Tras la derrota sufrida por Golden State en Minnesota a manos de los Timberwolves, Steve Kerr sorprendió a todos al anunciar que, además del ya sabido Kevin Durant, el duelo del sábado ante San Antonio no contará con Stephen Curry, Klay Thompson, Draymond Green y Andre Iguodala.
Kerr justificó está decisión por motivos de de descanso y por un calendario especialmente duro que les ha llevado de punta a punta del país en la última semana tras jugar siete partidos de ocho fuera de casa, incluyendo cinco encuentros en los últimos nueve días que serán seis en diez días una vez que se dispute el partido del sábado en San Antonio.
“Es cien por cien por salud. He estado hablando durante todo este viaje con los preparadores. Vamos a llegar a las tres de la mañana”, dijo Kerr en referencia a su llegada a San Antonio. “Estos tipos están jugando muchos minutos y ésto les dará tres días de descanso antes de nuestro partido en casa. Entonces tendremos una semana entera en casa, una oportunidad para recargar energía”.
“Es mi decisión y es lo correcto viendo cómo se está desarrollando la temporada, cómo se están repartiendo los minutos y la lesión de KD. Es lo correcto, así que lo vamos a hacer”, explicó.
Tampoco Leonard
Unas horas antes al anuncio de Kerr, los Spurs anunciaron que su gran estrella, Kawhi Leonard, tampoco estaría disponible para el encuentro debido al golpe que recibió en la cabeza durante el partido del jueves ante Oklahoma City. Debido a ello Leonard entró en el exigente protocolo de conmociones cerebrales de la NBA y no podrá volver a jugar hasta superar las pertinentes pruebas.
Un gran partido venido a menos
Así pues, el esperado choque en el AT&T Center se queda huérfano de estrellas. Cinco de los probablemente mejores veinte jugadores de la NBA no podrán disputar el encuentro por lesiones o descanso, algo que viene a poner de nuevo el dedo en la llaga en los problemas del calendario en la Liga.
El calendario de la Temporada Regular se torna especialmente exigente para todos los equipos en ciertos momentos y los Warriors acumulan miles de kilómetros de avión en días recientes, incluyendo un back-to-back (dos partidos en dos días) separado por 2.000 kilómetros, la distancia entre Minneapolis y San Antonio. Los últimos resultados de un equipo en el que se han evidenciado falta de energía y chispa y que sea la quinta visita seguida a San Antonio en la que los Warriors deban jugar en noches consecutivas han hecho que Steve Kerr haya tomado esta drástica decisión que sin duda no será bien recibida en los despachos de la NBA en Nueva York.
Para más inri, el encuentro entre Spurs y Warriors está programado dentro del NBA Saturday Primetime, una nueva idea lanzada por la NBA hace 14 meses para emitir partidos de gran interés en horario de máxima audiencia los sábados en Estados Unidos producidos por ESPN y retransmitidos por ABC. El encuentro queda descafeinado de estrellas, pero sigue conservando el interés del resultado ya que Golden State (52-13) solo tiene una derrota menos que San Antonio (50-14).