Hoy le toca a los subcampeones, que se dice pronto. Previa NBA 2023-24 Miami Heat. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

Miami Heat

• Balance 2022-23: 44-38 (7º del Este en temporada regular, 8º tras play-in, finalista NBA).
• Entrenador: Erik Spolestra (MiniPops: 15ª temporada)
• Agentes libres más importantes en 2024: Kyle Lowry.
• Historia: Los jugadores más importantes de la historia de Miami Heat.
• La franquicia: El origen de Miami Heat.

La plantilla

• Movimientos en el mercado: Se desprenden de Oladipo (OKC) y Max Strus (Cleveland). Gabe Vicent no renueva y se va los Lakers. Contratan a Josh Richardson y Thomas Bryant y renuevan a Kevin Love. Ejercen su opción sobre Nikola Jovic. Firman un contrato dual a R.J. Hampton. Eligen en el puesto 18º del Draft a Jaime Jáquez Jr. Retirada icónica de Udonis Haslem.
• Backcourt: Kyle Lowry, Tyler Herro, Josh Richardson, Jimmy Butler, Duncan Robinson, Caleb Martin, Nikola Jovic, Jaime Jaquez Jr., Haywood Highsmith, R.J. Hampton, Dru Smith y Jamal Cain (tres contratos duales).
• Frontcourt: Bam Adebayo, Kevin Love, Thomas Bryant, Orlando Robinson.

Así encaran la temporada

Rescatamos, palabra por palabra, la misma entradilla de la previa de 2022. Porque, aunque cueste de asimilar, sigue igual de vigente: «Si los miras uno por uno, hombre por hombre y nombre por nombre, no pareces estar ante una de las mejores plantillas de la NBA. Pero la experiencia te ha demostrado que sí. Que los Miami Heat son uno de los colosos del Este».

Resulta que a las Finales NBA de 2020 y las de Conferencia de 2022… ahora toca sumar las Finales NBA, también por el título, de 2023.

Lo han vuelto a hacer, una temporada más los mejores de todo el Este; y de nuevo cuesta un mundo explicar cómo han hecho que ocurra.

Frente a los Tatum, Brown, Embiid, Harden, Harris, Antetokounmpo, Middleton, Holiday, Mitchell, Garland, Young, Collins, LaVine, DeRozan, VanVleet, Siakam… la siguiente receta: dos All-Star de perfil bajo (Bam Adebayo y Jimmy Butler) un Lowry añejo y un Spoelstra al que le das dos puerros y un cuenco de ajos y te monta un menú de 5 tenedores.

Ahora bien, tras un mercado estival calamitoso… ¿serán capaces de hacerlo de nuevo?

El chasco del verano

Damian Lillard, o ‘lo que pudo ser y no fue’. En Miami se entregaron por entero a la guerra de desgaste, apurando el presunto deseo del jugador de acabar en Florida, y apostando a que, en última instancia, a los Trail Blazers no les quedaría otra que conformarse con el paquete de ‘Herro y cía’, lo que habría concluido con Lillard, Butler y Adebayo bajo el mismo techo.

No fue así, y el galgo con quien nadie contaba (Milwaukee) terminó llevándose al conejo, dejando a Pat Riley con dos palmos de narices y como único recurso marketing para este nuevo curso 2023-24 que el de reciclar eslogan: «¡Heat, allá vamos… otra vez!»

El mal trago, no obstante, soporta una segunda lectura totalmente opuesta.

Los subcampeones de la NBA repiten con el mismo proyecto que les condujo a las últimas Finales. Mantienen su columna vertebral, que está en la edad ideal para seguir rindiendo a tope –Butler gestiona bien sus 34, y Adebayo (26) y Herro (23) siguen cotizando al alza– no hay cambios en el cuerpo técnico y Erik Spolestra repetirá como uno de los mejores entrenadores de la NBA.

Pero como todos sabemos, los Heat se diferencian por algo más: el don de adquirir un saco de arena y no de encontrar oro dentro, sino de crearlo a partir de mismos granos. Cada año Spoelstra convierte un alfeñique baloncestístico en una pieza capaz de ser el man of the match en un duelo de playoffs. Kendrick Nunn, Jae Crowder, Duncan Robinson, Max Strus… y en esta pasada entrega le ha tocado a Caleb Martin y, por encima del resto, Gabe Vincent. Ni Strus ni Vicent seguirán el curso que viene, no obstante, vistiendo la camiseta de los Heat, por lo que la labor extractora de Spo vuelve a partir casi desde cero.

La plantilla de Miami es corta, y en cuanto a certeza veterana sólo han logrado firmar a Josh Richardson y retener a Kevin Love, así como el más que interesante fichaje de Thomas Bryant para ser el suplente de Bam.

¿Quién será el elegido de su joven camada para el proyecto de bisutería? ¿Nikola Jovic, el tirador serbio para quien Jokic sólo tiene buenas palabras? ¿Será ‘Triple Jota’ (Jaime Jaquez Jr.), el tercer mejicano de la historia del draft y con un perfil defensivo que podría encajar como un guante en la pizarra? ¿R.J Hampton, el pollo sin cabeza a la espera de un staff técnico que se la sepa atornillar? ¿O será Jamal Cain, quien afronta el reto de cambiar su segundo contrato dual por un hueco en la primera plantilla?. Hagan sus apuestas.

Ese ‘algo’ que no se puede explicar

Por lo demás, no tiene mucho sentido ahondar en qué estilo de juego van a practicar los Heat esta campaña, si una drop defense o un febril sistema de cambios que monitoree al equipo rival cuarteando su tiro de tres. Porque todo esto, cuando asoman los playoffs, es engullido por un concepto más vasto y esotérico de cultivo constante: La Cultura Heat.

¿Que de qué estamos hablando? Ime Udoka lo describió a la perfección en mayo de 2022, tras enfrentarlos en Finales de Conferencia. «Les ganamos los tres primeros cuartos. Les ganamos la batalla de la transición. Les ganamos en second chance points. En puntos en la pintura. Y en el último cuarto no estuvimos a la altura. No hicieron nada diferente. Simplemente salieron e impusieron su voluntad”.

«Les ganamos los tres primeros cuartos. Y en el último cuarto no estuvimos a la altura. No hicieron nada diferente. Simplemente salieron e impusieron su voluntad”.

Ime Udoka sobre los Heat de playoffs –

Kyle Lowry va camino de los 38 pero acaba de afirmar que quiere recuperar su puesto de playmaker titular tras perderlo en la recta final del curso pasado, algo que podría lograr más por defecto que por exceso. En Miami no han cubierto la sensible baja de Vicent y, literalmente, Lowry emerge como el único base puro de la franquicia en este momento. Lo hemos dicho: plantilla muy corta.

Resulta imposible pensar que no harán algun(os) movimiento en la ventana invernal si quieren llegar fuertes al ecuador de primavera.

El jugador a seguir

Cada vez que se le ha puesto en jaque (ya sea por su irregularidad o por su perfil demasiado comercial) ha respondido dando el doble. Tyler Herro era la estrella a sacrificar para que el milagro de traer a Damian Lillard se diese. Lo malo de estos traspasos, aireados hasta el extremo por la prensa pero que terminan por no cuajar, es que hay jugador que queda expuesto, sabedor de que los suyos no lo tenían en la estima suficiente como para colgarle el cartel de ‘intocable’.

Pero a su vez, en el caso de Herro, es consciente de su gran valor, y así se lo demostró Miami cuando le renovó en octubre de 2022 por cuatro años y 130 millones.

El año pasado no hubo apenas evolución, casi calcando sus cifras de la 2021-22, pero donde más queríamos verle el posible salto de madurez, los playoffs, no existieron: se lesionó en el peor momento de la temporada, y unas molestias en la ingle desde la serie ante Milwaukee se fueron agravando hasta borrarlo de las eliminatorias, y forzando el paso al frente de Martin y Vincent. ¿Habría cambiado el sino de las Finales ante Denver con Herro a bordo?

Sus dotes de facilitador, sumadas a las de tirador, tanto en estático como en generación propia, además de su buen tacto para penetrar, lo catapultan como un combo guard de lo más completo que sólo debe seguir yendo hacia arriba.

Madurez, cabeza, hambre y tan solo 23 años con la capacidad, si se atreve, de tener el mundo a sus pies. Y si le faltaba un último incentivo, ya lo tiene: demostrar a todo el mundo que el plan de cambiarlo por una leyenda de 33 años, habría sido el mayor error que podían cometer los Heat.

Previa NBA 2023-24 Miami Heat, el pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, deja un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada en la previa NBA 2023-24.

Qué gran equipo, señores. Confianza ciega en esta gente después de lo de la pasada primavera. ¿Qué más da que terminen con 40 victorias durante la temporada regular? Donde hay que verlos es en playoffs y ahí volverán a dar batalla, aunque ahora tienen a unos Knicks, Celtics y Bucks, se supone, mejores. Pronóstico de los 82 partidos: 48 victorias.

Próximo equipo: Brooklyn Nets.

(Fotografía de portada de Sam Navarro/Getty Images)

 

Es momento de publicar la previa NBA 2023-24 Los Angeles Clippers. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

Los Angeles Clippers

• Balance 2022-23: 44-38 (5º del Oeste, primera ronda de playoffs)
• Entrenador: Tyronn Lue (4ª temporada en el banquillo)
• Agentes libres más importantes en 2023: Kawhi Leonard (opción de jugador), Paul George (opción de jugador).
• Historia: Los jugadores más importantes de la historia de Los Angeles Clippers.
• La franquicia: El origen de Los Angeles Clippers.

La plantilla

• Movimientos en el mercado: Renovaciones de Russell Westbrook y Mason Plumlee, traspaso de Kenyon Martin Jr. (aquí todos los movimientos).
• Backcourt: Russell Westbrook, Bones Hyland, Brodric Thomas (no garantizado), Joshua Primo (two-way), Norman Powell, Terance Mann, Amir Coffey, Brandon Boston Jr., Xavier Moon (no garantizado).
• Frontcourt: Kawhi Leonard, Paul George, Nicolas Batum, Marcus Morris, Kenyon Martin Jr., Jordan Miller (two-way), Robert Covington, Bryson Williams (no garantizado), Moussa Diabate (no-way), Kobe Brown, Ivica Zubac, Mason Plumlee.

Así encaran la temporada

Cómo se analiza a un equipo con más interrogantes qué certezas. Intentar anticipar algo de estos Clippers es un esfuerzo tan baladí como pronosticar cuándo va a pedir Irving el traspaso o con qué look se va a presentar Jimmy Butler en el media day el año que viene. Pero vamos allá.

Desde el verano de 2019, los Clippers llevan siendo aspirantes a todo sobre el papel y ganadores de nada en la práctica. Y, salvo en el descalabro de la burbuja, esta disonancia no ha tenido tanto que ver con motivos deportivos como físicos. Cuando no es Kawhi es George y cuando no es George son los dos, pero la cuestión es que los servicios médicos del equipo han tenido que hacer más horas extra que un recién graduado en economía que entra a una Big Four. Y así, pelear por un campeonato es complicado.

Pero como esto es lo mismo que llevamos dos veranos diciendo de los Clippers, hablemos de las cosas que sí han cambiado, de las cuales la más importante es seguramente la incorporación de Russell Westbrook. Al base pareció sentarle bien el cambio de aires tras la salida de los Lakers, y en un rol menos protagonista se sintió más cómodo y logró adaptar su juego para convertirse en un jugador importante, un papel que espera mantener este año. Y es que en un equipo con tendencia al load management y a tomarse las cosas con calma en temporada regular, un jugador que dote de espíritu competitivo y de energía a la plantilla durante los 82 partidos puede ser fundamental, y Russ ha ejercido esa labor en muchas etapas de su carrera.

También serán fundamentales los hombres de rotación, que ante las habituales bajas han demostrado estar capacitados para asumir mucho peso. La veteranía de Batum, Morris y Covington, la eficacia de Zubac, Mann y Plumlee, y la moneda al aire de Bones Hyland convierten a este en uno de los rosters más completos de la competición, pero lo cierto es que ni siquiera aquí hay garantías. Y es que cómo vamos a hablar de la plantilla para que, con un solo tweet de Charania o Wojnarowski, todo lo escrito se vaya por tierra en un momento.

¿Qué pasa con Harden?

James Harden es a día de hoy jugador de los 76ers, pero su cabeza está en Los Ángeles. Su relación con Daryl Morey está rota, la petición de traspaso está encima de la mesa y los Clippers están intentando dar forma a un movimiento con el que sumarlo a la plantilla. ¿Se dará? ¿Qué tendrán que soltar los californianos? La respuesta vuelve a ser, por supuesto, que a saber.

Su llegada seguramente se daría a costa de reducir la profundidad de la plantilla, haciendo de este un roster aún más pensado para la postemporada que para la liga regular. Con él, contarían con cuatro más que probables futuros Hall of Famers que, aunque algunos lejos de su prime, convertirían a su ataque en una auténtica pesadilla para las defensas rivales, que tendrían que cubrir a una cantidad de armas difíciles de contener. Harden de hecho demostró en los pasados playoffs que sigue estando capacitado para, aunque sea a cuentagotas, firmar algunas actuaciones de esas que te ganan partidos decisivos, y rodeado de otras superestrellas tal vez sus noches de desacierto no pesasen tanto.

Pero claro, volvemos a un terreno muy especulativo, porque ni es jugador de los Clippers ni es fácil intuir a qué nivel va a rendir en caso de serlo. Ni qué rol va a tener en un equipo que no va precisamente falto de jugadores a los que les gusta tener el balón en sus manos. Y así con todo.

