Josh Hart ha sido uno de los ganadores de este verano al firmar un contrato por cuatro años y 81 millones de dólares con los New York Knicks. Después de seis temporadas en la NBA, el escolta aseguró su futuro tras una carrera que él mismo ha calificado como un «torbellino».
Cuando llegó a la Gran Manzana en febrero se quejó de los frecuentes cambios en su trayectoria que comenzó en 2017: tres traspasos, cuatro equipos y seis entrenadores. Finalmente Nueva York se convirtió en su hogar y por casi 94 millones de dólares, si se toma en cuenta que ejerció su opción de jugador para la 2023-2024 por 12,9 millones.
«Significó mucho. Es un sueño hecho realidad poder tener la capacidad de cuidar a mis padres, familias e hijos», celebró en declaraciones a Joe Vardon de The Athletic. «Al salir del instituto no se me tenía una gran estima, tampoco en el Draft, y la primera vez que fui agente libre con restricciones terminó siendo una terrible experiencia», agregó el jugador de 28 años de edad.
En la clase que salió del instituto en 2013 se ubicó casi al final (94) entre los mejores 100 jugadores. No obstante, la Universidad de Villanova le dio la oportunidad y allí pasó los siguientes cuatro años hasta que en 2017 fue seleccionado por los Utah Jazz en el último puesto (30) de la primera ronda.
«Es difícil expresarlo con palabras. Mi juego, mi estilo, mi forma de jugar no siempre es la más glamurosa, pero el trabajo duro da sus frutos», expresó el oriundo de Maryland.
Hart finiquitó el acuerdo en medio de la concentración del Team USA para el Mundial. Ha sido el último de sus compañeros en firmar un pacto millonario en la última agencia libre después de Tyrese Haliburton, Anthony Edwards, Cam Johnson y Austin Reaves. «Lo celebré con una pequeña cena y buen vino», detalló.
(Fotografía de portada: Elsa/Getty Images)