Las raíces de Giannis Antetokounmpo

Artículo publicado originalmente en Extra nbamaniacs el 7 de junio de 2019.

«Hay mucha gente a la que le digo que soy africano. Que no solo soy lo que ellos conocen como el Greek Freak».

Todo el mundo le tiene por el heleno más desgarbado que cualquier cancha de baloncesto haya podido fabricar, sin embargo la historia de Giannis Antetokounmpo no se explica solo con una infancia complicada en el precario barrio de Sepolia, muy cerca de la Acrópolis de Atenas. Para escarbar de veras en las raíces del ahora estrella de los Milwaukee Bucks hay que viajar al corazón del continente más pobre de la Tierra. Hay que irse hasta Nigeria, en pleno corazón de África, que es de donde realmente proceden los orígenes del candidato a MVP esta temporada.

«Obviamente, mucha gente no sabe de dónde provengo. Mucha gente piensa que mi madre o mi padre son de Grecia, pero no. Los dos son negros. Mis dos padres son nigerianos», podía relatar hace no demasiado Giannis para el portal de ESPN, The Undefetated. Porque para él todo comienza en Lagos, capital de Nigeria, hogar de su familia y también de su apellido que, para sorpresa de todo el mundo a estas alturas, en origen no era nada de Antetotkounmpo, sino Adetokunbo.

Charles y Veronica, a Grecia

Charles y Veronica Adetokunbo vivían una situación difícil, crítica, en Nigeria a comienzos de la década de los 90. La marea de paro que deslavazaba su país les movió a tomar una decisión desesperada; no querían hacerlo pero no veían otra alternativa para su futuro y el de la prole que estaba por venir: dejarían su casa en África para emigrar a Grecia (a casi 6.000 kilómetros de casa). Era el año 1991 y Charles y Veronica emprendían su viaje no sin pena vital por lo que dejaban atrás: toda una vida y hasta su hijo mayor, Francis, que se quedaría en Nigeria para ser supervisado por los abuelos e intentar ganarse un futuro allí, donde había nacido. Los padres Adetokunbo no tenían todavía los 30 años, pero querían prosperar, tener más hijos y que su familia viviera en una tierra de oportunidades, no en aquel agujero en el que se había convertido todo cuanto podían ver a su alrededor.

Tenía que ser en Europa entonces, al otro lado del mar Mediterráneo. Difícilmente el lugar soñado para ellos estaba en Nigeria, que cada vez sufría más los estragos de la pobreza y la desigualdad.

Tocaba empezar de cero, iniciar una nueva vida para en busca de más oportunidades tanto para ellos como para su futura familia.

Y como en toda narrativa de inmigración, los inicios fueron aparatosos. Dramáticos.

Al llegar a Grecia, en 1991, todo parecía ir al revés de como habían planeado. Para empezar, resultaba muy complicado encontrar trabajo siendo dos inmigrantes recién llegados. Más si cabe siendo africanos (sí, negros) en una sociedad que todavía no estaba nada acostumbrada a recibir aventureros del continente que vio nacer la humanidad. Gran parte de Europa era más bien resistente a ver crecer el flujo de ciudadanos de raza negra por sus calles; y Grecia no era una excepción.

Charles había sido futbolista (también su padre, abuelo de Giannis) en Nigeria y Veronica había practicado salto de altura a cierto nivel, pero siendo inmigrantes en situación ilegal en Grecia, eso no les valía de nada para encontrar un empleo y una nueva ocupación.

Charles Adetokunbo tuvo que trabajar de lo que fuera en sus inicios en Europa, y Veronica, la madre, encontró alguna oportunidad (mal remunerada) como cuidadora de niños. Tenían que empezar a salir adelante en un lugar en el que solo eran inmigrantes en situación irregular y donde fueron la única familia de raza negra de todo su vecindario en Sepolia. Todos sus esfuerzos daban apenas para subsistir y poco más. Muy poco más.

El paso de los años hizo que llegaran cuatro hijos más a la familia –además del primero, Francis–: Thanasis, Giannis, Kostas y Alexis. Los Adetokunbo crecían en número pero eso no significaba que su situación económica y social fuera boyante; siguieron pasando apuros hasta la adolescencia de sus hijos y más allá.

«Algunas veces, nuestra nevera estaba vacía. Algunos días, no vendíamos (en la calle) y no conseguíamos el dinero que necesitábamos para alimentarnos. Lo recuerdo bien», podía recordar Giannis, en 2013, ya a punto de investirse como jugador NBA.

Vender en la calle

Sí, en el párrafo anterior hemos precisado bien: Antetokounmpo, ahora gran estrella mundial del baloncesto, de pequeño tuvo que vender de manera ambulante en la calle para poder sobrevivir.

Giannis y sus hermanos se vieron casi obligados al mercadeo en las calles del centro de Atenas para echar una mano a su familia y así poder llenar los platos de todo el mundo en la familia Adetokunbo. Él, con sus hermanos, vendía CD’s y gafas de sol y hasta ejerció como limpiador de ventanas durante su infancia para colaborar a que la estructura familiar no se desmoronase.