El resumen es que si te resetean el cerebro de un golpe y borran de él todas las temporadas anteriores, echando un ojo a la plantilla es difícil no poner a este equipo entre los candidatos al anillo. Tienen a una de las superestrellas más determinantes de la liga, a un segunda espada de muchísimo nivel, grandes anotadores secundarios, complementos versátiles y con potencial, una plantilla profunda, y un entrenador que desde su llegada ha demostrado ser capaz de sacar estrategias y recursos para potenciar todos estos elementos. Y sin embargo, como le ocurría a Teresa Wright con Joseph Cotten, sobrevuela de forma constante la sombra de una duda. Una duda a la que prácticamente podemos poner nombre y apellido.

El jugador a seguir

Hace medio año Kawhi Leonard se plantó en el Footprint Center en la primera noche de playoffs, le metió 38 puntos a uno de los grandísimos favoritos al anillo, ganó el partido sin su principal escudero, y recordó al mundo entero que forma parte de ese reducidísimo puñado de jugadores capaces de decantar una serie por sí solos. En el siguiente partido, se lesionó. Y así, en solo dos días, tuvimos un perfecto resumen de lo que han sido sus cuatro años en Los Ángeles.

Todo lo dicho hasta ahora sobre las dudas e incertidumbres del equipo está personificado en Leonard, y lleva tanto tiempo siendo así que llega un punto en el que es complicado tener algo nuevo que decir. El alero cayó lesionado en los playoffs de 2021, se perdió por competo el curso 21-22 y, tras pasarse todo el 22-23 reservándose para las eliminatorias, apenas duró sano 80 minutos antes de volver a poner rumbo a la enfermería. La cuestión es, ¿hay motivos para creer que será diferente esta vez?

Quizás alguno que otro. Este año, a diferencia del anterior, parece que llegará al 100% desde el principio y podrá tener continuidad durante la temporada regular, lo que puede hacer a los angelinos un equipo peligroso durante ella y permitirles llegar a la postemporada en mejor posición. Y es que la idea de que este es un equipo que puede ir a medio gas hasta abril y apretar entonces parece haberse disuelto. Porque ahora mismo este es un proyecto que tiene de todo menos garantías.

A pocos de los equipos aspirantes les vendría mejor tener una temporada regular dominante que a estos Clippers, necesitados de recordar al resto cuál es su verdadero potencial y de despejar algo de escepticismo con respecto a sus capacidades. Y un Kawhi al 100% desde el inicio es la mejor receta de los de Tyronn Lue para lograr algo así. Porque lo cierto es que, a estas alturas, no parece que nadie se atreva a poner la mano en el fuego por este equipo. Y viendo su plantilla, es triste que así sea.

Previa NBA 2023-24 Los Angeles Clippers, pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, deja un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada en la previa NBA 2023-24.

Vaya años llevan los Clippers. No cumplen las expectativas ni una sola vez. La culpa, como dice Aitor, hay que cargársela a la ausencia de salud. Como fuere. Este pronóstico va sobre la temporada regular y, llegue o no lo haga Harden, los Clippers del ‘load management’ no están —ni estarían— para 60 victorias. Ni para 40. Tampoco creo que les de hasta las 50. Vamos a dejarles en 48 y ver cómo se desarrollan los acontecimientos.

Próximo equipo: Brooklyn Nets.

(Fotografía de portada: Stacy Revere/Getty Images)

 

Es el turno de publicar la previa NBA 2023-24 Golden State Warriors. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

Golden State Warriors

• Balance 22-23: 44-38 (6º de la Conferencia Oeste, semifinales de conferencia).
• Entrenador: Steve Kerr (10ª temporada en el equipo).
• Agentes libres más importantes en 2024: Klay Thompson.
• Historia: Los jugadores más importantes de la historia de Golden State Warriors.

La plantilla

• Movimientos de mercado: Traspaso de Chris Paul, renovación de Draymond Green, incorporaciones de Cory Joseph, Dario Saric y Usman Garuba (aquí todos los movimientos).
• Backcourt: Stephen Curry, Chris Paul, Gary Payton II, Cory Joseph, Kendrick Davis (no garantizado), Klay Thompson, Moses Moody, Brandin Podziemski, Rodney McGruder (no garantizado), Lester Quiñones (two-way), Jerome Robinson (two-way).
• Frontcourt: Andrew Wiggins, Donovan Williams (no garantizado), Javan Johson (no garantizado), Draymond Green, Jonathan Kuminga, Dario Saric, Trayce Jackson-Davis, Rudy Gay (no garantizado), Kevon Looney, Usman Garuba (two-way).

Así encaran la temporada

Hace un año, Golden State tenía un sueño: seguir siendo aspirante a todo con su núcleo viejo mientras desarrollaba un núcleo joven con el que ser aspirante en el futuro. Un año después, aquel sueño parece haberse confirmado como una quimera.

James Wiseman se fue para traer de vuelta a Gary Payton en febrero y Jordan Poole fue enviado a Washington para propiciar la llegada de Chris Paul en uno de los movimientos más sorprendentes del verano. Y, sin duda, también uno de los que más preguntas despiertan. Los Warriors son ahora más veteranos. ¿Son también más contenders?

Desde luego, esa es la idea. Stephen Curry cumplirá 36 años durante la próxima temporada regular y en San Francisco han decidido que no tiene demasiado sentido ponerse a desarrollar novatos si ello reduce las opciones de uno de los mejores jugadores de la historia de pelear por más anillos en sus últimas temporadas al máximo nivel. Si la ventana se cierra, hay que exprimirla lo máximo posible y no andar con medias tintas. Ya llegará luego el momento de buscar un nuevo jugador franquicia con el que abrir otra.

La cosa es que, si bien arrancan como un equipo al que nadie se atreve a descartar, tampoco parece que nadie se decante por ellos como grandes favoritos. El 22-23 fue un curso en el que nunca parecieron al nivel de los mejores del Oeste, un sentimiento que no ha desaparecido durante el verano, pero lo cierto es que fue un año que se fue enrareciendo poco a poco y con varios factores que no les ayudaron a lucir como los campeones que eran. Factores que, en esta ocasión, podrían no estar.

Y es que conviene no olvidar que la temporada empezó con Draymond Green agrediendo a Jordan Poole, arrastró durante muchos meses un cierto aire de desesperación con determinadas decisiones precipitadas del propio Poole, nos encontramos a unos Warriors con una sorprendente incapacidad para ganar fuera de casa, perdieron a Curry durante dos largos tramos en diciembre y febrero, a Wiggins durante más de la mitad de la liga regular, Kerr no encontraba la tecla con los jóvenes… En resumen, lo que se dice un año normal, no fue.

Ahora Poole no está, Draymond no ha agredido a nadie, y hay menos jóvenes a los que encajar. Las lesiones surgirán, como siempre, pero casos extraordinarios como la ausencia de Wiggins por motivos personales durante la segunda mitad del curso parece difícil que se repitan. ¿Significa esto que se parecerán más a los de 2022 que a los de 2023? No necesariamente. Porque se han cubierto algunas carencias, pero tal vez no todas.

Por un lado, han conseguido un backcourt más experimentado, menos propenso al desorden, más letal en el pick & roll y en el clutch. Por otro, siguen algo cojos en el frontcourt, sin la profundidad en las alas que dieron hombres como Otto Porter el año del anillo y sin un pívot suplente que evite que un resfrío de Looney roce el drama. Y luego están los interrogantes, que son muchos y que tal vez marquen cuál es el techo de este equipo: ¿Dará Kuminga el salto que le haga por fin ser parte de la rotación de playoffs? ¿Volverá Payton a ser el de antes de la lesión? ¿Qué puede sumar Saric a estas alturas?

Y sobre todo, ¿es el gran traspaso del verano un acierto o un desastre?

El jugador a seguir

Al trío Curry-Thompson-Green ya lo conocemos todos. Pero de repente a este triángulo se le ha sumado un cuarto vértice. ¿Cómo encajará Chris Paul en estos Warriors? Este es sin duda el principal elemento a seguir.

A falta de que los primeros encuentros amistosos y, sobre todo, el inicio de liga regular empiecen a aclararnos dudas, las cuestiones son infinitas. La opción que se antoja como más lógica es que arranque los encuentros desde el banquillo y se encargue de dirigir la segunda unidad y sumarse a los titulares en los finales apretados, pero lo cierto es que en el primer choque de preparación ha estado en el cinco inicial. ¿Se lanzará Kerr de cabeza a un súper small-ball haciéndole compartir pista con Steph, Klay, Wiggins y Draymond desde el principio? E incluso si no es así, ¿cómo se gestionarán los tramos en los que sí coincida con varios de ellos?

A priori, la presencia de Paul puede liberar de balón a Curry y darle más opciones para ser una amenaza off-ball, aprovechando su gravedad para abrir aún más espacios. Puede dar a Draymond Green un nuevo socio para jugar el pick & roll. Puede dar más sangre fría, más temple y menos decisiones impulsivas que Jordan Poole en los finales apretados. Los beneficios potenciales son muchos.

De igual manera, puede ser una baja sensible a la hora de la verdad si mantiene la tendencia de los últimos años. Puede solaparse algo más con Steph al tratarse de un base puro. Puede no tener la capacidad de ejercer de desatascador que sí tenía Poole y que tan importante fue en el anillo de 2022.

Kerr va a tener pues que definir muy claramente qué espera de él y cómo puede potenciar esas virtudes. Hablamos sin duda de un jugador que puede venirle como un guante al proyecto, que no viene de sus mejores años pero que seguramente no necesite el nivel de su prime para sumar muchas cosas a un equipo en que no será ni primera, ni segunda y quizás ni tercera espada. Verle con la camiseta de los Warriors es uno de los grandes alicientes del año, lo que le convierte inevitablemente en el hombre a seguir de la plantilla.

Previa NBA 2023-24 Golden State Warriors, pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, deja un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada en la previa NBA 2023-24.

Me hace ilusión ver a Chris Paul con los Warriors. Será la enésima oportunidad de ganar el anillo para uno de los mejores bases de la historia y, a su vez, abre una nueva vía para un equipo al que por edad se le está acabando la magia. Me gusta también eso de ver a veteranos estrellas que las han visto de todos los colores partiéndose el lomo contra jóvenes que saltan siete metros más que ellos. Veremos quien sale vencedor. Pronóstico de temporada regular: 48 victorias.

Próximo equipo: Los Angeles Clippers.

(Fotografía de portada: Ezra Shaw/Getty Images)

 

Los últimos dos años no han sido nada justos con LaMelo Ball. Entre problemas físicos y pobres resultados deportivos, su repercusión mediática en la NBA parece haberse precipitado por el sumidero. En 2022, el menor de los Ball se encontraba en el centro del debate sobre el mejor base joven de la liga no llamado Luka Doncic, junto a Trae Young y Ja Morant.

Sin embargo, varias lesiones, entre ellas la fractura de tobillo que puso punto y final a su temporada de forma anticipada, lo han desplazado de estas conversaciones en favor de otros grandes talentos como Shai Gilgeous-Alexander, De’Aaron Fox, Tyrese Haliburton o Darius Garland. Un desenlace que, por otra parte, tampoco le preocupa al jugador de los Charlotte Hornets. “No me importan esas cosas”, declaró recientemente al medio ESPN. “Solo quiero asegurarme de estar bien para el equipo. Estamos trabajando para alcanzar los playoffs.”

Jugar la postemporada no presenta un reto especial para muchas franquicias, pero el contexto histórico es muy diferente en Charlotte. Los Hornets solo han firmado balance positivo en cuatro ocasiones en los últimos veinte años. Y las tres veces que jugaron playoffs cayeron eliminados a las primeras de cambio, sufriendo una barrida en dos de ellas.

 

El momento de leer la previa NBA 2023-24 Los Angeles Lakers. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

Los Angeles Lakers

• Balance 22-23: 43-39 (7º del Oeste, Finales de Conferencia).
• Entrenador: Darvin Ham (2ª temporada en el equipo).
• Agentes libres más importantes en 2024: LeBron James (opción de jugador), D’Angelo Russell (opción de jugador).
• Historia: Los jugadores más importantes de la historia de Los Angeles Lakers.
• La franquicia: El origen de Los Angeles Lakers.

La plantilla

• Movimientos en el mercado: Renovaciones de Austin Reaves, D’Angelo Russell y Rui Hachimura; fichajes de Taurean Prince, Christian Wood, Gabe Vincent, Cam Reddish y Jaxson Hayes (aquí todos los movimientos).
• Backcourt: D’Angelo Russell, Gabe Vicent, Jalen Hood-Schifino, Austin Reaves, Max Christie, Scottie Pippen Jr. (no garantizado), Vincent Valerio-Bodon (no garantizado), Damion Baugh (no garantizado).
• Frontcourt: LeBron James, Taurean Prince, Cam Reddish, Maxwell Lewis, Alex Fudge (two-way), D’Moi Hodge (two-way), Rui Hachimura, Jarret Vanderbilt, Colin Castleton (two-way), Anthony Davis, Christian Wood, Jaxson Hayes

Así encaran la temporada

Se hace raro un verano tranquilo en los Lakers después de dos años marcados por la llegada y por la no salida de Westbrook respectivamente. Los de oro y púrpura llegan al inicio de curso sin arrastrar una sensación de desastre del año anterior, sin movimientos cuestionables en la offseason, y sin la sensación de que esta plantilla necesita muchos cambios para funcionar. En resumen, con optimismo. Que ya es decir viniendo de donde venimos.

