Pese a que hace unos días la cosa apuntaba a que la situación de James Harden en Philadelphia había llegado a una especie de tregua, parece que esto no es así, al menos todavía. Pocas horas después de que Dave MacMenamin, periodista de ESPN, señalase que empezaba a intuirse que el jugador continuaría en los 76ers, Sam Amick, de The Athletic, aseguró que en realidad La Barba no ha cambiado de opinión y sigue queriendo salir, pero comentó también que no da la impresión de que la franquicia esté realmente intentando que tal cosa ocurra.
Según asegura, diversos ejecutivos de la liga han comentado que Daryl Morey ha puesto un precio desorbitado a Harden, un precio que lo que sugiere es que en realidad no tiene intención de traspasarlo. De alguna manera, está haciendo lo más parecido a declararlo intraspasable sin llegar a hacer tal cosa, y empieza a dar la sensación de que esto podría ir para largo.
Morey ya demostró en el caso de Ben Simmons que no tiene ningún problema para dejar que la situación se vuelva incómoda con el paso de los meses, pero, a diferencia del australiano, James tiene solo un año de contrato y será agente libre en 2024. ¿Está Daryl dispuesto a arriesgarse a que se vaya a cambio de nada? Cuesta imaginarlo, pero no parece que por evitar ese riesgo vaya a darle salida pronto.
De hecho, no se espera que esta situación se resuelva pronto, y empieza a parecer plausible que Harden llegue al inicio del training camp e incluso de la temporada regular en las filas de los 76ers. De forma similar a lo que está ocurriendo con Damian Lillard, no parece haber un grandísimo interés en el mercado, y los dos culebrones van camino de prolongarse bastante en el tiempo.
(Fotografía de portada: Maddie Meyer/Getty Images)