El 2016 regaló a LeBron James su tercer título de la NBA. El primero con los Cleveland Cavaliers, tras dos con los Miami Heat, pero el sistema operativo más dominador de la era actual sigue queriendo superar a quien llegó antes y más lejos que él. Continúa tras la sombra de Michael Jordan.
En declaraciones recientes a los medios americanos, James fue muy explícito sobre una de las fuerzas naturales que le mueven a seguir conquistando nuevas costas.
«Mi motivación es el fantasma que estoy persiguiendo. Ese fantasma jugó en Chicago», dijo James, guiñando ambas retinas al, seguramente, jugador más grande que ha visto el baloncesto mundial.
Jordan terminó su faena con seis anillos en los dedos, exactamente el doble que un LeBron James que cumplirá 32 años en diciembre. M.J. tenía la misma cantidad de campeonatos antes de superar los 31 años —solo como dato por emparejar ambas trayectorias—.
«Lo que yo he vivido es totalmente diferente a lo que vivió él. Lo que él hizo fue increíble y lo vi desplegarse. Le admiré mucho. Creo que está bien ponerme en situación de ser uno de esos grandes jugadores, pero si alguna vez puedo ser el mejor jugador, eso sería algo extraordinario», añadió el MVP de las pasadas Finales por el título.
En, precisamente, las pasadas rondas por el título, James y sus Cavs levantaron un 3-1 hostil a favor de los Golden State Warriors. Nunca nadie hizo algo semejante y es otra condecoración más en la americana de LeBron. De hecho, para él fue un título especial. Por encima de los anteriores.
No deben, pues, entenderse las frases de James como una fanfarronada, sino como la explicación de que quiere ser el mejor de siempre.
Finales 2016
«Éste (título) fue más grande para mí que el primero y el segundo, por todo lo que representa», explicó James sobre los lazos que ya ha establecido con el tercer anillo de campeón de la NBA.
James fue líder en puntos, rebotes, asistencias, tapones y robos en los Cavaliers. El capitán general ideal para los Cavaliers que nadie esperaba.
La comparación es tan poco provechosa como inevitable. A estas alturas, Michael Jordan es más grande que LeBron James. Pero la noticia no es esa. Lo llamativo es que el alero de los Cavs aún puede superar a una de sus inspiraciones, al menos en cuanto a número de títulos.