40 puntos al descanso, 60 puntos al final del tercer cuarto, y descanso en los 12 minutos finales. Klay Thompson volvió a vivir una explosión anotadora de las que raramente se olvidan en la visita de Indiana a Oakland. Los Warriors arrasaron a los Pacers gracias no solo a un Thompson tocado por los dioses, sino por una ofensiva colectiva sencillamente imparable para el resto de los mortales. El marcador final, incluso algo templado por los minutos basura, no dejó lugar a dudas: 142-106.
Vaya noche
Desde el principio quedó claro que Klay Thompson tenía una de esas noches mágicas. El jugador que posee el récord absoluto de más puntos en un cuarto NBA (37 contra Sacramento hace poco menos de un año) metió 17 puntos en sus primeros 9 minutos en cancha para explotar en un segundo cuarto demoledor. Al descanso, el escolta llevaba 40 puntos, por 50 de los Pacers al completo. Con la afición y sus propios compañeros rendidos a su acierto, Klay Thompson también abusaría de la derretida defensa de Indiana con 20 puntos extra en el tercer cuarto, finalizando con un 21/33 en tiros de campo y 8/14 en triples.
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Con el partido sentenciado y con batallas mucho más importantes que disputar, Steve Kerr decidió dar a Thompson descanso para el resto del duelo. Sus 60 puntos en tres cuartos recordaron poderosamente a una de las mayores exhibiciones de la carrera de Kobe Bryant, quien anotó 62 puntos a los Mavericks (por solo 61 de Dallas) en 2005. Eso sí, Thompson llegó a 60 sin pasar de 30 minutos, siendo el primer jugador que conseguía un hito así desde que la NBA conserva registros oficiales de minutos jugados (1951).
Una ofensiva de lujo
Pero no todo fue cosa de Klay Thompson. Los Warriors gustaron y se gustaron en cada posesión ofensiva, permitiéndose una cierta relajación defensiva en ocasiones gracias a un ataque imparable. Incluso tomando un papel secundario, Kevin Durant (20 puntos y 8 rebotes) y Stephen Curry (13 puntos y 11 asistencias) tuvieron apariciones devastadoras para la moral de Indiana, incluyendo una de las jugadas de equipo más espectaculares del año con un alley-oop sin mirar de Curry a Durant con premio pase de quarterback de Draymond Green (2 puntos, 10 asistencias, 5 rebotes y 4 robos).
Indiana poco pudo hacer, más allá de resistir la tentación de llorar, aplaudir o todo a la vez. Paul George, recuperado de sus problemas de tobillo, fue lo mejor con 21 puntos y 10 rebotes, con Jeff Teague aportando 16 puntos y 6 asistencias. Pero sin la defensa corrosiva de los años de Frank Vogel, los Pacers fueron incapaces de plantar cara a Golden State con dignidad, cayendo por 36 puntos y viendo como Klay Thompson lograba la mayor anotación de un jugador rival en su historia.
Baloncesto de otra época
Gotta try to cool him down somehow. #Klay pic.twitter.com/GF4HYRQ7ry
— Golden State Warriors (@warriors) December 6, 2016
Para Thompson, quien estaba promediando su peor media anotadora desde 2013-14, este partido sirve para recordar que sigue siendo uno de los mejores finalizadores de la liga, incluso a la sombra de dos MVP como Stephen Curry y Kevin Durant. Los Warriors se mantienen como el mejor equipo de la liga con un balance de 18-3, promediando ya más de 120 puntos por partido (120,2), algo nunca visto en una temporada desde los Nuggets de Alex English en 1984-85. Pese a que su objetivo final es recuperar el trono de la NBA, Golden State sigue incapaz de hacerlo sin batir récords por el camino.