Se ha terminado el verano pero no los cambios. Si hace una semana los propietarios votaban a favor de dar un giro al formato del Draft y regular los descansos durante la temporada, ahora la NBA ha decidido poner fin al clásico formato del All-Star Game, ése que enfrentaba a los mejores jugadores de la conferencia Este con los de la Oeste, según han podido recoger los principales medios estadounidenses este martes.
A partir de 2018, con Los Ángeles como escenario, veremos la primera edición de un partido que pasará a ser jugado con un objetivo caritativo, ya que cada conjunto disputará el encuentro en favor de una asociación benéfica elegida antes de la disputa del partido de las estrellas.
En lo que concierne a la elección de los jugadores que veremos en acción, se mantendrá la votación de jugadores del Este por un lado y el Oeste por el otro; servirá para dictaminar quiénes son los capitanes de cada conjunto (los dos jugadores más votados) y los diez jugadores elegidos en total por el público, pero no quienes estarán en cada bando. Las dos estrellas más votadas serán los capitanes, uno de cada Conferencia, que tendrán que seleccionar a los jugadores que formen parte de su equipo de entre los siguientes 8 jugadores más votados (4 por conferencia) y los otros 14 jugadores seleccionados por los entrenadores de los 30 equipos NBA (7 por conferencia). A la hora de distribuir los equipos no se tendrá en cuenta la conferencia en la que juegan, es decir, los jugadores de ambas conferencias estarán mezclados.
Tomando como ejemplo los votos de 2017, LeBron James y Stephen Curry habrían sido los capitanes. De ese modo, los votos para el All-Star siguen teniendo un valor diferencial, dado que determinan qué jugadores acuden a la cita de las estrellas, sin embargo los equipos que conformen dichos jugadores serán acordados ya por los propios capitanes. No se ha explicado, por el momento, el sistema de distribución de los 24 jugadores seleccionados para militar en cada equipo; solo se ha detallado que consistirá en una especie de draft.
Fin a 66 años
El nuevo formato, pues, permitirá que estrellas de distintas conferencias disputen el All-Star en el mismo equipo o que compañeros de vestuario en una franquicia NBA lo hagan en uno diferente. La liga rompe así el formato de Este contra Oeste después de 66 años de funcionamiento (primera edición en 1951), siendo ésta la primera ocasión en la que el encuentro entre mejores jugadores de la NBA no vea el desafío entre ambas conferencias.
«Estoy entusiasmado con lo que tanto jugadores como la liga han hecho para mejorar el All-Star Game, algo que era una prioridad para nosotros. Estamos deseando presentar un gran espectáculo en Los Ángeles», ha podido expresar el presidente de la asociación de jugadores (National Basketball Players Asociation) y miembro de Houston Rockets, Chris Paul.
Mismo proceso de votación
El partido, pues, no tendrá conferencias pero sí la votación, ya que deberán seleccionarse 12 jugadores de cada mitad del país. En cuanto al proceso, se mantendrá el anterior. Los 10 jugadores que terminen disputando el All-Star Game como titulares saldrán de una combinación de los aficionados (50% de los votos), jugadores actuales (25%) y prensa de baloncesto (25%). Los reservas por su parte seguirán siendo elegidos por los entrenadores.
También se han conocido fechas para conocer los nombres de los que tendrán la oportunidad de jugar el partido de las estrellas. TNT revelará a los titulares y capitanes el jueves 18 de enero, mientras que podremos saber quiénes serán los suplentes el 23 de enero. La votación comenzará el lunes 25 de diciembre.
Álvaro Arenillas y Miguel Gaitán colaboraron en la redacción de esta noticia.