Y es que, tras los grandes movimientos de febrero, el equipo quedó bastante bien apañado y Pelinka se ha encargado de apuntalarlo con algunas incorporaciones prometedoras. Gabe Vincent, que viene de unos playoffs formidables en Miami, promete aportar agresividad y anotación al backcourt; Christian Wood, aunque un tanto denostado tras su paso por Dallas, es un jugador con un talento innegable al se le caen los puntos de las manos; Taurean Prince y Jaxson Hayes son opciones muy sólidas que hacen aún más profunda la plantilla, y Cam Reddish, aunque va camino de eterna promesa, es de esos jugadores que siempre invitan a pensar «¿y si sí?».

No obstante, donde más ha brillado el ejecutivo es en las renovaciones. Porque, tras la eliminación ante los Nuggets, había una gran pregunta: ¿Qué va a pasar con Austin Reaves?

Pues Austin Reaves va a seguir vistiendo de oro y púrpura a un precio al que nadie pensaba que lo haría. Con un contrato de 54 millones en 4 años, el escolta rechazó opciones bastante más lucrativas para continuar en el equipo, convirtiéndose en el gran éxito del mercado pero asumiendo sobre sus hombros la responsabilidad de estar a la altura de unas expectativas que serán mucho más altas que hace un año. Siempre se habla de cómo la temporada de la consolidación es más importante que la de la irrupción, pero lo cierto es que, tras haberle visto en sus primeros playoffs, cuesta creer que la presión se lo vaya a comer ahora.

Pero no solo Reaves ha renovado. También lo han hecho D’Angelo Russell y Rui Hachimura, a quien Pelinka ha conseguido retener con acuerdos también bastante satisfactorios. El base, tras unos playoffs muy decepcionantes pero que no necesariamente marcan cuál será su aportación de aquí en adelante, renovó a la baja y permitió liberar algo de espacio, mientras que el nipón, que sí se reveló como un arma muy valiosa por su capacidad para abrir la pista al lado de Anthony Davis, se ha quedado a un precio razonable. Todo esto ha permitido que, en general, los angelinos hayan conseguido mantener la base del año pasado añadiendo un par de piezas con mucho potencial.

La cosa es, ¿para qué les da ahora con esto?

Aspirantes o no, esa es la cuestión

Este es ya un asunto más delicado. A priori, si lo visto duranta la segunda mitad del curso pasado se confirma y no hay problemas físicos graves, debacles como volver a caerse de la postemporada no deberían repetirse. Pero, ¿son estos Lakers contenders?

En cierta medida, hay motivos para defender que sí y que no. Los angelinos se impusieron a unos jóvenes y voraces Grizzlies en primera ronda, se convirtieron en el primer equipo del Oeste en tumbar a los Warriors en la era Kerr en la segunda, y, pese al 4-0, llevaron a los Nuggets al límite en cada partido de las Finales de Conferencia y ofrecieron una serie mucho más apretada de lo que la barrida puede invitar a pensar. Y dado que el núcleo se mantiene, hay motivos para pensar que van a seguir a ese nivel.

Pero, a su vez, ese 4-0 está ahí, y es difícil hacer como que no existe. Incluso si todos los partidos se decidieron en el alambre, los Lakers fueron incapaces de ganar un solo encuentro al campeón de la NBA, lo que hace que cueste situarlos al mismo nivel. Y dado que el núcleo se mantiene, hay motivos para pensar que el salto que pueden dar es limitado.

La plantilla se antoja algo más profunda que la de hace unos meses, pero todo apunta a que el quinteto será el mismo que fue habitual en las pasadas eliminatorias (Russell, Reaves, LeBron,Vanderbilt, Davis) y rara vez son los sextos y séptimos hombres los que marcan la diferencia. ¿Puede Gabe Vincent ser el de los últimos playoffs? ¿Puede Christian Wood dar descansos de calidad a Davis en un rol en el que, no lo olvidemos, Ham tuvo que ubicar a Hachimura y Tristan Thompson durante las Finales de Conferencia?

Suena plausible. Y si tenemos en cuenta que el salto que necesitan dar no es tan grande como el de hace un año, puede que haya que contar con estos Lakers. Pero por ahora, no parecen arrancar el curso en la misma tier que los Nuggets. Si quieren que se les considere como tal, tendrán que ganárselo en la pista.

El jugador a seguir

En la mitad ofensiva de la cancha podemos debatir. En la mitad defensiva no. El jugador más importante de los Lakers en esta faceta es Anthony Davis, el segundo es Anthony Davis cojo, y el tercero es Anthony Davis manco. Si algo ha quedado claro desde que La Ceja llegó a la franquicia, es que son un equipo con él y otro sin él. Y por eso, por tópico que sea, hay que hablar de lo de siempre.

Decir que si Davis está sano bien y que si se lesiona mal es el análisis más simple posible, pero llega un momento en que es inevitable caer en él. Porque lo que te cuando está en pista ya lo sabemos todos. La presencia en la pintura, la intimidación, el rebote, la versatilidad en los cambios de marca, el spacing, la forma de condicionar las ayudas rivales. Lo que no sabemos es cuándo va a estar en pista. Desde su llegada a Los Ángeles, ha jugado al menos 50 partidos en dos temporadas, que se saldaron con un anillo y unas Finales de Conferencia. En las dos en las que no ha llegado a esa cifra, a casa en primera ronda y un año sin postemporada. Pues claro, de qué vamos a hablar si no.

Ahora dice que no quiere jugar de 5, pero amigo date cuenta. Usarle como center multiplica exponencialmente los recursos del quinteto, y con la gran cantidad de aleros altos o ala-pívots de los que dispone la plantilla, es sin duda lo que más sentido tiene. De hecho, su versión menos dominante ha llegado seguramente en los tramos de su etapa en L.A. en los que ha compartido pista con otro grande, e incluso a nivel de exprimir el roster parece tener mucho más potencial un equipo en el que Christian Wood es sexto hombre que uno en el que es el pívot titular. ¿Compartirán pista a ratos? Seguro. Pero Ham tiene la labor de convencer a Davis de que el sistema básico del equipo debe ser con él en el 5.

Previa NBA 2023-24 Los Angeles Lakers, el pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, deja un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada en la previa NBA 2023-24.

El buen sabor de boca dejado por los Lakers en la segunda parte de la temporada y los playoffs me hace venirme arriba: estamos ante el próximo campeón de la NBA. Estoy bromeando. No descarto unos Lakers campeones si LeBron y Davis están sanos y aprenden a cerrar partidos ante Denver y luego también son mejores que Boston o Milwaukee, pero eso es ya entrar casi en el terreno de la ciencia ficción. De lo que se trata es de adivinar qué pasará en temporada regular y en este caso me decanto por las 50 victorias en 82 partidos.

Próximo equipo: Golden State Warriors.

(Fotografía de portada: Thearon W. Henderson/Getty Images)

 

Quedan tres semanas para que empiece una nueva temporada de la NBA. Los ejecutivos de los equipos han trabajado durante todo el verano y tienen las plantillas casi a punto, ya que ahora llegan los clásicos training camp en los que terminan de definir esas piezas secundarias en las que realmente confían. Por ello repasamos los mejores agentes libres que quedan en el mercado, un grupo de jugadores dominado por veteranos de gran nivel (hay algún All-Star) que esperan la llamada de una organización para prestar servicio. Hoy repasamos, por posiciones, los jugadores más interesantes que continúan sin equipo.

Bases

George Hill. Es quizás el más ilustre de esta lista en cuanto a la confianza que han depositado en él equipos aspirantes al anillo. Cleveland (con LeBron James), Philadelphia o Milwaukee le han sumado como la que debería ser una pieza clave en su esquema hacia el título. Ninguno acabó ganando con él, pero no porque su rendimiento no fuese acorde a lo esperado. Ahora, ya con los training camp avanzando, parece complicado que le firme algún equipo salvo por lesión de algún jugador. La puerta se le puede abrir conforme avance el curso.

Goran Dragic. Otro ilustre del baloncesto. Un lesión en la burbuja de Orlando de 2020 le impidió disputar unas Finales a las que llegaba lanzado. Desde entonces no ha vuelto a mostrar tal nivel e incluso se ha hablado de una posible retirada. Sigue en activo y no sería raro que algún equipo le acabase reclamando. A finales de julio se rumoreó un posible retorno a Miami Heat.

Austin Rivers. Puede ser el nombre más sorprendente de la lista. Buen tiro, buena capacidad para crear jugadas, una defensa potable… Rivers ha sido por años ese jugador que podía encajar en casi cualquier esquema; sin embargo, tras su último año en Minnesota nadie ha confiado en él. No es un base al uso, pero puede rendir en esa posición. Un jugador de eficacia probada que no sería extraño que acabase encontrando acomodo.

Escoltas

Will Barton. Tan talentoso como peculiar, Barton ha pasado en pocos años de ser una pieza esencial de unos Nuggets que apuntaban alto –han terminado siendo campeones en 2023–, a verse de pronto sin equipo alguno que confíe en él. La campaña pasada, disputada entre Washington y Toronto, supuso un enorme paso atrás en su carrera, ya que por primera vez en ocho años se quedaba por debajo de los 10 puntos de promedio. Hace tiempo se habló de un interés de los 76ers, pero no llegó a nada.

Kendrick Nunn. Carrera extraña la que ha llevado este jugador de ahora 28 años. No fue elegido en el draft de 2018, por momentos deslumbró en Miami como un anotador y al marcharse fue poco a poco desapareciendo su brillantez. En su último curso, con los Wizards, promedió 7,5 puntos y 1,8 asistencias. Para la segunda unidad, en busca de puntos, no suena mal.

Terence Davis. Por ahora no hay vida más allá de Sacramento para Davis. Tras cuatro años en la NBA, no ha terminado de asentarse y ahora se enfrenta a un momento complicado. Quizás su mayor cualidad sea la intensidad que lleva a la pista, pero para las franquicias no parece ser suficiente –al menos por ahora–. Con un buen lanzamiento exterior y piernas para defender fuerte, es probable que tenga otra oportunidad.

Aleros

T.J. Warren. Aún tenemos en el recuerdo esos partidazos en la burbuja, los cuales fueron el paso previo a una gravísima lesión que le ha relegado al ostracismo. Phoenix apostó por él la campaña pasada, pero el resultado no fue el deseado. Durante este verano ha entrenado sin suerte para algunos equipos como Boston Celtics. Si algún equipo necesita hacer una apuesta importante a bajo coste, este es su hombre.

Anthony Lamb. Uno de los jóvenes de la lista. A sus 25 años viene de hacer una muy buena campaña con los Warriors, equipo con el que disputó hasta 62 partidos para promediar 6,7 puntos, 3,5 rebotes y 1,5 asistencias en 19,2 minutos por noche, todo ello con un 36,7% en triples. Quizás alguna organización entienda que merece la pena explorar qué tipo de jugador puede llegar a ser.

Juan Toscano-Anderson. Sus primeros pasos en los Warriors fueron ilusionantes, pero la llama empezó a apagarse en cuando fue pasando de un equipo a otro. El último curso se define en 52 partidos entre Lakers y Jazz para promediar 3 puntos en 13,5 minutos por noche. Recientemente firmó por los Capitanes de la G League. Será allí donde deba demostrar que merece otra oportunidad.

Terrence Ross. El clásico microondas que suele brillar con luz propia desde la segunda unidad. Vivió sus mejores años en Orlando y en Phoenix no pudo ser todo lo importante que esperaba la campaña pasada. Desde hace semanas se habla de la posibilidad de que marche a Europa, más exactamente a Serbia, país del que es su mujer. Por ahora sigue apurando las opciones de seguir en la NBA.

Ala-pívots

Justise Winslow. El clásico alero potente que con la evolución del juego ha pasado a ser un cuatro. Las lesiones han sido su peor enemigo desde que llegó a la NBA –a finales de marzo pasó por el quirófano– y le han ido ganando terreno hasta verse sin equipo. No sería sorprendente que algún equipo apostase por él más pronto que tarde, ya que es un chico que ofrece soluciones en muchos estilos de juego.

JaMychal Green. Casi podríamos hablar de un 3&D, aunque es un ‘cuatro’. El curso pasado lo vivió en Warriors y rozó el 38% en triples. A sus 33 años raro sería que no tuviese al menos un último baile en la NBA. Es el clásico jugador que siempre suma y que rara vez te hará perder un partido por cuenta propia.

James Johnson. Un veterano venido a menos pero sobrado de experiencia. Ese jugador es un James Johnson que obviamente ya tuvo sus mejores años jugando para Miami Heat y que a sus 36 años viene de disputar únicamente 18 encuentros con Indiana Pacers. Presente complicado el suyo, si bien tiene experiencia para hacer de mentor en algún vestuario.

Pívots

Bismack Biyombo. Un clásico de estas listas. Aparece mucho por aquí, pero termina siempre encontrando acomodo. En la campaña 2021-21 los Suns lo rescataron en enero y se lo quedaron hasta este verano, pero ahora está sin equipo. Un pívot a la antigua usanza: fuerte, potente, duro y reboteador. No puedes pedirle más, pero con eso acumula ya 12 temporadas en la NBA.

Gorgui Dieng. Hubo un tiempo que parecía que tendría una gran carrera, pero se quedó en eso: parecía. Desde que dejó Minnesota ha ido dando tumbos y el último le ha llevado a entrar en la agencia libre para no salir. Pasó el último curso en los Spurs para jugar únicamente 31 partidos. Su fichaje por otro equipo apunta a llegar más adelante, y sólo si se lesiona algún jugador.

