A lo largo de más de siete décadas de historia, la NBA ha sido tremendamente fiel a su descanso en uno de los días más señalados del año. Así como en Acción de Gracias han existido encuentros y el parón continuado en esta fecha es algo más reciente, el día 24 de diciembre, Nochebuena, es una cita prácticamente sagrada en el calendario de la competición.
No, en Nochebuena de 2017 no hay partidos. Ni los hubo en la de 2016 ni en casi ningún 24 de diciembre desde que la competición echara a andar en 1946, bajo las siglas de la BAA. El 25 diciembre es un relato diferente, el día de Navidad por excelencia, con la tradición de los partidos más espectaculares al servicio del espectador, del aficionado. Pero Nochebuena…
Dos únicos duelos en toda historia
Nochebuena es ajena a los partidos de NBA desde las Navidades de 1967. Ese año fue el segundo y último, hasta el momento, que registró un encuentro de la liga un 24 de diciembre. Antes de aquello, antes de ese duelo entre los Seattle Supersonics y los San Francisco Warriors, únicamente hubo un precedente, también en la década de los 60. Fue el 24 de diciembre de 1960, cuando los Celtics de Bill Russell, luego nos extendemos con ello, barrieron a los Pistons. Este par de compromisos, separados entre sí por siete años, suponen los únicos momentos en los que la NBA ha abierto sus puertas un 24 de diciembre. En la corta pero colorida existencia de la ABA, tampoco hubo espectáculo ese día.
La primera vez
Los Celtics entraban en la década de los 60 inmersos en el inicio de una racha que les iba a llevar a ganar todos los anillos desde 1959 a 1966. Ocho títulos consecutivos, dentro de una dinámica iniciada en 1957 y que les reportó un total de once campeonatos de trece posibles. En el periodo de 1957 a 1969, sólo cedieron el trono en 1958 y en 1967.
De modo que en la Nochebuena de 1960, Boston estaba liderado por un Russell que se encontraba en su quinto año como profesional y que defendía el cetro de la NBA junto a los Jones, K.C. y Sam, o Bob Cousy, otra de las leyendas de los Celtics de Red Auerbach y de la NBA. También por ese equipo pululaba Gene Conley, único en su especie al haber ganado los títulos de la NBA y de las Series Mundiales de béisbol. Sí, eran otros tiempos.
Precisamente Cousy fue el máximo anotador de la paliza que los Celtics asestaron a los Pistons (150-106), que esa temporada a pesar de todo acabarían pisando los playoffs, para perder en pirmera ronda contra los Lakers (3-2).
Un 24 de diciembre donde los Celtics deleitaron a su público con récord de rebotes capturados (109), y Bill Russell firmando 29 rechaces a los que acompañó con 21 puntos. Cousy, decíamos, fue el máximo encestador con 25 tantos. Meses después, ya en 1961, Bill Russell sumaría su segundo MVP de la temporada. Oscar Robertson, además, empezaba su leyenda y era elegido Novato del Año 1961 después de haber sido seleccionado en el número 1 del Draft de 1960.
La segunda vez
En 1967, los 76ers habían conquistado el anillo frente a los San Francisco Warriors, en esa pequeña pausa de ocho triunfos seguidos de los Celtics, que luego retomarían la senda de la gloria en 1968 y 1969.
Y los San Francisco Warriors y los Seattle Supersonics, que debutaban en la NBA, fueron los protagonistas del segundo y último encuentro celebrado en la NBA un 24 de diciembre. Hay un denominador común a estos dos partidos, además de haber sido albergados durante la década de los 60. Y es el hecho de que en ambas temporadas, tanto en la 1960-61 como en la 1967-68, terminaron ganando los Celtics el anillo.
Respecto al encuentro de la Nochebuena de 1967, los Sonics cayeron derrotados como locales por 113-127. En esa franquicia novata de Seattle estaba Rod Thorn, quien firmó 16 puntos. Luego como directivo, Thorn fue el responsable directo en 1984 de la elección de Michael Jordan por los Bulls en el Draft de 1984.
En los Warriors, entonces vigentes subcampeones, Jeff Mullins registró 31 puntos, récord histórico en Nochebuena. Mullins, uno de los grandes de los Warriors en estos años, tuvo la suerte de amarrar el anillo en 1975, un curso antes de colgar las botas.
Y si hablamos de récords en Nochebuena, Nate Thurmond, Hall of Fame desde 1985 y nacido en Akron, igualó el de rebotes cosechado por Bill Russell en 1960. Nate the Great recpgió 29 capturas, sin duda una nueva exhibición de sus facultades bajo los tableros y que le permitieron jugar siete veces el All-Star, integrar en varias ocasiones diversos equipos ideales de la NBA y ser en la actualidad el 10º máximo rebotador de siempre en la NBA, con 14.464 rebotes. Se retiró en Cleveland, tras la 1976-77. Murió en 2016.
Nota: este texto fue publicado en diciembre de 2017 y ha sido refllotado en 2022.
(Fotografía de Omar Rawlings/Getty Images)