¿Nuevo límite salarial? Peor para los más pequeños

Los propietarios quieren disminuir el límite salarial de las franquicias NBA, y esa es, probablemente, una de las tres más importantes razones por las que la Liga está atrapada en este maldito lockout, pues los jugadores de ninguna manera aceptan tal reducción, ni tan siquiera bajo el epígrafe de “flexibilidad” por el que los propietarios están dispuestos a sentarse y seguir negociando.

Y cuando el tema que se toca es el del límite salarial, uno no puede más que plantearse cómo afectará un nuevo tope (se habla de alrededor de los 55M$) en una franquicia como Miami Heat, cuyos tres principales jugadores consumirán esta próxima temporada ya 47M$ de su payroll. Y eso en la 2011-12. Para la 2013-14, por ejemplo, la cifra subirá hasta los 58M$, así que hasta con una supuesta flexibilidad que llegara hasta los 62M$, la franquicia de Florida solo tendría 4M$ para completar los salarios del resto de la plantilla.

¿Los campeones Mavs? Sí, su actual payroll llega hasta casi los 90M$, el tercero de la Liga. También por ello el sentimiento general cuando se habla de reducción en el límite salarial es pensar cómo se verán afectados equipos como Lakers, Heat, Bulls o Knicks. Ahora que los mayores atractivos para tales franquicias (dinero y mercado) no significarán demasiado con un límite salarial bajo pues firmar a varias superestrellas simplemente no es una opción, victoria para las franquicias de mercados más pequeños, ¿no?

No estemos tan seguro de ello.

Uno de los equipos con un mercado potencial más pequeño en la NBA, los Oklahoma City Thunder, irradian altos niveles de preocupación al respecto. A pesar de que la sensación sea que reducir el límite salarial repartirá de forma más homogénea por la Liga a aquellos jugadores con contratos más elevados (supuestamente, también los más buenos), Oklahoma City sería aquí la excepción.

Kevin Durant firmó el pasado verano una ampliación por cinco años de su contrato a razón de 16M$ anuales. Russell Westbrook, un base ya All-Star con tan solo 22 años, habría ejercido la opción de ampliación de su contrato este verano de no haber aparecido el lockout, y seguro que por una cantidad anual nada despreciable. Otros miembros importantes del roster de los Thunder (Serge Ibaka, James Harden y Eric Maynor) estarán ante la misma opción en el verano de 2012. Así que, si propietarios y jugadores acaban firmando un nuevo convenio colectivo con un límite salarial de, incluso, 60M$, ¿cómo puede Oklahoma City aspirar a retener a estos jugadores y mantener así el núcleo del éxito intacto? Ahí va la respuesta: simplemente, no podrá.

Este era el plan de su GM, Sam Presti, desde el primer día: se trataba de draftear a un grupo de talentosos jugadores y dejar que crecieran juntos. Hacer que progresaran, se desarrollarán y se conjuntaran como equipo primero, para atarles a la franquicia con cuantiosos y largos contratos después. Aspirar al anillo durante la siguiente década era el resultado final del plan. Y ha funcionado, no en vano los Thunder ya han llegado a las Finales de la Conferencia Oeste siendo uno de los equipos más jóvenes de toda la NBA. Pero ahora, el escenario ha cambiado, el tope salarial se va a reducir y, puede que en consecuencia, un par de vitales piezas de la plantilla de Scott Brooks acaben marchándose en el verano de 2012.

La realidad es que una disminución del límite salarial afectará incluso más a las franquicias con mercados pequeños, justo a las que los propietarios nos quieren hacer creer que están defendiendo. Dejar crecer juntos a un grupo de jóvenes y talentosos jugadores ya no será nunca más el camino a seguir. Trata de poner a cinco muy buenos jugadores cuyos contratos deberás extender juntos en un roster, y te habrás pasado del límite cuando renueves a tres de ellos. Además, los Thunder nunca estarían 30M$ por encima del límite salarial como este año han estado los Mavs. Financieramente, no pueden permitírselo.

Todos los equipos que hayan usado el Draft como pilar de construcción, simplemente deben de reconsiderarlo. Puede que los Cavs hayan comprometido el 80% de su futuro payroll en Kyrie Irving y Tristan Thompson, de acabar ambos triunfando en la Liga. Y lo mismo les puede acabar sucediendo a los Jazz con las elecciones de Enes Kanter y Alec Burks. Tal como pintan las cosas, el futuro de estos equipos puede que acabe siendo disfrutar de estos jugadores mientras se mantenga su contrato de rookies, para tener que terminar eligiendo a uno de los dos cuando toque renovar. Sí, los pequeños mercados quizá tengan que sufrir el recorte en el límite salarial más que los grandes. O, al menos, las buenas franquicias de los mercados pequeños que hasta ahora construían a base de Draft.

Quién sabe cómo quedará el paisaje en la NBA cuando todo el polvo que está generando el lockout se disipe. Quizá el sistema general de funcionamiento sea el mismo, solo que en vez de ofrecer los Thunder una extensión del contrato de James Harden a razón de 10M$/año, deban hacerlo de 6. Y quizá entonces cualquier otro GM de cualquier otra franquicia NBA le ofrezca a Harden esos 10M$ simplemente porque sabe que los Thunder no pueden llegar a ellos.

El modelo de buena manera de hacer de las franquicias con mercado pequeño construidas para el éxito está en serio riesgo. Así que quizá la razón en este punto de la negociación este de la parte de los jugadores, ¿no?.


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