Blake Griffin. Hemos dejado para el final al gran ilustre. Durante años fue de los mejores jugadores de la NBA, pero los problemas físicos terminaron por reducir su impacto de manera notable. Estando en forma aún podría aportar en casi cualquier equipo, pero el problema es justo ese, que no saber qué Griffin te encontrarás. Quizás acabe teniendo sitio en algún contender.

(Fotografía de Christian Petersen/Getty Images)

 

Aquí tenemos la previa NBA 2023-24 Minnesota Timberwolves. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

Minnesota Timberwolves

• Balance 2022-23: 42-40 (8º del Oeste)
• Entrenador: Chris Finch (4ª temporada)
• Agentes libres más importantes en 2024: Mike Conley, Kyle Anderson y Jordan McLaughlin
• Historia: Los jugadores más importantes de la historia de Minnesota Timberwolves.
• La franquicia: El origen de Minnesota Timberwolves.

La plantilla

• Movimientos en el mercado: Firma de Shake Milton. Renovaciones de Anthony Edwards, Naz Reid y Nickeil Alexander-Walker (aquí todos los movimientos).
• Backcourt: Anthony Edwards, Jordan McLaughlin, Shake Milton, Troy Brown Jr., Nickeil Alexander-Walker, Vit Krejci, Daishen Nix, Tyrese Martin, Josh Minott y Wendell Moore.
• Frontcourt: Karl-Anthony Towns, Rudy Gobert, Jaden McDaniels, Kyle Anderson, Naz Reid y Leonard Miller.

Así encaran la temporada

La temporada 2022-23 de los Timberwolves estuvo tan condicionada por diversos obstáculos, problemas físicos y traspasos que resulta complicado sacar demasiadas conclusiones. De hecho, muchas de las dudas y cuestiones con las que se abordó el año tendrán que ser resultas en este nuevo curso que se presenta en el horizonte.

Si bien no podemos definir como desastre el experimento, los temores que existían alrededor de la pareja interior formada por Karl-Anthony Towns y Rudy Gobert se cumplieron. El internacional francés no estuvo a la altura de sus años en Utah aunque fue vital para impulsar la defensa de Minnesota hasta la décima mejor de la NBA. Un dato, por otro lado, insuficiente, pues repercutió notablemente en el ámbito ofensivo, donde el juego de los Timberwolves se volvió predecible, lento y poco dinámico. Cómo tuvo que ser el panorama para que Edwards se quejase de ello en la primera semana de la temporada regular al verse desplazado de la ofensiva, mientras la afición les devolvía los primeros abucheos.

Para ser justos —y no sé si esto resultó positivo o negativo—, Towns se perdió 53 partidos, más del 60 por ciento de la temporada, por lo que Chris Finch disfrutó de poco margen para adaptar a ambos interiores. El técnico ha reiterado en varias ocasiones que todavía cree firmemente en la coexistencia de Towns y Gobert. De hecho, la lesión de Towns se tradujo en una ‘vida extra’, pues su puesto estará en serio peligro si no logra mejores resultados este año. Así como la propia continuidad del frontcourt, ya que los rumores comerciales acompañarán a ambos si las cosas empiezan a torcerse.

La lesión de Towns permitió brillar a los otros dos pilares interiores del equipo. Naz Reid aportó un tan interesante como necesario equilibrio entre ataque y defensa que fue recompensado con su renovación por tres años y 42 millones. Por su parte, Jaden McDaniels continuó con su crecimiento, en el que destacó su versatilidad defensiva y la mejoría en el tiro de tres puntos. Ambos serán muy importantes cuando los titulares estén en el banquillo o sufran problemas físicos. Además, la llegada de Mike Conley en el cierre de mercado invernal transformó por completo el juego en estático del equipo. En primer lugar, liberó de peso en la creación a Edwards. En segundo, facilitó un mayor criterio en el juego. Y, tercero, involucró más a Gobert, con quien hizo buenas migas en Utah.

Al veterano base le queda un último año de contrato, por lo que la gerencia tendrá que decidir si apostar por él hasta el final de temporada o darle salida antes del cierre de mercado en febrero de 2024 e incorporar un perfil similar. Pero, de momento, Conley se presenta como una pieza fundamental para el juego ofensivo de Minnesota. El equipo jugó bien con McLaughin —incluso mejor que con D’Angelo Russell—, pero no deja de ser un buen suplente. De hecho, el incombustible Kyle Anderson hace las veces de segundo mariscal al mando gracias a su visión de juego y versatilidad. Por su parte, el recién llegado Shake Milton comprende un molde de base más vertical y anotador que ayudará con puntos desde la segunda unidad. También será necesario evaluar lo que puedan ofrecer jóvenes como Wendell Moore y Leonard Miller.

Lo cierto es que la arriesgada apuesta por Gobert el pasado verano ha condicionado que este haya sido mucho más tranquilo: la gerencia ha priorizado la continuidad de cara a terminar de evaluar el actual ‘producto’. Podemos definirlo como un ‘verano sabático’ de doble filo: si las cosas no salen bien, el periodo estival de 2024 será muy movido en Minnesota.

La plantilla cuenta actualmente con tres jugadores con contratos máximos —Edwards, Towns y Gobert—, un precio demasiado alto para un equipo que, de momento, no ha sido capaz de superar la primera ronda de playoffs y que solo franquicias que pretendan situarse como auténticos candidatos estarían dispuestos a pagar. Y Minnesota no lo es, dentro de una Conferencia Oeste en la que hasta doce o trece equipos emergen con posibilidades legítimas de jugar los playoffs.

El jugador a seguir

Anthony Edwards ha adelantado por la derecha a Karl-Anthony Towns para situarse como la gran estrella de estos Timberwolves. El alero ha ido mejorando sus prestaciones cada año y empezará este nuevo curso a pleno rendimiento tras ser el líder de la selección de Estados Unidos en el Mundial, pese a la decepción sufrida al no colgarse medalla.

Ahora, se espera un nuevo paso adelante por parte del que fuera número uno del draft de 2020, aunque este podría depender de su comodidad en la pista y de si finalmente la pareja interior formada por Rudy Gobert y Karl-Anthony Towns es capaz de encajar y devolver réditos positivos. Después de anotar casi 25 puntos por partido la pasada temporada, Edwards aspira a continuar rompiendo registros y establecerse como uno de los mejores anotadores de la NBA.

Sus envidiables cualidades físicas le permiten también defender a muchos perfiles distintos de jugadores y poco a poco ha añadido otros recursos como director secundario gracias a su visión de juego, aunque en playoffs se mostró eminentemente como un ejecutor. En efecto, en Minnesota precisan de su mejor y más completa versión si pretenden romper la barrera de primera ronda de playoffs, la cual se les lleva resistiendo 20 años. Un salto, el de estrella a súper estrella, que también respondería a la extensión de contrato por 260 millones de dólares que firmó en julio. Como tal se le exigirá a partir de ahora. Y su hambre competitiva está a la altura.

Previa NBA 2023-24 Minnesota Timberwolves, pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, deja un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada en la previa NBA 2023-24.

En el pasado ya expresé mis dudas sobre el precio pagado por Gobert. Excesivo a todas luces. Más aún teniendo en cuenta que la apuesta era por un experimento deportivo de pronóstico incierto. Hace un año, antes del estreno de la dupla de torres vaticiné 48 victorias para ellos. No llegaron a esa cifra por la lesión de Towns y problemas de encaje, así que para la 23-24 soy algo más pesimista: 45 victorias.

Anterior equipo analizado: New Orleans Pelicans. Próximo equipo: Los Angeles Lakers.

(Fotografía de portada de Gregory Shamus/Getty Images)

 

Creo que jamás he visto a una afición tan de luto por la marcha de un jugador como la parroquia celtic con el adiós de Marcus Smart. No debería de extrañar tal penitencia viniendo de quienes más enaltecen la identidad y la pertenencia como valores irrenunciables. Aquellos principios sobre los que Red Auerbach construyó una dinastía y tres cuartos y que llega a nuestros días algo así como un “mejor caer con los míos que vencer a toda costa”. Y en ese mar lacrimógeno y verde, Javier R. Rodríguez sirve siempre como brújula. Aunque el rumbo que marca lleve a una deriva aún mayor. 

El Despacho Celtics y su creador hace tiempo que representan la voz editorial de la afición de los de Boston. Al menos de la que se encuentra fuera de la propia Boston y habla la lengua de Cervantes o Cortázar o García Márquez. Sus artículos son prácticamente editoriales del simpatizante celtic y su humor “son unos paquetes, pero son nuestros paquetes” ya son santo y seña de la cultura que rodea al equipo de los diecisiete anillos. Al de la costa este quiero decir. 

“Brad Stevens ha traspasado en menos de dos meses a Marcus Smart y Robert Williams, nos encontramos sin extremidades, habla, vista, oído, gusto y olfato”, arranca el último texto de Javi. Que no levanta el ánimo en ningún momento de ahí en adelante. Solo deja una pequeña rendija abierta en el último párrafo para intuir que sí, que quizás ahora sean mejor equipo ¿Pero y eso qué importa? 

Más allá de lo emocional

Bien, vamos ahora con el burdo, frío y despreciable pragmatismo. El cambio, más allá de la profundidad perdida por el camino, es un ‘posición por posición’. O, como impera en las normas del baloncesto de hoy, perfil por perfil. Holiday y Smart son bases, pero ambos agradecen no ser los jugadores que lleven el timón del equipo en cada jugada. Además, son consumados especialistas defensivos, encomiados a la defensa de la estrella rival noche tras noche y excelsos cuando les toca quedar parados lejos del balón o ante jugadores de mayor peso, tamaño y envergadura. 

No obstante, más allá de estas similitudes, existe una miríada de matices. A pesar de no haber desarrollado la totalidad de su carrera como el clásico playmaker, Jrue sí ha demostrado estar más que capacitado para asumir ese rol. Cosa que Smart no, ya sea por la desconfianza de sus técnicos, el reparto de roles ofensivos de sus equipos o sus propias limitaciones. De hecho, viene de la que seguramente haya sido la mejor temporada regular de su carrera ejerciendo como tal durante la mayoría de encuentros en ausencia de Middleton o con el escolta aún mermado físicamente.

Quizás la memoria reciente, la única que parece existir en el deporte de élite, le castigue por su papel en la debacle ante Miami. Asunto en el que cabe recalcar dos cosas. El primero, que el partido que ganan los Bucks es una exhibición de Holiday alimentando el juego interior en ausencia de Giannis. Lo segundo, que los cortocircuitos ofensivos de Milwaukee bebieron mayormente de poner el balón en las manos de Antetokounmpo alejado del aro y sin plan aparente más allá de la finalización del griego por lo civil o lo criminal. Claro que el base tiene su parte de culpa y que se mostró incapaz en muchos momentos marcando a Jimmy Butler, pero esto no debería pesar demasiado en el análisis general. 

Por tercer año consecutivo el ya ex de Milwaukee ha incrementado sus lanzamientos tras bote sin bajar del 38% en triples después de dribbling. A estas alturas, pasarle un bloqueo por detrás supone un suicidio que suele castigar. Además, se ha especializado en el arte del triple en transición, anotando el 45% de sus intentos en los primeros seis segundos de posesión. La llegada de Derrick White y el paso de adelante de Smart al ‘uno’ alimentaron un contraataque hasta hace un par de cursos inexistente, pero la llegada de Holiday debería catapultar la transición ofensiva de Boston hasta el top diez en frecuencia y efectividad. 

Un director inédito en Massachussets

Yendo al ataque a media pista, en Milwaukee Holiday se ha convertido en uno de los mejores jugadores de la liga en secuencias de bloqueo directo, generando un punto por posesión en acciones finalizadas con tiro (percentil 79). Y es que en la etapa Stevens, ya sea como entrenador o general manager, Boston no ha contado con un base que cubra tanto espectro desde el juego de pares como lo hace Jrue. 

Irving y Thomas eran grandes anotadores en estas lides, pero rara vez afrontaban la acción con la idea de buscar la solución involucrando a sus compañeros. Lo mismo sucede con Brown y Tatum, aunque el segundo sí ha experimentado una notable evolución castigando los desajustes defensivos que él mismo genera. Smart y White vienen de dos temporadas notables ahí, pero de volumen reducido. 

A estos efectos, Holiday es un multiplicador de todo lo que rodea al pick and roll. Sobre todo porque su mayor virtud no es alimentar al jugador que sitúa la pantalla, sino castigar los desajustes que emanan de esa primera ventaja. Los Celtics son un conjunto que insiste mucho en acciones de bloqueo entre exteriores para generar missmatches o las ya famosas pantallas fantasmas donde el que acude a bloquear simplemente amaga para ocupar una posición abierta cerca del manejador para generar dudas defensivas. Jrue es uno de los mejores bases de la liga leyendo estos desequilibrios momentáneos desde el ya mencionado triple tras bote o desde el pase. Precisamente uno de los debes de los Bucks está en no haber explotado al máximo su conexión con Giannis, ya que una vez el base tocaba pintura y el griego partía desde el lado débil, resultaba una combinación mortífera. 

