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Y lo dice alguien que, no hace demasiado, pensaba que el lockout aniquilaría la temporada entera. Pero en muy pocas horas se da el salto inicial a la de nuevo apasionante temporada 2011-12. Van aquí algunas predicciones de lo que puede acabar sucediendo:
Campeón de la Conferencia Este: Por segunda temporada consecutiva, los Heat impondrán su superioridad en esta categoría. Se espera que LeBron James, al cual veremos más a menudo jugar de espaldas a la canasta, encuentre también más facilidad anotadora cuando el partido esté en un puño. A la producción habitual de Dwayne Wade y Chris Bosh, Miami añade esta temporada aportaciones potencialmente muy interesantes como las de Shane Battier y el rookie Norris Cole.
Campeón de la Conferencia Oeste: Aún a pesar de los modestos progresos que el tiro exterior de Russell Westbrook pueda presentar, Oklahoma City Thunder serán al final los únicos supervivientes del Western. La mejora atlética de Kendrick Perkins, junto con el progreso continuo de James Harden (firme candidato al premio de Most Improved Player), acompañarán a la megaestrella Kevin Durant en el camino hacia las primeras Finales de la joven y ya exitosa franquicia.
Rookie del año: Corazón, intuición y cabeza. Ricky Rubio, Kemba Walker y Derrick Williams. Con el juicio como bandera, vamos a decir que con la habilidad de postear a small forwards y la de sacar a fuera a power forwards para acabar, en ambos casos, anotando, Derrick Williams se va a salir esta temporada dentro de los sistemas ofensivos de Rick Adelman en Minnesota.
Jugador más mejorado del año: En base a las expectativas y a sus aptitudes, la primera campaña en la NBA de Evan Turner (76ers) fue un completo desastre. Pero ahora ha aprendido la lección, además de cómo encontrar situaciones favorables sin balón. Es su momento; quizá no haya más oportunidades.
Mejor jugador defensivo del año: Aunque el principal favorito de nuevo, Dwight Howard, ya ha mostrado en sus declaraciones de pre-temporada seguir estando a la defensiva en lo que a su próximo traspaso se refiere, hay que decantarse por Tyson Chandler, la reciente adquisición estrella de los Knicks, para llevarse tan preciado galardón. Y no solo por traer la cultura de la defensa de vuelta a New York, sino porque presumiblemente su frecuencia de tapones aumentará al lado de Amar’e Stoudemire.
Mejor sexto hombre del año: Carlos Boozer, el power forward titular de los Bulls, juega lo suficiente como para mantenerse en el quinteto inicial de Chicago. Pero no lo suficiente como para evitar que su compañero Taj Gibson se lleve este premio.
Mejor entrenador del año: Ni corazón, ni intuición, ni cabeza. Simplemente una apuesta fuerte basada en la progresión de la franquicia y la construcción de unos sólidos pilares que sustenten sucesivas temporadas exitosas en los años que estén por venir. Rick Adelman, Minnesota Timberwolves.
Mejor ejecutivo del año: Ojalá quedara vacante por poner en serio riesgo el enorme espectáculo que estamos a punto de disfrutar. Pero ya puestos, para el propio David Stern. ¿O no es él mismo el GM de los Hornets ahora?
Jugador más valioso (MVP) del año: Como sucedió con Derrick Rose la temporada pasada, será el primero, pero no el último. Se presenta la próxima estrella número 1 del luminoso firmamento NBA: Kevin Durant.
Y finalmente, el Campeón de la temporada 2011-12: Tras lo sucedido este verano y el daño que esto ha hecho a la imagen de este negocio global, uno cree que no hay mejor forma de recuperar la fidelidad de los muchos fans neutrales que, de inicio, se bajarán del barco, que un LeBron James anotando canastas en el límite de un Game 7 de unas Finales ante Durant y sus Thunder; para, de paso, romper su maldición y rehabilitar su honor público.