«Creció en un ambiente muy pobre en Grecia, en Atenas, y para conseguir dinero que dar a su familia tuvo hasta que vender CD’s en la calle o limpiar ventanas. Su enorme lealtad por su familia le llevaba a hacer cosas así», podía leerse en un artículo publicado en The New York Times el pasado mes de mayo.

«Él era solo un chico que verías en la calle, con cara de hambriento y pidiendo para comida. No tenía nada. Solo un par de zapatillas que tenía que compartir con sus hermanos. Y ahora es millonario. Es una locura», detallaba en el artículo del Times, Chris Iliopoulos, joven también del barrio de origen de Giannis y que compartió canchas (y pachangas) callejeras con el jugador de los Bucks durante su infancia.

Cultura de Nigeria

La vida de Giannis durante la niñez no fue nada sencilla; de hecho estuvo atestada de complicaciones, sobre todo de índole económico (claro). Pero él tuvo unos valores educativos muy fuertes en su casa. Por mucho que corriese el aire en las billeteras de la familia, sus padres no iban a permitir que cayese en cualquier tipo de pandilla o que su situación le convirtiera en una mala persona.

El ahora estrella de los Bucks nació y se educó en una sociedad de creciente influencia griega, cuando salía a la calle o iba al colegio, no obstante en casa de los Adetokunbo todo el mundo seguía los credos propios de Nigeria. Y de ahí que sus orígenes africanos sigan muy presentes en el jugador de Milwaukee.

«Quiero conocer el lugar del que procede mi familia, donde mi madre creció, ver a mi familia, dónde creció mi padre (fallecido en 2017 por un ataque al corazón). Es muy importante para mí. Espero que mis hijos algún día puedan hacer eso por mí también. Obviamente, mis hijos crecerán en Estados Unidos, pero algún día espero que puedan ir a Grecia a ver donde yo crecí, las canchas en las que jugué de pequeño. Es algo importante. Es parte de quien soy. Mis padres son de Nigeria. Siempre quisieron que lo tuviera presente. Quiero tenerlo. Así que lo tengo. Estoy orgulloso de mis raíces africanas», podía comentar Anteto esta misma temporada.

Tan potente es la herencia nigeriana en él que su verdadero nombre de origen es Ougko; lo de Giannis fue un bautismo posterior respondiendo a la influencia griega en su familia y en su vida.

«Yo crecí en un casa con costumbres nigerianas. Obviamente, nací en Grecia y fui al colegio allí. Pero al final del día cuando llegaba a casa, no había cultura griega en casa. Era todo de Nigeria. Todo se basaba en la disciplina. En respetar a tus mayores y tener moral», podía recortar Anteto.

Emparentado con Olajuwon

Sus raíces nigerianas son tan genuinas que le conectan directamente con Hakeen Olajuwon, probablemente el mejor africano que ha jugado nunca en la NBA.

«Sé por su apellido que procede de la misma etnia que yo, los Yoruba (por parte de su padre, Charles). Su apellido, que en Yoruba se dice Adetokunbo, significa ‘la corona ha vuelto de muy lejos», podía relatar Olajuwon, también con orígenes nigerianos y está visto que emparentado por línea cercana con Giannis.

Su padre era de la cultura Yoruba y en casa de los Adetokunbo su madre les hablaba en la lengua de la etnia Igbo, uno de los idiomas oficiales en Nigeria y que hablan alrededor de 18 millones de personas entre la propia Nigeria y Guinea Ecuatorial.

Más griego que los yogures de naturaleza grasa o las ciudades-estado de la Antigüedad, podíamos pensar muchos antes de saber todo esto… Hemos estado pensando toda la vida en The Greek Freak como un producto denominación de origen heleno y no es exactamente así. Para nada. Giannis creció como hijo de inmigrantes en Grecia pero su herencia familia es eminentemente africana.

Inmigrante (situación no del todo regular, recordemos) africano en Europa en los 90; o sea, que nos imaginamos que su infancia no fue un camino por debajo de ningún arco de triunfo.

Niñez sin ser realmente griego

Por no tener, Giannis y sus hermanos no poseían ni algunos derechos fundamentales garantizados en Grecia, pues eran inmigrantes y no contaban con la nacionalidad helena. Su ciudadanía, de hecho, no llegó hasta poco antes de que Anteto fuera drafteado por los Milwaukee Bucks, en 2013. Su llegada a la NBA era ya inminente y solo entonces (con 18 años) pudo ser considerado un griego de pleno derecho. Hasta entonces, había sido, solo, un hijo más de inmigrantes.

Fue en ese preciso momento, cuando abrazó la nacionalidad griega, cuando su apellido cambió para siempre. A decir verdad, en la familia siempre consideraron que su distintivo personal es Adetokunbo; sin embargo desde que Giannis consiguiera su pasaporte europeo el mundo pasó a conocerle como Antetokounmpo, que es en realidad la traducción helena de su verdadero apellido africano.