Boston le regala a Holiday un sistema en el que sus anotadores no tienen ningún problema en llegar a los puntos sin balón, aunque necesiten una notable cuota del mismo. Y ahí, Jrue también ofrece grandes bloqueos directos e indirectos que remata con su amenaza en el tiro a pies parados (45% de acierto el pasado curso). Pero, sobre todo, a los Celtics llega un elemento conciliador en momentos donde el balón quema. A menudo, la resolución en el clutch de Boston era un calco de la versión que mostraba Marcus Smart. Resolutiva cuando el base estaba con la bombilla encendida y caótica cuando llegaba a esos instantes con la mecha prendida.

Esta ha sido la piedra con la que el equipo, ya sea bajo el mando de Stevens, Udoka o Mazzulla, más ha tropezado en tiempos recientes. Ahora no sólo han restado un factor azaroso como Smart, sino que suman a un tipo que viene de promediar 2,7 puntos y 0,7 asistencias con un 50% de acierto en tiros de campo y 47% en triples en estas tesituras. Estos fueron los números de los jugadores de Boston en el clutch el curso pasado:

Evidentemente, todo esto solo es el resultado de poner en números lo que resulta evidente al ojo: Holiday es bastante mejor jugador y creador primario o secundario que Marcus Smart. Aparte de representar un impacto defensivo, como mínimo, igual que el de el jugador de los Grizzlies.

Regreso a lo emocional

La única pega que podría hallar el traspaso sobre el papel es la de las vísceras. En un conjunto que se viste por los pies de los Jays, nunca hubo duda de quién era el líder espiritual de ese vestuario. Con la repercusión que conlleva en cancha. Y el volcánico carácter y excentricidad de Smart ahora encuentra la absoluta calma en su lugar. Holiday es un jugador impasible, el estilete defensivo más silencioso que existió, pues se sabe que Duncan mascullaba pequeñas puyas entre dientes. Como dijo Gonzalo Vázquez “Jrue Holiday es Gary Payton con la boca cerrada”. 

Si en Smart todo es grito, aspaviento y euforia que hacen las veces de gasolina para su incendiaria defensa, en Holiday no cabe siquiera el cambio de semblante. El Garden ya no celebrará entre la alegría y la sorna las acciones en las que el silbato cae en las simulaciones de uno de los mejores actores de la liga. Tendrá que acostumbrarse a un tipo tan frío (y duro) como el metal. Actitud que seguramente le haya costado varias presencias en mejores quintetos defensivos o consideraciones a mejor defensor del año cuando ha sido el mayor bastión defensivo que encuentra el perímetro en la última década.

El abismo entre ambas personalidades, más en la posición usualmente dueña del orden, obliga a un cambio drástico en la naturaleza del equipo. Los Boston Celtics ya no serán lo que hemos conocido hasta ahora. Y, a pesar del dolor del aficionado de la franquicia, evolucionar es sano. Aunque sea dejando atrás lo que tanto se quiso.

(Fotografía de portada de Stacy Revere/Getty Images)

 

Es el turno de publicar la previa NBA 2023-24 New Orleans Pelicans. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

New Orleans Pelicans

• Balance 22-23: 42-40 (9º del Oeste, play-in)
• Entrenador: Willie Green (tercer año)
• Agentes libres más importantes en 2023: Jonas Valanciunas, Jose Alvarado (opción de equipo), Dyson Daniels (equipo), Kira Lewis Jr. (agente libre restringido).
• Historia: Los jugadores más importantes de la historia de New Orleans Pelicans.

La plantilla

• Movimientos en el mercado: salidas de Jaxson Hayes, Josh Richardson, Willy Hernangómez y Garrett Temple; llegada de Cody Zeller. 
• Backcourt: C.J. McCollum, Jose Alvarado, Dyson Daniels, Kira Lewis Jr. 
• Frontcourt: Brandon Ingram, Zion Williamson, Herb Jones, Trey Murphy III, Larry Nance Jr., Naji Marshall, Jonas Valanciunas, Cody Zeller, E.J. Lidl.

Así encaran la temporada

El curso pasado fue una montaña rusa en New Orleans. Empujados por el optimismo de los competitivos playoffs de 2022 y el regreso de Zion, los Pelicans fueron uno de los mejores conjuntos de la liga durante el primer tramo de regular, llegando a 2023 con un 23-13 que les aupaba en lo más alto de la Conferencia Oeste. Sin embargo, el 2 de enero terminaría siendo el día en el que Williamson disputase el último partido de la temporada. Poco antes, el 25 de noviembre, Brandon Ingram también había caído en un dique seco que le obligaría a perderse 29 partidos.

Curiosamente, justo después de esta lesión el equipo encadenó su mejor racha de victorias (7) de toda la campaña. Aunque el inicio fuese positivo en líneas generales, sí existía cierta sensación de dificultad a la hora de calibrar los roles de cada uno. Personalmente, pienso que C.J. McCollum hubiese acabado haciendo de pegamento entre Ingram y Zion; y que este último hubiese acabado más dedicado a la ejecución. La realidad fue otra, y es que sin Ingram el equipo despegó como si todo encajase. 

McCollum firmó los mejores meses de su carrera como playmaker, Zion era tan eficiente como siempre y sus números al fin tenían un impacto directo en el marcador, Valanciunas cerraba el triángulo ofensivo para limpiar las jugadas a ambos y la irrupción de Trey Murphy III como complemento de lujo terminó de pulirlo todo. Herb Jones sufrió cierto estancamiento, sobre todo ofensivo, pero nunca dejó de ser uno de los mejores defensores exteriores de la liga. Esto y la versatilidad que otorgaban los formatos con Nance Jr. al ‘cinco’ les permitió tapar las carencias defensivas de McCollum y Zion para erigirse como la sexta mejor defensa de los primeros dos meses de temporada. 

Las buenas noticias no acababan ahí, ya que la segunda unidad del equipo también funcionó como un tiro entre octubre y diciembre. Jose Alvarado, que se había destapado como un correoso defensor, dio un paso adelante como base de esos que no necesitan amasar demasiado balón para hacer funcionar el equipo. Su liderazgo sumado a jugadores como Naji Marshall o Dyson Daniels les convirtió en la tercera mejor unidad de la liga, superando a sus rivales por 2,3 puntos por cada cien posesiones. 

Caída en picado

Estas dinámicas colectivas mantuvieron su vigencia incluso después de la baja de Zion. En enero, el equipo continuaba siendo competitivo, pero las derrotas se apilaron hasta dilapidar cualquier tipo de inercia positiva. Diez derrotas consecutivas para cerrar la segunda mitad de enero arrojaron por la borda muchas de las ilusiones generadas, hundiendo al equipo en esa masa de conjuntos del Oeste que ha bordeado el 50% de victorias durante la práctica totalidad del curso. 

El desplome ofensivo fue total de ahí en adelante (quinto peor rating ofensivo), mostrando una versión totalmente plana que nada tenía que ver con el dinamismo de aquellos meses de esplendor. Los Pelicans se encomiaron al 2×2 de McCollum y Valanciunas como único pilar de su ataque, lo que acabó desgastando incluso al propio ex de los Blazers, aunque supo mantener los números. Otra baja sensible fue la de Alvarado, dejando una segunda unidad competitiva, pero que ya no era un punto fuerte como lo fue al inicio. 

La vuelta de Ingram llegó a tiempo para mantener el tipo y aprovechar una recta final en la que ningún equipo parecía querer ganar, pero la realidad era que los sureños no estaban preparados para la postemporada. En el partido de play-in ante los Thunder, los Pelicans permitieron 123 puntos a Oklahoma colapsando en el último cuarto, pero lo cierto es que las sensaciones con las que se llegó a aquel encuentro no podían ser peores. 

Un año más, los Pelicans comenzarán la temporada desde cero, naavegando en su mar de dudas cada vez que regresan a esa casilla de salida. Sobre el papel, el conjunto es el mismo que demostró poder dominar la competición en los dos lados de la pista. Un plantel con talentos diferenciales y sobrada profundidad de rotación. Sin embargo, no hay colectivo que no se vea afectado por su pasado inmediato, y la versión vista en la segunda mitad de la liga regular, por mucho que encontrase explicación en las lesiones, puede terminar pesando demasiado en el ánimo general del grupo. 

Tocará de nuevo escalar ese muro que intuye que Zion e Ingram no pueden alcanzar su techo al mismo tiempo mientras C.J. McCollum va sumando años con todo lo que ello conlleva para un jugador de su endeblez física. Aun así, un nuevo paso adelante de Trey Murphy III, Herb Jones y Dyson Daniels sigue dando para otorgarle esqueleto a un equipo necesitado de su principal estilete. 

El jugador a seguir

“Este verano ha pisado más el gimnasio que en todos sus años en Nueva Orleans”

Con esta sentencia anunciaba el entorno de los Pelicans la llegada de Zion 3.0 ¿O ya vamos por la cuarta entrega? La cuestión. Que si otros años ese trabajo en la sombra y los pequeños aperitivos de vídeo en forma de mates monstruosos dispararon el hype por las nubes, esta vez ha sido un poco como el cuento del lobo y las ovejas. 

El año pasado Williamson ya llegó con una gran condición física a la temporada. Además, el estilo de juego impuesto por Willie Green y McCollum le permitía dosificarse dentro de los partidos y que los esfuerzos, aunque explosivos (no existe otra forma con él) no fuesen tan constantes. Es cierto que sus parones van más allá del típico descanso de superestrella y que, normalmente, le tienen dos o tres fechas fuera. Pero perderse ocho de los primeros 37 partidos es una cifra más que asumible para New Orleans. 

La sensación con el prodigio es preocupante porque ya no es que se lesione, es que parece que cualquier dolor tarda en sanar en su cuerpo mucho más que en el jugador promedio. Su año rookie sigue siendo el único que ha finalizado en cancha. No hay nada que decir de Zion en lo deportivo que no se haya sugerido antes. El curso pasado sirvió para despejar las dudas (en mi opinión absurdas) de si era un jugador de cifras vacías. Queda mucho para ver la versión culmen del jugador, que sigue mejorando en pequeñas cosas como dejar de ser un agujero negro en defensa. Pero sin continuidad es imposible. 

Los Pelicans ya han demostrado poder ser un buen equipo sin su gran estrella. No obstante, el proyecto no puede seguir funcionando de esta forma. Asumiendo la ausencia de quien determinará el techo del mismo. La nota positiva, aunque esto suele ser poco relevante, es que el conjunto sureño parte con mucha menor presión que otros años. Poca gente les tiene en el radar por todo lo expuesto. Ojalá este sea la campaña en la que poder seguir a Williamson por televisores o dispositivos multimedia y no por artículos que nos desgranen las interioridades de sus recuperaciones, las tensiones con David Griffin o el punto y final a su etapa en New Orleans. 

Previa NBA 2023-24 New Orleans Pelicans, pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, deja un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada en la previa NBA 2023-24.

A espensas de Zion. Otra vez. El Oeste está cargado de equipos de nivel medio en los que Pelicans, si Zion no está sano, no destacarán. Como creo que no veremos una temporada de 75 partidos de Williamson, mi pronóstico es dejarlos peleando por el play-in hasta el último día. 42 victorias.

Próximo equipo: Minnesota Timberwolves.

(Fotografía de portada de Cole Burston/Getty Images)

 

A leer se ha dicho la previa NBA 2023-24 Atlanta Hawks. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

Atlanta Hawks

• Balance 22-23: 41-41 (8º Conferencia Este, clasificados desde play-in).
• Entrenador: Quin Snyder (2ª temporada en el puesto, tras firmar el pasado mes de febrero).
• Agentes libres más importantes en 2023: Patty Mills, Onyeka Okongwu (restringido), Saddiq Bey (restringido)
• Historia: Los jugadores más importantes de la historia de los Atlanta Hawks.
• Franquicia: El origen de los Hawks.

La plantilla

• Movimientos en el mercado: retirada de Louis Williams. Salida de Aaron Holiday y traspaso importante de John Collins a Utah. Se hacen con Patty Mills y Wesley Matthews. Del Draft 2023 firman a Kobe Bufkin (15º), Mouhamed Gueye (39º) y Seth Lundy (46º). Renuevan a Dejuonte Murray por 4 años y 114 millones.
• Backcourt: Trae Young, Dejounte Murray, Patty Mills, Kobe Bufkin, Bogdan Bogdanovic, Garrison Mathews, Wesley Matthews, A.J. Griffin, Jalen Johnson, De’Andre Hunter, Saddiq Bey, Seth Lundy y Trent Forrest (contratos duales).
• Frontcourt: Onyeka Okongwu, Clint Capela, Bruno Fernando, Mouhamed Gueye, Miles Norris (contrato dual).

Así encaran la temporada

En la previa del año pasado, con la fusión recién hecha, estábamos por ver qué clase de Gotenks iba a salir. Si el gordo, el decrépito o el todopoderoso capaz de vencer a Majin Boo. Trae Young y Dejounte Murray se juntaban en el backcourt de los Hawks y la expectación era total ante la perspectiva de lo que podía emanar de esa unión.

Un año después podemos afirmar que, sin haber asistido a la orgía de Cézanne, va por buen camino. No hay petición alguna de traspaso ni intención de deshacer la dupla.Todo lo contrario, tras un año de adaptación, donde ha primado la voluntad de complementarse sobre la de pisarse la manguera, la idea es que vaya a más. Mucho más.

Trae y Dejounte, por dar un dato revelador, se han convertido en la segunda pareja de la historia de la NBA en promediar cada uno 20 puntos y 6 asistencias en 70 o más partidos de fase regular. ¿La otra? Michael Jordan y Scottie Pippen en los Bulls de la 91/92.

