Los 63 puntos de Michael Jordan en el Boston Garden

El tiempo pasa volando. Uno de los partidos más memorables de la carrera de Michael Jordan ocurrió en el Boston Garden hace mucho, aquél tras el que Larry Bird dijo la manida frase de «Hoy Dios se ha disfrazado de Jordan». Sí, el famoso partido de los 63 puntos de Michael Jordan en el vetusto Boston Garden, un pabellón mítico e histórico del que ya no queda nada más que el parqué repartido en trozos en manos de coleccionistas.

El 20 de abril de 1986, Jordan anotó 63 puntos —todavía un récord histórico de playoffs de la NBA— contra uno de los mejores equipos de siempre, los Boston Celtics que en su plantilla tenían a cinco hombres que terminaron en el Salón de la Fama: Larry Bird, Kevin McHale, Robert Parish, Bill Walton y Dennis Johnson.

«Teníamos a todo el equipo defendiéndole. No podíamos pararle. Tratamos de hacer de todo. Estábamos ante un talento diferente», comentó Larry Bird años después.

Para ponerlo en contexto, Jordan se había perdido 64 partidos durante el año tras sufrir al comienzo de la temporada una fractura en el pie similar a la que dejó en el dique seco la temporada 2014-15 a Kevin Durant. Inicialmente no se esperaba que Jordan volviese a jugar hasta una temporada después para que su recuperación fuese perfecta y no correr riesgos, pero el jugador insistió en hacer su reaparición y el 15 de marzo disputó su primer encuentro permaneciendo en pista apenas 13 minutos debido a la restricción inicial de minutos que le impusieron los médicos. Finalmente los Bulls se presentaron en playoffs pese a terminar la campaña regular con un pésimo balance de 30 victorias y 52 derrotas, lo que les deparó un enfrentamiento contra Boston en lo que parecía destinado a convertirse en una rápida eliminación.

Y así fue como ocurrió, pero no sin que Jordan pusiese todo lo que tenía de su parte. En el encuentro inicial de la serie, Jordan anotaría 49 puntos en 43 minutos metiendo 18 de sus 36 lanzamientos. Su defensor, Dennis Johnson, dijo en el vestuario que «Michael no volvería a tener un partido así nunca más». Estaba equivocado.


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El segundo choque trajo al Jordan más anotador nunca visto en playoffs, con 36 puntos en los tres primeros cuartos, para irse hasta los 54 en cuatro cuartos tras añadir 18 más en el último periodo, incluyendo los dos tiros libres que forzaron la prórroga. Esos tiros libres llegaron tras falta de Kevin McHale a un intento de tres de Jordan, pero en aquel momento no se concedían más que dos tiros libres aunque el lanzamiento fuese desde más allá del arco. Jordan finalizó con 63 puntos anotando 22 de sus 41 lanzamientos y 19 de 21 en tiros libres. El marcador definitivo del partido fue de 135 a 131 a favor del equipo local. Es considerado como uno de los grandes partidos de playoffs de la historia.

«Estaba en ‘la zona'», explicó Sam Vincent, jugador de los Celtics de aquel año. «‘La zona’ es aquello de lo que oyes hablar a los jugadores algunas veces, cuando la canasta parece más grande, ves los movimientos casi antes de que pasen».

En el tercer encuentro de la serie Jordan estaba vaciado y solo pudo sumar 19 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias para promediar 43,7 puntos en esa serie, pero no pudo evitar que Chicago fuese barrido por 3-0 por por uno de los mejores equipos de la historia. Los Celtics de la campaña 1985-86 terminaron ganando el título después de ganar 67 partidos en la temporada regular, incluyendo un 40-1 en casa que se ha mantenido vigente como el mejor récord de siempre de un equipo en casa hasta que en 2016 lo han empatado los San Antonio Spurs.

(Fotografía de Andy Lyons /Allsport)


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