Así que el cambio llegó de repente. No solo el de apellido. De tener que vender en la calle para sobrevivir y verse en una situación personal extrema, a recibir no solo la ciudadanía griega sino casi ser un embajador nacional en todo el mundo. Y en muy pocos años. Todo eso le llegó a Giannis con la llamada de la NBA. «La mayor parte de su vida en Grecia, Giannis fue considerado solo un extranjero», recuerda su compañero de canchas durante la infancia.

«Cuando Giannis era un mortal más, solo se le veía como un inmigrante ilegal más en Grecia. Ahora que es una estrella del baloncesto, se ha convertido en un embajador de Grecia. Claro que estamos orgullosos de lo que le ha pasado. Pero eso no es lo que debería hacer falta para tener la ciudadanía griega. Tenemos ingenieros, médicos y todo tipo de profesionales de otros países, y el estado griego no les reconoce como ciudadanos», opina de nuevo el conocido de infancia de Anteto.

Inicios deportivos en Grecia

Su historia parte de la práctica miseria, pero su éxito y destino empiezan a explicarse también el día que decidió que no seguiría los pasos de su padre y renegó del deporte que llevaba ‘mamando’ en casa desde que era un bebé.

«Cuando decidí, de pequeño, que no quería ser jugador de fútbol, mi padre se decepcionó. Pero él quería hacer cosas para ayudarnos. Nos entrenábamos mucho a fútbol con él. Él nos llevaba a la pista de fútbol y nos ponía bastante las pilas. Después, cuando empecé en el baloncesto ya nunca más estuvo triste», recordaba Giannis, en 2016.

Su primer equipo de baloncesto en Grecia (categorías inferiores) llegó previo acuerdo de un trabajo para su madre. Una jornada de 800 euros mensuales limpiando casas para Veronica a cambio de poder inscribir al pre-adolescente Giannis en un equipo de las ligas inferiores griegas. Entonces fue cuando todo empezó a ponerse en marcha. Y a una velocidad meteórica.

Las horas y días enteros con sus hermanos en la cancha callejera de Sepolia y los crecientes centímetros que Giannis iba ganando hicieron el resto. De las divisiones inferiores griegas (con el Filathlitikos, donde también jugaron sus hermanos) pasó a ser fichado por el CAI Zaragoza (liga ACB), con 17 años, y de ahí a ser elegido en el Draft de la NBA. Todo a la velocidad de una tormenta eléctrica enfurecida.

«Los jugadores negros en Grecia tienen ahora opciones solo gracias a él», dice Favor Ukpebor, jugador de 16 años de Atenas. «Le dije a Giannis: ‘ te has convertido en lo que eres ahora mismo por el sitio de dónde vienes’. Por sus orígenes, él no conoce el miedo», relataba por su parte un entrenador de juventud de Antetokounmpo.

Muerte de su padre

La de Giannis es una historia infestada de adversidades vitales que, de repente, vivió un vuelco gracias a sus dimensiones fisiológicas y a sus dotes para jugar al baloncesto. Pero hasta entonces sufrió la discriminación social propia de su situación y que ahora, en 2019, parece haberse olvidado.

Las dificultades para Giannis Antetokounmpo (o Ougko Adetokunbo) no terminaron siendo ya una gran estrella de la NBA: su padre, Charles, falleció en Milwaukee en 2017, a la edad de 54 años.

«No hubo un solo día de mi vida en el que yo le llamase y él no estuviera ahí. De niño yo podía estar sentado en el sofá sin hacer nada y decirle que me consiguiera algo de comida. Y él me decía que sí, que haría eso por mí. Siempre vino a verme jugar desde que se trasladó aquí (Milwaukee). Y él era feliz, muy feliz. Por todos sus hijos. Es muy duro. Perder a alguien que amas es duro. Que ha estado ahí desde el primer día. Especialmente para nuestra familia, que tenemos un vínculo muy cercano. Él hizo que lo tenía que hacer en el mundo. Tuvo cinco hijos y los crió de maravilla. Eso es lo más importante. Espero dejar algún día este mundo dejando en mis hijos el impacto que él dejó en nosotros», podía decir Anteto, en 2017, tras la desaparición de su padre.

Una historia de superación, de mestizaje constante sin olvidar sus raíces, y de conocer los niveles de supervivencia más extremos para terminar siendo uno de los deportistas más importantes del mundo. De tener que vender CD’s en la calle para poder comer, a estar en disposición (año que viene) de firmar un contrato de casi 50 millones de dólares por temporada.

Giannis Antetokounmo y sus raíces nigerianas están mucho más presentes de lo que el gran publico conoce. Así, él mismo insistió en conseguir su pasaporte nigeriano, además del griego, en el año 2015. Nunca ha estado allí pero sabe que es parte de él. Son sus raíces porque, como él mismo dice, forma parte de África.

(Fotografía de Kevin Winter/Getty Images para Turner Sports)


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