El objetivo tras el traspaso era sumar dos generadores y ejecutores que supieran entenderse y repartir tareas, sin perder impacto, en labores on y off-ball. Con mucho margen de mejora (sobre todo Young, que debe buscar más seguido el spot-up liberado, tiro desde el que podría hacer muchísimo daño), la fórmula ha dado resultado.

La otra baza para traer a Murray, por encima de otras opciones exteriores, era su raza atrás. Con Trae como grieta a soportar en el 1vs1 y cualquier mismatch, los Hawks necesitaban a alguien capaz de guardarle las espaldas. Y ahí la fama de Murray como perro de presa en San Antonio estaba justificada. Sin atrevernos a hablar abiertamente de causa-efecto, los Hawks han pasado del 5º en la 2021-22 al 9º peor deffensive rating de la Liga en esta 2022-23. Pequeña pero importante mejora cuya tendencia debe ser la de continuar subiendo puestos en la tabla.

En play-in fueron capaces, nada menos, que de comerle la tostada a los, a la postre, finalistas de la NBA, los Miami Heat, donde Murray estuvo espléndido en su combo con Young, volviendo loca por momentos a la defensa de los de Florida. Era el estreno en postemporada de Murray, y caer ante los Celtics en un competido 4-2 le deja como primera experiencia un buen sabor de boca.

En el estado de Georgia pueden presumir de haber tenido siempre buen ojo para los banquillos, habiendo pasado grandes entrenadores por él (Red Auerbach, Red Holzman, Harry Gallatin, Richie Guerin, Hubie Brown, Mike Fratello, Lenny Wilkens, Mike Budenholzer…), y Quinn Snyder llegaba en febrero desde Utah con la total intención de sumarse algún día a esta gloriosa lista. Una de las mejores formas de hacerlo, es potenciando aún más la fuerza de este dúo exterior.

«El éxito no se da de la noche a la mañana. Hay muchos picos y valles y muchos días en los que tienes que esforzarte el triple para que las cosas funcionen. Es necesario conocerse unos a otros fuera de la cancha y pasar mucho tiempo entrenando juntos. No es salir ahí fuera y esperar que la química aparezca sola. Comienza en los entrenamientos y luego se traslada a los partidos». Fue parte del discurso del head coach a su llegada. A partir de noviembre hay que empezar a medir los primeros resultados.

Los demás de los Hawks

Young y Murray personifican la mitad de las esperanzas del devenir de Atlanta. Vamos con la otra mitad, comenzando por la salida de Collins, que en este punto hay que verlo como algo positivo ya que su situación era irreversible… aunque podían haber sacado algo más de su marcha.

El verano se tiñó de añejo para dotar de veteranía el vestuario y unos pocos minutos de calidad (Matthews y Mills), y del Draft brilla la elección de Bufkin, quien lo ha partido en su segundo año en la NCAA, y encaja como un guante en estos Hawks para aportar un extra de tiro y defensa en la rotación exterior.

A Bogdanovic, quien entra en la treintena, hay que exigirle más como segunda/tercera baza anotadora, y de Capela que siga a lo de siempre, aportando intimidación y juego aéreo; no estaría de más, tampoco, que Young recordarse al Harden de Houston y le sacase más jugo al pívot suizo en el pick and roll, usando (y abusando) del juego aéreo.

Madurez, crecimiento y evolución son los adjetivos que debemos asociar a A.J. Griffin, De’Andre Hunter y Saddiq Bey en este nuevo curso baloncestístico, así como un gran paso adelante de Onyeka Okongwu, con la oportunidad única de llenar todo ese espacio vacante que ha dejado Collins tras su marcha, aportando equilibrio en el eje fuera/dentro.

Hay equipo, alternativas y juventud (que no inexperiencia) para crear una pizarra seria y fiable en temporada regular capaz de repartir esfuerzos y no llegar agotada a postemporada, donde aguarda el próximo gran reto de estos Hawks y de cuyo éxito o fracaso, Snyder tendrá mucho que decir.

Tiempo, si se lo conceden desde la directiva, les sobra, pues hasta 2027 tienen atados todos los jugadores importantes sin que deban preocuparse por su inminente renovación. Piano piano si arriva lontano.

El jugador a seguir

Por salirnos de lo habitual y no repetirnos con los de siempre, pondré sobre la mesa un nombre distinto: el de A.J. Griffin. El ex de Duke, que arrancará su curso sophomore (elección 16º del Draft 2022), ha entrado en la NBA con aplomo y pisada fuerte, dejando una clara muestra de lo que puede llegar a ser.

Su año fue de más a menos conforme se acercaba el mes de abril, y tanto McMillan primero como Snyder después fueron acortando la rotación y elevando el usage de los titulares en vistas a playoffs. Pero en diciembre, el alero nos dejó un promedio de 12,9 puntos con notables porcentajes, que tras 72 partidos de regular season (doce como titular) se traducen en un 46,5% en tiros de campo y un 39% en triples (101 de 259), siendo quizás algo injusta (o, al menos, discutida) su ausencia en el segundo quinteto de novatos.

Griffin, otro éxito de la inagotable fábrica de talentos de Mike Krzyzewski, mostró un temple e IQ impropio en un novato en lo que toma de decisiones se refiere. Tan fiable es su tiro de tres que las defensas se empezaron a ver obligadas a apurar el punteo, lo que abrió un mundo de posibilidades de finta, bote y penetración. En esto, es fácil elegir mal al atacar el aro, pero Griffin sólo perdió 11 balones en sus más de 200 internadas, con un ridículo ratio de pérdidas del 5%.

Su impacto defensivo también se dejó notar, tanto colectivamente como en el plano individual. Muchos de los mejores isolation players ocupan la demarcación de ‘2-3’, y Griffin será frecuentemente el elegido para la dura tarea de frenarlos. Si se erige como un jugador entrenable, es decir, de molde flexible y dispuesto a escuchar y aprender de sus entrenadores y compañeros, podemos estar ante un segundo año de verdadero impacto en ambos lados del parquet en este jugador de sólo 20 años de edad.

Previa NBA 2023-24 Atlanta Hawks, pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, deja un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada en la previa NBA 2023-24.

El problema que veo a los Hawks es que su techo es muy limitado. Limitadísimo. No es ya que los vea capaces siquiera de acercarse en temporada regular a Boston, Milwaukee o Philadelphia. Es que tampoco los veo capaces de crecer más de lo que son capaces los Cavaliers en los próximos cursos y Miami Heat en cualquier edición de playoffs. Por tanto los veo ahí-ahí con el play-in de forma perenne y ninguna temporada de 48 victorias —que no va a ser ésta— me nublaría la vista. Pronóstico de unos 42-44 triunfos peleando por la sexta plaza del Este.

Próximo equipo: New Orleans Pelicans.

(Fotografía de portada de Carmen Mandato/Getty Images)

 

Los últimos movimientos vividos en la NBA han servido para abrir una aparente brecha entre los dos grandes candidatos al anillo de la Conferencia Este y el resto de equipos. Primero fue Milwaukee Bucks el que saltó la banca con el traspaso de Damian Lillard, un contundente golpe moral y deportivo que los Celtics han tratado de aplacar con la llegada de Jrue Holiday.

En Boston han recibido al experimentado base a cambio de un paquete compuesto por Robert Williams, Malcolm Brogdon y dos primeras rondas del draft. Este movimiento confirma el all-in de los Celtics, mientras que, de forma paralela, incrementa el botín de unos Portland Trail Blazers que están sacando muchos más activos de los que esperaban en un principio por Lillard.

En las siguientes líneas analizaremos quiénes son los potenciales ganadores y perdedores de este traspaso.

Ganador: Portland Trail Blazers

Ya los situé como ganadores tras la operación inicial por Damian Lillard y ahora no puedo hacer más que coronar la sobresaliente gestión realizada por el general manager Joe Cronin. A la espera de nuevos movimientos, la franquicia de Oregon ha recibido los siguientes activos a cambio de la que había sido su máxima estrella durante la última década: Deandre Ayton, Robert Williams, Malcolm Brogdon, Toumani Camara, tres primeras rondas y dos swaps.

En un abrir y cerrar de ojos, los Blazers han transformado uno de los juegos interiores más débiles de la NBA en uno de un gran valor, tanto en la pista como de cara a nuevos acuerdos comerciales. Las dos rondas desde Boston y Milwaukee, ambas de 2029, no cuentan con ninguna protección y la recibida desde Golden State Warriors, para 2024, está protegida entre las cuatro primeras posiciones. Además, pueden lograr otro ‘pellizco’ con el traspaso de Malcolm Brogdon y un nuevo festín si consiguen dar salida a Jerami Grant.

Es presumible que los Blazers apuesten por construir desde cero y dotar de muchísimos minutos a su núcleo joven, pero las piezas recibidas les permitirían competir ya esta temporada si así lo desearan. En todo caso, una situación que amenazaba con sumir en el pesimismo a los aficionados se ha convertido en una jugada maestra que abre ahora un futuro esperanzador en la organización. La reconstrucción de Portland no tiene por qué extenderse mucho.

Ganador: Jrue Holiday

Las vueltas que da la vida. Muchas más, y más impredecibles, si juegas en la NBA. Apenas 24 horas después de jurar amor eterno a los Milwaukee Bucks, Holiday fue traspasado a los Portland Trail Blazers como parte de la operación por Damian Lillard. Menos de una semana más tarde ha vuelto a hacer las maletas para enrolarse en las filas del que apuntaba a ser el máximo rival de su ya ex equipo por el cetro del Este.

La apuesta de los Celtics es importante, por lo que Holiday no solo se asegura seguir compitiendo por el anillo, sino que es más que probable que su inminente extensión de contrato no tarde en llegar. Ya solo nos queda pedir unas Finales del Este entre Bucks y Celtics, con Holiday defendiendo en cada posesión a Lillard.

Morbo asegurado.

Indeciso: Boston Celtics

Aquí voy a ‘romper’ con los análisis que leo en medios de comunicación norteamericanos y redes sociales. No tengo tan claro que los Celtics puedan ser considerados ganadores de este traspaso de forma tan rotunda. Ni tampoco perdedores.

Es evidente que la incorporación de Jrue Holiday presenta una doble lectura positiva. Por una parte, mejora notablemente a cualquier base que hayan tenido en las últimas temporadas. Por la otra, los Bucks serán su principal rival hacia las Finales de la NBA y pocos ‘guards’ los conocen tan bien como Holiday.

Tras este movimiento, los Celtics posiblemente dispongan de la mejor rotación de seis hombres de toda la NBA. Sin embargo, carecen de profundidad de banquillo y han arriesgado, mucho, desprendiéndose de Robert Williams. Es cierto que es un jugador que se lesiona con facilidad. Al igual que Kristaps Porzingis. Al Horford no es ningún chaval y los Celtics también perdieron este verano a Grant Williams.

Los Celtics irán sobrados en temporada regular, pero Brad Stevens tendrá que hacer algún movimiento más antes de los playoffs para corregir esas debilidades y confirmarse, sin discusión alguna, como uno de los máximos candidatos al anillo.

Perdedores: Miami Heat y Philadelphia 76ers

Lo que se presentaba como una posible guerra entre cuatro equipos por el liderato del Este, ahora parece ser solo una lucha entre dos. Los Philadelphia 76ers todavía andan a vueltas con lo que puedan sacar por un James Harden que se ha negado a presentarse con el equipo en el Media Day. Quizá sean capaces de arreglar un poco las cosas. Sin embargo, los Heat, salvo que Erik Spoelstra protagonice su enésimo milagro, están destinados a perder fuelle dentro de su conferencia.

(Fotografía de portada de Stacy Revere/Getty Images)

 

El momento de leer la previa NBA 2023-24 Toronto Raptors. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

Toronto Raptors

• Balance 2022-23: 41-41 (10º de la Conferencia Este).
• Entrenador: Darko Rajakovic (1º año).
• Agentes libres más importantes en 2024: Pascal Siakam, Gary Trent Jr., OG Anunoby (opción de jugador), Thaddeus Young y Otto Porter Jr.
• Historia: Los jugadores más importantes de la historia de los Raptors.

La plantilla

• Movimientos en el mercado: salida de Fred VanVleet; extensión de Jakob Poeltl por 80 millones; Gary Trent Jr. hace efectiva su opción de jugador (18,5M), y los fichajes de Dennis Schröder, Jalen McDaniels y Garrett Temple.
• Backcourt: Dennis Schröder, Gradey Dick, Gary Trent Jr., Scottie Barnes, O.G. Anunoby, Malachi Flynn, Garrett Temple,
• Frontcourt: Jalen McDaniels, Jakob Poeltl, Pascal Siakam, Christian Koloko, Thaddeus Young, Chris Boucher, Otto Porter Jr., Precious Achiuwa.

Así encaran la temporada

El verano protagonizado por los Raptors me ha dejado muy frío. En realidad no tengo muy claro si buscan perder más partidos de los deseables —a.k.a. tankear—, o si por el contrario se conforman con pelear los últimos puestos del play-in. Rechazaron renovar a Fred VanVleet, al que ofrecieron un tremendo contrato en Houston, y se han intentado quitar de encima los contratos de Gary Trent Jr., y sobre todo, de un Pascal Siakam que lleva un par de años en la cuerda floja.

A Siakam se le vinculó muy fuerte con los Hawks en un posible truque por John Collins, aunque todo quedó en nada. Y lo mismo les ha ocurrido recientemente con Damian Lillard, quien finalmente ha sido traspasado a los Bucks pese a que los Raptors estuvieron cerca de conseguir su fichaje. Todo lo que fuera tocar los nombres de Scottie Barnes, y sorprendentemente de O.G. Anunoby, recibieron un «no» por respuesta.

