de hombres secundarios como Jevon Carter o Grayson Allen hicieron a los de Udoka sufrir para lograr cada canasta, y dicho trabajo defensivo permitió a los Bucks desplegar su poderío en transición y marcar el ritmo del partido.
También fue sensacional la defensa de Boston, que sin embargo tuvo que asumir que en ocasiones ni siquiera un trabajo perfecto sirve ante jugadores del dominio de Giannis Antetokounmpo. La marca de hombres como Al Horford y Grant Williams sobre el griego fue excelente, pues consiguieron ser un obstáculo en cada uno de sus intentos de penetrar a canasta y, ayudados por la intimidación de Robert Williams, le hicieron fallar una infinidad de bandejas y de lanzamientos cerca del aro de los que normalmente anota, anulando el que es el principal motor de su juego. El alero terminó de hecho el choque con un 9/25 en tiros de campo, pero esto no le impidió hacerse amo y señor del partido en un absoluto recital.
Anoche se vio quizás la sublimación del crecimiento del heleno como playmaker. Una defensa que se le habría atragantado en 2019 o 2020 acabó siendo superada por su capacidad para tomar buenas decisiones, generar tiros para sus compañeros, y distribuir el balón con una enorme precisión en sus pases tras cometer varias pérdidas en los primeros minutos. Giannis fue más base que nunca, y se adueñó del encuentro para, pese a los problemas que le generaron los de Udoka, terminar con 24 puntos, 13 rebotes, 12 asistencias y 2 tapones en una actuación de absoluto dominador.
La acción que puso la guinda a su partido llegó mediado el último cuarto, momento en que, tras quedarse sin bote ante la agresiva defensa de Grant Williams, optó por ponerse un alley oop a tablero a sí mismo con el que regalar el highlight de la noche y colocar el +16 para los suyos.
Antetokounmpo, no obstante, no estuvo solo, pues una defensa que obliga a la estrella rival soltar el balón solo puede ser castigada si los secundarios aciertna, y los de Milwaukee lo hicieron. Jrue Holiday, con 25 tantos, fue de hecho el máximo anotador del duelo tras firmar un choque muy completo en ambos lados de la cancha, mientras que Bobby Portis, con 15, volvió a ser una amenaza desde la media y larga distancia para nutrir la ofensiva de Milwaukee. Sin embargo, incluso aquellos hombres que terminaron con menos puntos en su casillero dieron la sensación de haber realizado un gran trabajo, pues jugadores como Pat Connaughton o Grayson Allen anotaron los tiros que tenían que anotar para penalizar la sobrecarga de Boston sobre Giannis.
Todo lo contrario ocurrió con los locales, en quienes ni siquiera las estrellas terminaron de estar acertadas. Jayson Tatum llegó hasta los 21 tantos, pero lo hizo con un pobre 6/18 en tiro, mientras que Jaylen Brown firmó un aún peor 4/13 para acabar con 12 puntos y 7 pérdidas. Es de esperar que ambos vivan noches mejores a lo largo de la eliminatoria y que los Celtics crezcan con el avance de la misma, pero desde luego ha quedado claro que tienen delante un rival que les va a exigir mucho más y que les va a ofrecer muchas menos facilidades que los Nets.
(Fotografía de portada: Adam Glanzman/Getty Images)