Si hay algo que tiene Russel Westbrook y su juego, son críticos. Como poco más de los que su compañero Kevin Durant jamás tendrá. Pero ahora resulta que los argumentos que Westbrook está ofreciendo en pista esta temporada amenazan con silenciarles indefinidamente.
Durante ya más de cuatro temporadas, hemos visto juntos como Westbrook emergía como uno de los anotadores más potentes de la NBA. Lo cual, para muchos, era justamente el problema. Como point guard, el trabajo de Westbrook debería ceñirse a crear jugadas para sus compañeros en general, modelar los ataques en beneficio del estilo de Durant en particular, y jamás mirar por complacerse a sí mismo. Claro que ser agresivo en pista es un activo a considerar, pero no cuando no se equilibra con las dosis necesarias de altruismo.
Y Russell Westbrook se había ganado a pulso no ser nunca considerado precisamente un altruista. Tan solo el curso pasado, lanzó 19,2 veces a canasta por partido, cerca de las 19,7 de Durant. ¿El resultado? La mejor marca en anotación media de su carrera (23,6), justo al lado de la peor en asistencias (5,5). En base a ello, esos muchos críticos argumentaban, no sin razón, que quizá Westbrook no estaba preparado para liderar un equipo como se supone que los bases deben liderarlo; más aún cuando coincidía en pista con James Harden, que era cuando más perdía Westbrook la noción de las clásicas características de un point guard.
Pero todo ha cambiado. Harden lidera ahora la causa de los Rockets en Houston, con lo que Westbrook se ha visto obligado a adaptarse. Y vaya si se ha adaptado.
Siempre hemos sabido que Russell Westbrook sabe anotar. Nadie lo cuestionó jamás. El dilema que surgía con la marcha de Harden era si Westbrook sería capaz de equilibrar su innata tendencia por buscar la canasta contraria con las necesidades que ahora más que antes tenían los Thunder de un base solidario. ¿Podría Westbrook anteponer al conjunto por encima de su instinto natural individual? Por supuesto que no, nadie triunfa negándose a sus propios impulsos. Nadie, excepto Russell Westbrook.
A fecha de hoy, Westbrook promedia 20,7 puntos por partido en un 41,5% de acierto en los tiros de campo, ambas marcas significativamente menores que las de la temporada pasada. Sin embargo, solamente tira 17,9 veces a canasta por encuentro; algo sorprendente si consideramos que, aún con Kevin Martin en el roster Thunder, las oportunidades de mirar a canasta de Westbrook con Harden fuera del equipo deberían incrementarse.
Pero es que adaptarse significaba no estar siempre obsesionado con anotar y sí tratar de asumir el nuevo rol de primer facilitador del equipo. El catalizador ofensivo de Oklahoma City. En este sentido, Westbrook va por el camino de establecer este curso su mejor marca de asistencias por partido, ahora en 8,7, lejos de las míseras 5,5 de la campaña pasada. Pero esto no es todo.
A pesar de asistir más que nunca antes, tan solo el 12,4% de las posesiones de Westbrook terminan en pérdida, también el mejor registro en este apartado en la carrera del point guard, al tiempo que “solamente” pierde 3,4 balones por noche, mejor que en sus dos últimas campañas, las de su explosión como anotador. Tales registros resultan todavía más impresionantes cuando uno considera que Westbrook jamás ha circulado tanto el balón; y es que el base de UCLA asiste en el 44,7% de los puntos que su equipo consigue mientras él está sobre el parqué.
Valga la comparación para saber valorar mejor la magnitud de ese último dato. Para aquellos interesados, ese 44,7% es el tercer mejor registro de la Liga en ese ratio, tan solo detrás de Chris Paul y Rajon Rondo, y por delante de jugadores como Deron Williams, LeBron James, Tony Parker o Ty Lawson, todos ellos con un promedio de asistencias por partido mejor que el que Westbrook cosechó la temporada pasada. Esto significa alguna cosa; de hecho, lo significa todo para Westbrook y los Thunder de este año.
Y por si fuera poco, siga valiendo comparar para apreciar, ese 12,4% de las posesiones de Westbrook que terminan en pérdida este curso, es actualmente el menor porcentaje de entre los jugadores NBA con al menos un 33% en el ratio de puntos de sus respectivos equipos asistidos por ellos mientras están en pista. Y sí, en este caso esto incluye peores marcas de Chris Paul y Rajon Rondo.
¿Puede ahora por fin, entonces, ser considerado Russell Westbrook un auténtico point guard?
Bueno, al menos la máxima que durante cuatro largas temporadas dictaba que Westbrook era egoísta, que insinuaba que no estábamos ante un base puro o que aseguraba que los Thunder carecerían de un valiente y responsable playmaker con Harden fuera del equipo… ya no aplica para Oklahoma City; ya no aplica para Westbrook. De hecho, el base ya está demostrando ser capaz de probar exactamente lo contrario.
Russell Westbrook es desde esta temporada capaz de dar exactamente lo que su equipo necesita de él, y sin perder un ápice de la voracidad competitiva que siempre le definió. Demos la bienvenida al desarrollo de Westbrook en un auténtico y puro base talentoso NBA.