Siendo expirings Pascal Siakam y Gary Trent Jr., y la opción de jugador del citado Anunoby, todo hace indicar que en Toronto tienen planeada una reconstrucción donde intentarán armarse de futuras rondas del Draft y jóvenes valores antes del final del próximo mercado invernal. O incluso antes.

Y como decía, los movimientos de los Raptors me han dejado bastante frío. Primero por los ’80 kilos’ que le han brindado al pívot Jakob Poeltl, al cual recuperaron para la causa tras su paso por San Antonio. Y respecto a los fichajes, han sido secundarios y de poco nombre, tales como Dennis Schröder, Jalen McDaniels y el veterano tirador Garrett Temple. (Aunque eso de poco nombre para Schröder, después de su Mundial 2023, habrá que ponerlo en cuarentena. Más sobre él una líneas más abajo).

Por otro lado, también estrenan técnico jefe tras el adiós de Nick Nurse, el cual tocó techo en 2019 con el primer anillo de su historia. Su sustituto será el debutante Darko Rajakovic, de quien hablan maravillas y que cuenta con bastante experiencia en la NBA tras su paso por Oklahoma City, Phoenix, Memphis y el banquillo de los Tulsa 66ers de la G League.

El turno de Barnes

El siguiente paso de los Raptors está en las manos de Scottie Barnes, el único intocable hasta la fecha para la gerencia canadiense. El que fuera pick 4º del Draft 2021demostró una madurez impropia en su temporada de debut; sin embargo, se le achacó cierto estancamiento en su segunda campaña.

Buen defensor de perímetro, tanto a jugadores bajos como de su estatura, buen facilitador y manejador de balón pese a sus más de dos metros de altura, pero todavía tiene una importante deuda con su lanzamiento exterior. En su curso de novato apenas promedió un 30% en triples, pero en la pasada temporada sus números fueron todavía peores con apenas un 28 por ciento.

Con las supuestas salidas de los pesos pesados Siakam, Trent Jr. y veremos qué ocurre con Anunoby, Barnes ha de tomar el relevo generacional, y por tanto el testigo de los Raptors para comandar el nuevo proyecto de Masai Ujiri, si es que sigue al frente de sus oficinas. Que por cierto, los Raptors también cuentan con otro joven prometedor como Gradey Dick, novato formado en Kansas y un auténtico ‘raza blanca tirador’.

El factor Schröder

Con el adiós de VanVleet, el puesto de ‘uno’ ha recalar sobre el vigente campeón del mundo Dennis Schröder. El base germano salió por la puerta de atrás de Atlanta en 2018, y desde entonces ha ido dando tumbos en liga, pasando por las filas de Houston, OKC, Boston y en dos ocasiones en Los Angeles Lakers.

El año pasado se marchó hasta los 67 encuentros oficiales en Los Angeles, siendo titular en 50 de ellos. No obstante, su irregularidad fue una constante durante toda su temporada. Toda esa seguridad ofensiva y defensiva que muestra en la selección de Alemania no la mantiene igual en la NBA. Y en Canadá tendrá la oportunidad de resarcirse alejado de los focos de Hollywood.

En el Mundial 2023, invicto mediante, se alzó con el MVP del torneo con unos guarismos de 19,1 puntos, 2 rebotes y 6,1 asistencias por jornada. Además, demostró tener la suficiente capacidad como para decidir en el tramo final de los partidos.

El jugador a seguir

Lo fácil sería apuntar a Scottie Barnes, pero yo tengo muchísimas ganas de comprobar cómo le va a Schröder tras su exitoso paso por el Mundial, y si de verdad está capacitado para echarse el equipo a sus espaldas. Punto de inflexión a su carrera en este paso por los Raptors y de si finalmente consigue ese gran contrato que ha estado buscando desde que tumbara una supuesta oferta de 84 millones de dólares por parte de los Lakers en 2021.

Por otro lado, no puedo pasar por alto lo excitante que me resulta la llegada del rookie Gradey Dick, quien ya ha demostrado un gran desparpajo inusual en las Ligas de Verano con sus 16 puntos y 6 rebotes de promedio. Si finalmente optan por la reconstrucción (otra cosa no tendría mucho sentido) espero cuantiosos minutos para él, e incluso la titularidad para él.

Previa NBA 2023-24 Toronto Raptors, el pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, deja un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada en la previa NBA 2023-24.

Con 41 victorias y pocas ganas los Raptors se metieron en play-in. Más por deméritos de los demás del Este que por ellos mismos. En Toronto no han encontrado el camino de crecimiento necesario con el núcleo actual y de ahí la salida de VanVleet. Huele a reconstrucción, pero no sé si a) larga; b) corta y a lo bestia; o c) con un rearme exprés a lo largo del curso (lo han intentado con Lillard hasta hace nada). Ujiri es un mago en estas lides. De ahí que me resulte difícil vaticinar qué serán los Raptors en abril. Con la plantilla actual deberían rondar las 38 victorias, pero a saber en cuántos traspasos se meten.

Próximo equipo: Atlanta Hawks.

(Fotografía de portada: Carmen Mandato/Getty Images)

 

Nos adentramos en la previa NBA 2023-24 Chicago Bulls. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

Chigago Bulls

• Balance 2022-23: 40-42 (10º del Este, clasificado para el play-in, no para playoffs).
• Entrenador: Billy Donovan (4ª temporada en el equipo).
• Agentes libres más importantes en 2024: DeMar DeRozan y Andre Drummond.
• Historia: Los jugadores más importantes de la historia de Chicago Bulls. (Michael Jordan, gente).

La plantilla

• Movimientos en el mercado: Fichaje de Jevon Carter y renovación de Nikola Vucevic.
• Backcourt: Alex Caruso, Jevon Carter, Lonzo Ball, Quenton Jackson, Zach LaVine, Coby White y Ayo Dosunmu.
• Frontcourt: DeMar DeRozan, Dalen Terry, Julian Phillips, Justin Lewis (two-way), Onuralp Bitim (two-way), Patrick Williams, Adama Sanogo (two-way), Torrey Craig, Nikola Vucevic, Andre Drummond y Terry Taylor.

Así encaran la temporada

En tierra de nadie. Cuesta decir esto de cualquier equipo antes de que comience una nueva temporada, pero es la pura verdad. El curso pasado los Bulls no fueron de los peores equipos, pero su esfuerzo sobre el parqué solo le sirvió para entrar en el play-in y acabar eliminados por los Miami Heat. Exacto, remaron mucho, pero sin puerto a la vista.

Ahora, encarando ya la campaña 2023-24, los cambios en la confección de la plantilla han brillado por su ausencia. Desde la gerencia, exactamente por voz de su general manager, Marc Eversley, se ha señalado que se sigue confiando en los jugadores que tienen y se ha explicado de igual modo la renovación de Nikola Vucevic, un movimiento que deja meridianamente clara la línea continuista que se ha subrayado desde la oficina.

Lo cierto es que en el caso de Chicago es difícil discernir si se están tomando decisiones o si simplemente no encuentran otra salida. Con el plan de mejorar el equipo y evitar una reconstrucción como premisa principal, no renovar al pívot montenegrino o ser incluso más agresivos con un traspaso de Zach LaVine, no parece que fuese a servir para conseguir una mejor plantilla, algo que ha remarcado el propio DeMar DeRozan, quien no titubea a la hora de afirmar lo siguiente: «Es difícil encontrar y conseguir jugadores talentosos como los que ya hemos reunido».

He ahí la clave. Los de Illinois ya hicieron su apuesta hace un par de años y por momentos salió genial. Hasta la lesión de Lonzo Ball eran el mejor equipo de la Conferencia Este en el curso 2021-22 y no pocos empezaban a verles como candidatos a estar en la élite durante muchos años. Pintaba bien sí, pero todo se fue por la borda con la grave lesión del base y hasta la fecha no han sido capaces de acercarse a lo que mostraron en aquel momento. Resumiendo: con lo que tienen no les da, pero es que las alternativas no son más halagüeñas.

Con tales dudas sobre el rendimiento que puedan ofrecer los chicos de Billy Donovan, no menos hay alrededor del futuro de DeRozan. El veterano alero ha señalado recientemente que su deseo es terminar su carrera jugando en el United Center, pero la realidad es que acaba contrato en verano de 2024. Hace más de un mes era el periodista K.C. Johnson de NBC Sports Chicago quien afirmaba que los Bulls tenían pensado extender el contrato de su estrella. Por ahora no lo han hecho y tampoco extraña, ya que pueden entender la venidera temporada como la prueba final para tener claro si este proyecto tiene aún recorrido o si es el momento de hacer borrón y cuenta nueva. Así, todo apunta a que si no tienen esto claro no se moverán en dirección alguna con el jugador de 34 años.

Aunque a nadie escapa que los Bulls funcionarán al son de LaVine, DeRozan y Vucevic, en la organización entienden que si realmente desean progresar no pueden quedarse ahí. Durante el verano han dicho claramente que esperan que jóvenes como Patrick Williams (número 4 del draft de 2020) y Ayo Dosunmu den un paso al frente que les haga ganar peso en el equipo. Sabiendo lo que pueden ofrecer sus jugadores contrastados, los de Illinois creen que si alguno de estos explota, definitivamente el equipo podría ser mucho mejor.

Y no podemos olvidarnos de LaVine. Aunque Chicago le renovó en verano de 2022 con un enorme contrato de cinco años y 215 millones de dólares, ello no ha impedido que ni transcurrido un año ya se hablase de que la organización estaba planteándose diferentes escenarios con él, hasta el punto de ponerle un precio que desde The Athletic definían como gigante. En su caso parece imposible que veamos un traspaso con prontitud, pero está en una línea parecida a la de DeRozan. Si las cosas van mal… raro será que desde los despachos no aprieten el gatillo para dar salida a un jugador que con el curso que comienza en octubre acumulará hasta siete en la franquicia.

Defensa probada

Se suele decir que un buen ataque gana partidos y una buena defensa campeonatos; pues bien, los Bulls han tirado de lo segundo para seguir a flote. Aunque la campaña 2022-23 terminó en el play-in ante Miami, ello no impidió que hasta ese momento los de Billy Donovan tuviesen la quinta mejor defensa de la NBA al encajar 111,5 puntos por noche; eso sí, en ataque se atascaron para ser el 24º peor conjunto con un promedio de 112,8 puntos por cada 100 posesiones.

Este es uno de los grandes problemas de Chicago. En estático es un equipo al que le cuesta encontrar su ritmo, algo quizás lógico al no tener un playmaker como tal. Mientras ese rol estaba reservado para Ball, LaVine y DeRozan son más bien anotadores (aunque pueden asistir). Por ello, es normal que en ocasiones les cueste dar forma a jugadas que faciliten los puntos de otros compañeros y eviten acabar congestionados ofensivamente.

¿Pueden sorprender este año? Quizás, pero necesitan que coincidan muchos factores. Evitar lesiones en sus mejores jugadores, encontrar alternativas en ataque, que los jóvenes demuestren su progresión sobre el parqué… Y con todo eso puede que les siga sin dar para ser directamente equipo de playoffs. Estos Bulls pelearán sí, pero ya decimos, se les vislumbra en tierra de nadie.

El jugador a seguir

Patrick Williams. Lo decimos nosotros y lo afirma igualmente la propia franquicia. A sus 22 años necesitan que el alero dé un golpe sobre la mesa para hacerse con un rol principal en el equipo. Fue una gran apuesta en el draft de 2020 y por ahora no tiene contrato más allá del próximo verano. Ha llegado su hora. Desde que fue novato su progresión no ha sido más que leve para promediar en la campaña 2022-23 10,2 puntos, 4 rebotes y 1,2 asistencias en 28,5 minutos por noche. No esperamos que se convierta en una estrella, pero sí que sea sustento real de un equipo que no está convencido de querer ofrecerle otro contrato. Puede que esta tesitura alimente a este chico formado en la Universidad de Florida State.

Previa NBA 2023-24 Chicago Bulls, el pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, deja un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada en la previa NBA 2023-24.

Me niego a ser tan pesimista como algunos pronósticos dicen. Tampoco eso significa que esté ilusionado con Chicago. Como bien explica Álvaro en su análisis, esta franquicia ahora mismo está en tierra de nadie. Jugadores demasiado buenos para suponerlos en el último tercio del Este; a su vez, los dos últimos años son suficientes para saber que las 50 victorias son una quimera y que en el hipotético caso de lograrlas no serían carta de presentación suficiente para intimidar lo más mínimo a los mejores de su conferencia. La ‘liga’ de Chicago es pelear con Knicks, Hawks y Nets luchando por una sexta o séptima plaza que les permita, al menos, jugar el play-in (que no deja de ser un objetivo mediocre para tanto nombre en plantilla). Pronóstico: 42 victorias.

Próximo equipo: Toronto Raptors

(Fotografía de Tim Nwachukwu/Getty Images)

 

La edad es solo un número. Bueno, si se trata de jugar en la NBA la frase no es tan literal. Es un desafío retar el declive natural de las condiciones físicas, pero hay un grupo de jugadores que consigue la forma de mantenerse en la élite. Con la cercanía de la temporada 2023-2024 evaluaremos a los jugadores NBA más veteranos y las circunstancias en la que llegarán al venidero curso.

