November To Remember; o lo mejor y lo peor del primer mes de competición NBA:
Mejor equipo: Los Memphis Grizzlies tienen en Rudy Gay a un anotador de élite, en Tony Allen y Mike Conley a unos defensores de perímetro asfixiantes, y en Marc Gasol y Zach Randolph al mejor dúo de big man de la Liga. Pero también tienen a un todavía subestimado entrenador en Lionel Hollins y a un sorprendentemente profundo banquillo a pesar de jugar esta temporada O.J. Mayo en Dallas. Su 12-2 de noviembre incluye, por si fuera poco, impresionantes victorias ante Heat, Knicks, Thunder y Lakers.
Peor equipo: Los Washington Wizards creyeron haber solventado la mayoría de sus problemas con el simple reemplazo de los zopencos Andray Blatche, JaVale McGee y Nick Young, por sólidos profesionales como Emeka Okafor, Nené Hilario y Trevor Ariza. Sin embargo, empezaron su temporada con un 0-12 que ya es el peor inicio de campaña en la historia de la franquicia capitalina. Las lesiones de Nené y su point guard estrella John Wall son aquí las mayores razones, pero los dolores de cabeza de los Wizards van mucho más allá.
Mejor jugador: LeBron James anotó 21 puntos, cosechó 7 rebotes y repartió 3 asistencias en la victoria de Miami en Phoenix del pasado 17 de noviembre. Y esa fue su peor actuación individual de lo que llevamos de temporada. Eso habla por sí solo de lo consistentemente bien que ha empezado James el curso que debe ser el de la caza de su cuarta corona de MVP y su segundo anillo. 24,9 puntos en un 52,7% de acierto en el tiro, 8,8 rebotes y 6,8 asistencias son sus promedios del primer mes completo de competición.
Peor jugador: Los Angeles Clippers esperaban que este año les llegara el Lamar Odom que fue parte fundamental de los dos últimos anillos conseguidos por sus vecinos Lakers, y no el Lamar Odom enfurruñado en su última y desastrosa temporada en Dallas. Y lo que han obtenido, hasta ahora, es simplemente una abominación en forma de teórico jugador de baloncesto. Fuera de forma y, aparentemente, de interés, Odom (33 años) promedió en noviembre 1,6 puntos (en un ridículo 22,7% de acierto en el tiro), 2,8 rebotes y 0,7 asistencias. A no ser que logre cambiar de cabeza, su carrera NBA podría terminar muy pronto.
Mayor sorpresa: Los Knicks de New York, un equipo de grandes disfunciones el pasado año (la pasada década), podrían haberse roto cuando llegaron las noticias de que su power forward estrella, Amar’e Stoudemire, se perdería el primer tercio de temporada tras otra lesión de rodilla. Sin embargo, se unieron, renacieron, y empezaron el curso con 6 victorias consecutivas para iniciar diciembre con un récord de 11-4. Carmelo Anthony está jugando el mejor baloncesto total de su carrera; Tyson Chandler no tan solo cierra la defensa con voracidad como suele sino que, además, está siendo más efectivo que nunca en ataque; Raymond Felton es de nuevo el Raymond Felton que ya fue con New York hace dos años; y Rasheed Wallace, J.R. Smith y Steve Novak completan un banquillo con más profundidad y efectividad de la esperada. Así que ahora, meses después, la pregunta resulta ser si la vuelta de STAT alterará o no la excelente química de equipo mostrada hasta el momento.
Mayor decepción: Cuando los equipos logran reunir una gran cantidad de enorme talento, es razonable vivir en ellos un periodo de transición mientras los jugadores aprenden a encajar los unos con los otros. Pero Los Angeles Lakers, tras añadir este verano a Steve Nash y Dwight Howard, han alarmado a sus fans y al mundo del baloncesto con un 8-8 de inicio hasta el final del mes de noviembre, a pesar de un calendario sencillo que incluía 11 partidos en casa. La excelencia en el juego de Kobe Bryant se ha visto ensombrecida por las dificultades de Pau Gasol, las pesadillas de Howard con los tiros libres, la lesión de Nash y un banquillo que da pavor. ¿Será diciembre un mes mejor?
Mejor partido: Fácilmente podríamos estar hablando del partido menos parejo de la temporada cuando Gregg Popovich decidió sentar a cuatro de sus titulares (incluyendo a Tim Duncan, Tony Parkaer y Manu Ginobili) en la visita que los Spurs rindieron a los Heat el pasado 29 de noviembre en encuentro televisado a nivel nacional. Lo que vimos, sin embargo, fue un convincente David contra Goliat en el que los reservas de San Antonio pusieron en grandes aprietos a los vigentes campeones. Fueron necesarios instantes finales heroicos por parte de LeBron James y Ray Allen para que Miami se llevara el partido, dando finalmente a la TNT todo el dramatismo deportivo que estaba de inicio programado.
Peor partido: Llegaban los Bobcats de Charlotte a Oklahoma City como propietarios de un respetable record de 7-5, acumulando en 12 paridos tantas victorias como las que el año pasado supieron cosechar en 66. Pero horas después, salieron del pabellón de los Thunder como protagonistas de una de las mayores debacles en la historia de la NBA. 64-24 era el resultado al descanso, y 79-25 mediado el tercer cuarto. Los de Scott Brooks bajaron el ritmo a partir de ese momento, pero aún así, el 114-69 final significa la peor derrota jamás registrada en la franquicia de los Bobcats.
Mejor actuación: Anderson Varejao ha sido siempre conocido en la NBA por su defensa, su lucha… y su cabello. Pero desde esta temporada también por sus impresionantes números en pista, incluyendo una memorable actuación (35 puntos y 18 rebotes) en la victoria de Cleveland en Brooklyn el pasado 13 de noviembre; con un 16 de 21 en tiros de campo. Por poco, quizá, pero mejor incluso que los dos primeros partidos de James Harden con la camiseta de los Rockets, donde totalizó 82 puntos, 13 rebotes y 14 asistencias.
Peor actuación: Hasta el pasado 26 de noviembre, Blake Griffin había anotado al menos diez puntos en todos y cada uno de los partidos que había disputado en casa desde su llegada a Los Angeles Clippers. Pero la racha se rompió ese dia ante New Orleans. A excepción de un mate en contraataque, Griffin falló los ocho tiros que intentó en 35 minutos de juego, antes de ser expulsado por seis faltas, con tan solo 4 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias y 4 pérdidas en su haber, más, por si fuera poco, la derrota 98-105 de su equipo.
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