Nunca una broma fue tan inadecuada y nunca le va a costar tanto a un jugador una foto. Tras la sanción —indefinida— de David Stern, los Wizards han comenzado a borrar el rastro del jugador: prohibido aparecer en actos del equipo, asistir a entrenamientos, sus camisetas retiradas de la venta en el Verizon Center, sus imágenes borradas en el vídeo de presentación del equipo…
Está claro que Arenas no volverá a jugar en Washington. Lo que no sabemos es si cobrará los alrededor de 70 millones de dólares que restan del contrato firmado y si volverá a vestirse de corto en la NBA.
Las pistolas de Arenas han salido a la luz y el dueño ha caído en la oscuridad, pero este problema es mucho más profundo.