Al igual que en la edición anterior, la lista no la podemos limitar a únicamente cinco jugadores. Fue necesario agregar a otro hombre de experiencia a la espera de la decisión que tome Andre Iguodala con respecto a su futuro. El resto de los integrantes sí tiene un cupo asegurado en las nóminas de sus franquicias. Aquí van los jugadores de la Liga con más años, curiosa sucesión de nombres entre la que podemos encontrar a una de las grandes estrellas de la historia del baloncesto.

Kyle Lowry (37 años y 189 días)

El base es el sexto hombre de este equipo en caso de que se libere un cupo. Superó por días a Garrett Temple, Al Horford y Jeff Green. Llega al último año de su contrato de tres temporadas con los Miami Heat y hay incertidumbre en cuanto a su rol. Un reporte aseguró que podría venir desde el banquillo, mientras que Tyler Herro o Josh Richardson asumirían la titularidad en el puesto de point guard.

Lowry cuenta con 17 años de experiencia en la liga, seis participaciones en el All-Star y un anillo de campeón con los Toronto Raptors. En la última edición tuvo un rol importante en la postemporada de Miami, equipo que llegó hasta las Finales. Ya en el ocaso de su carrera, y con un contrato expiring, será una contienda con mucho en juego para él.

Taj Gibson (38 años y 98 días)

El último en ingresar a la lista después de firmar su continuidad la semana pasada con los Washington Wizards. Ante la salida a Boston de Kristaps Porzingis, el equipo necesitará hombres en la posición de centro, de modo que el interno formará parte de la rotación. «Es un profesional consumado y un compañero leal», dijo el general manager Will Dawkins como muestra de que ponderan mucho más que sus dotes dentro de la pista.

Gibson fue seleccionado en la segunda ronda del Draft de 2009 y va camino a su temporada 15. Inició su carrera con los Chicago Bulls y luego pasó por los Thunder, Timberwolves y Knicks. En la actualidad se ubica en el Top-10 entre los mejores reboteros ofensivos activos con un total de 2070.

Chris Paul (38 años y 147 días)

A estas alturas su única meta es conseguir su primer anillo de campeón. Es tanto su deseo que obvió las diferencias con sus archirrivales de los Golden State Warriors y se les unió. Es un incógnita cómo va a ser usado por el head coach Steve Kerr, uno de los últimos informes señaló que planean usarlo como titular. Sin duda será una de las historias a seguir desde el inicio del training camp.

CP3 entrará a su décimo novena temporada y todavía sigue en la élite entre los point guards del circuito. Las 8,9 asistencias por juego fue la cuarta mejor cifra de la NBA. La incógnita es si puede mantenerse sano, sobre todo cuando lleguen los días del playoffs. Con los Phoenix Suns se perdió los últimos cuatro encuentros de la serie contra los Nuggets Denver por una lesión en la ingle. El próximo integrante del Hall of Fame nunca ha iniciado un juego desde el banquillo, ¿será esta su primera vez?

P.J. Tucker (38 años y 148 días)

Entró a esta lista el verano pasado como suplente y ahora ya forma parte del quinteto titular. Es posible que continúe hasta que cumpla los 40 años de edad, ya que para la 2024-2025 tiene un opción de jugador por 11,5 millones de dólares. El alero es la pieza que cualquier equipo con aspiraciones al título necesita por su dureza en la defensa y experiencia. En los Philadelphia 76ers esperan que complemente a Joel Embiid, Tyrese Maxey y al que obtengan por la estrella descontenta, James Harden.

El exjugador de la Universidad de Texas fue un pick de segunda ronda en 2006, pero estuvo fuera de la NBA hasta 2012 porque decidió probar suerte en Europa. Philadelphia es su sexta franquicia en 12 años de carrera. Con Doc Rivers fue titular en el puesto de ala-pívot en la ronda regular y la postemporada, ahora hay que esperar cuál será su función con el nuevo head coach Nick Nurse.

LeBron James (38 años y 274 días)

Cuando El Rey decida colgar las zapatillas esperemos que diga la verdad sobre su verdadera edad o con quién hizo un pacto para mantenerse en el tope por dos décadas. Sí, no tiene las misma explosividad de sus días en Cleveland y una lesión en el pie lo limitó en la pasada temporada, pero sus números siguen siendo de estrella. En la 2024-2025 puede ejercer una player option por 47,6 millones de dólares y luego en 2025 será agente libre sin restricciones, aunque después de caer en la pasada postemporada dijo que estaba considerando la retirada, pero, ¿alguien de verdad lo creyó? sobre todo cuando ha declarado que desea jugar con su hijo Bronny.

LeBron viene de completar una actuación histórica al convertirse en el máximo anotador vitalicio de la NBA luego de superar los 38.387 de Kareem Abdul-Jabbar. Su objetivo desde 2020 es alcanzar el quinto anillo y los Lakers estuvieron activos en la offseason con el fin de armar el mejor equipo posible. Veremos si será suficiente para otro campeonato que le dé un argumento más para ser declarado como el mejor de todos los tiempos y, a su vez, lo acerque a solo uno de Michael Jordan. Lo que sí tiene a su alcance es ser capaz de ser el jugador NBA más veterano y a la vez líder de un equipo candidato al título, algo pocas veces visto.

Andre Iguodala (39 años y 245 días)

El alero es el principal candidato para tomar el puesto que dejó vacante Udonis Haslem tras anunciar su retiro como el jugador más veterano de la liga. Los Golden State Warriors no esperan que regrese para la 2023-2024, pero hasta ahora no ha oficializado su partida. Desde hace algún tiempo su rol ha sido limitado, su valor radica en lo que pueda aportar fuera de las líneas.

Iguodala sufrió en la 2022-2023 una fractura en la muñeca izquierda y padeció molestias en la cadera que redujeron aún más su desempeño. Solo participó en ocho compromisos y acumuló 2,1 puntos por partidos. Si decide continuar será un último baile para homenajearlo encabezando la lista de jugadores NBA más veteranos y, en caso de despedirse, se irá con cuatro títulos de campeón, un MVP en las Finales y un participación en el All-Star.

(Fotografía de portada: Maddie Meyer/Getty Images)

 

Es el día de leer la previa NBA 2023-24 Oklahoma City Thunder. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

Oklahoma City Thunder

• Balance 2022-23: 40-42 (10º del Oeste, torneo play-in).
• Entrenador: Mike Daigneault (4ª temporada en el equipo).
• Agentes libres más importantes en 2024: Victor Oladipo, Davis Bertans (opción de jugador) y Aleksej Pokusevski (restringido)
• Historia: Los jugadores más importantes de la historia de los Oklahoma City Thunder.

La plantilla

• Movimientos en el mercado: Traspaso por Davis Bertans y Victor Oladipo, y firma de Vasilije Micic y Jack White (aquí todos los movimientos).
• Backcourt: Kenrich Williams, Josh Giddey, Luguentz Dort, Aaron Wiggins, Vit Krejci, Cason Wallace, Vasilije Micic, Tre Mann, Isaiah Joe, Ousmane Dieng, Jalen Williams y Shai Gilgeous-Alexander.
• Frontcourt: Aleksej Pokusevski, Jack White, Chet Holgrem, Jaylin Williams y Jeremiah Robinson-Earl.

Así encaran la temporada

Un buen equipo se mide por la capacidad para navegar entre la adversidad y por la habilidad para convertir un obstáculo en una oportunidad. Y lo cierto es que las cosas se torcieron muy pronto en Oklahoma City el pasado curso. En agosto de 2022, Chet Holmgren se lesionó los ligamentos del pie derecho en un partido de exhibición. Apenas una semana después pasaba por el quirófano y se confirmaba el peor de los pronósticso: el mayor atractivo con el que los Thunder encaraban la temporada no disputaría ni solo un minuto de la misma.

Sin embargo, los Thunder encontraron la manera de prosperar y competir. Cerraron la temporada regular con 40 victorias y solo una derrota ante los Minnesota Timberwolves en el último partido del play-in les privó de disputar los playoffs. El principal protagonista de este éxito fue Shai Gilgeous-Alexander, quien dio ese paso que separa a un All-Star de ser una de las grandes estrellas de la NBA. Por supuesto, no estuvo solo, pues también mostraron un importante crecimiento otros jóvenes como Josh Giddey, Lu Dort, Jalen Williams, Jaylin Williams e Isaiah Joe.

Ahora, Holgrem está completamente recuperado para comenzar la temporada y la gerencia de los Thunder quedó convencida de estar haciendo las cosas bien y de estar yendo por el camino correcto. Tanto que Sam Presti no realizó ningún movimiento de relevancia más allá ‘reclamar’ a Vasilije Micic y de absorber el contrato de Davis Bertans para así escalar hasta el pick 10 de Dallas Mavericks y seleccionar a Cason Wallace en el draft.

El objetivo de los Thunder seguirá siendo el mismo desde que Gilgeous-Alexander aterrizó en 2019: desarrollar el proyecto, reforzar los cimientos, evaluar a los jóvenes y confeccionar una rotación sólida que asegure el éxito futuro. Un horizonte que se presenta con mucho optimismo después de lo demostrado en el último año.

Cabe destacar que solo cuatro de los componentes de la plantilla poseen más de cuatro temporadas de experiencia. Uno de ellos, Gilgeous-Alexander, querrá ratificarse como uno de los exteriores más completos de la NBA tras su excepcional campaña y notable participación en el Mundial. Por su parte, Kenrich Williams no deja de ser un correcto complemento, mientras que Victor Oladipo y Davis Bertans abordarán un papel como mentores, con un peso deportivo aparentemente discreto. De los que no alcanzan dicha experiencia, Giddey y Jalen Williams, segundo en las votaciones para el Novato del Año, son los que más expectación atraerán tras su gran campaña.

El trabajo de Mike Daigneault apuntará a probar y exprimir a su ‘unicornio’, Holgrem, cuyas habilidades son únicas y que podría competir por el premio al Novato del Año con Victor Wembanyama. Al igual que el francés, es capaz de jugar con balón, tirar de tres, proteger el aro y buscar al compañero. Y si el físico le respeta se asentará como otra arma ofensiva más, lo que diversificará los planteamientos en pista sin abusar de Gilgeous-Alexander.

En todo caso, las mayores urgencias del equipo señalan a la defensa y la adquisición de experiencia de cara a saber desenvolverse en situaciones exigentes. Los Thunder perdieron 26 partidos en el ‘clutch’ el pasado curso, tercer peor registro de la liga tras Dallas Mavericks y Utah Jazz, mientras que en defensa se mostraron irregulares. Un contexto que tampoco debería de preocupar de manera excesiva al cuerpo técnico, pues está ligado a la juventud del núcleo del equipo. De hecho, los resultados ya se dejaron ver en el tramo final del curso: Oklahoma City logró situarse como una de las diez mejores defensas de la NBA en marzo. Solo necesitan que algunos de sus jóvenes logren asentarse como ‘3-and-D’ de élite para así aumentar los porcentajes de acierto exterior y liberar de cierta responsabilidad ofensiva a Shai.

Los Thunder solo necesitan tiempo, desarrollo y alguna incorporación de relevancia para empezar a codearse con la zona noble del Oeste. Hasta entonces, todos los esfuerzos se dirigirán a seguir asentando y concretando los cimientos del equipo. Competir sabemos que competirán cada partido, ganen o pierdan.

El jugador a seguir

Shai Gilgeous-Alexander se ha asentado, por méritos propios más que solventes, como una de las grandes estrellas de la NBA. Y si su repercusión no es todavía mayor se debe a lo reducido del mercado de Oklahoma City y el poco techo competitivo que han mostrado los Thunder en los últimos tres años. Una proyección que el jugador ha cumplido con creces en lo individual: los 31,4 puntos que anotó el pasado curso le valieron para ser incluido en el Mejor Quinteto de la Temporada.

Ahora, el ‘guard’ afrontará la temporada ‘como una moto’ tras conquistar la medalla de bronce con Canadá en el Mundial, competición que finalizó como el líder en eficiencia, con más de cuatro puntos de diferencia sobre Luka Doncic, y el cuarto máximo anotador de la misma. Shai ha ido añadiendo, poco a poco, recursos a su juego hasta convertirse en uno de los bases más verticales y completos de la NBA: anota, asiste, defiende, corre la cancha, ataca el aro y suma desde media distancia. Si consigue asentar un tiro exterior sólido puede ser prácticamente imparable.

Lo mejor de todo es que todavía tiene 25 años, lo que significa un par de años más de mejora por delante antes de alcanzar su ‘prime’. Los Thunder recuperan a Chet Holmgren, poseen un año más de experiencia y el ‘play-in’ alcanzado, contra todo pronóstico, el pasado curso emergen como la antesala de lo que puede ser este equipo si continúa creciendo alrededor de Gilgeous-Alexander, quien se ha ratificado como la cara visible de este prometedor proyecto.

Previa NBA 2023-24 Oklahoma City Thunder, pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, deja un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada en la previa NBA 2023-24.

No sé si ponerlo como pronóstico o como exigencia. Al proyecto de los Thunder, cociéndose a intensidad 2 de vitrocerámica durante los primeros años de reconstrucción, hay que empezar a darle intensidad. Gerencia, equipo y aficionados están obligados a ello. Crecer de un año a otro en 16 victorias —para un mejor contexto: la mejora en triunfos de la 22-23 respecto a la 21-22 fue del 67%, una barbaridad— implica que los pasos iniciales de la forja del proyecto están superados. Hay que ir a por las 45 victorias, sin descartar alguna más si Holgrem se convierte en un jugador de impacto. Este año debe ser de playoffs y el verano de 2024 pensar en lo que falte para subir otro peldaño más.

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(Fotografía de portada de Michael Reaves/Getty Images)