La sequía de títulos de los New York Knicks ha llegado a 50 años. En la Gran Manzana están desesperados por sumar su tercera corona y las expectativas en últimos playoffs estaban en todo lo alto, hasta que se enfrentaron a los Miami Heat y fueron condenados a medio siglo sin triunfos.
La salida en las semifinales de la Conferencia Este fue dura, sobre todo porque se enfrentaron al octavo sembrado que después clasificó a las Finales de la NBA tras vencer a los Boston Celtics. Después de ver el desempeño del Heat, el líder de la franquicia neoyorquina, Julius Randle, asegura que no están «tan lejos» de conseguir el objetivo.
«Esto muestra lo equilibrada que está la liga, hasta el punto en que nos damos cuenta que si seguimos mejorando, no estamos tan lejos. Eso me motiva en cierto sentido. En mi mente pienso: ‘¿Cómo puedo ser la mejor versión de mí mismo para ayudar el equipo a ganar?'», analizó el ala-pívot en el podcast de Paul George, Podcast P.
Tres semanas después de la eliminación, Randle se sometió a una cirugía en el tobillo izquierdo. Se espera que esté de vuelta con el equipo en septiembre, cuando inicien den comienzo los training camp. «Pasé mucho tiempo con lesiones y la verdad, apesta. La rehabilitación y esas cosas son horribles, pero este tiempo me está dando la oportunidad para calmarme y digerir todo lo del año», reflexionó el jugador de 28 años de edad.
En los playoffs, Randle exhibió números discretos con 16,6 puntos y 37,4 por ciento de efectividad en tiros de campo, incluido un bajo 25,8 por ciento en triples tras 10 compromisos. Previamente, en la ronda regular, promedió 25,1 tantos y 10,0 rebotes para ser seleccionado en el tercer equipo All-NBA.
A Randle le restan tres años de contrato por un valor de unos 82,7 millones de dólares; sin embargo, la gerencia está dispuesta a escuchar ofertas con el fin de obtener a una superestrella que les lleve de vuelta a la cima.
(Fotografía de Elsa/Getty Images)