James Harden era la gran duda de cara al training camp de Philadelphia. Mientras se daba por hecho que su traspaso era prácticamente imposible en estos momentos, estaba por ver si el MVP de 2018 se presentaba con el equipo o si optaba por un acto de rebeldía. Finalmente, aunque tarde, se presentó y ha estado entrenando con total normalidad con sus compañeros y su nuevo head coach, Nick Nurse.

La situación es hasta cierto punto extraña. Tras verle pedir el traspaso a finales de junio, ahora existe una normalidad que pocos esperaban. El propio head coach de los 76ers ha señalado que le ve bien físicamente y comprometido con el trabajo, pero… ¿es algo sostenible en el tiempo?

Justo sobre ese dilema habla uno de los periodistas más reputados en el mundo NBA, Adrian Wojnarowski, quien señala que la franquicia de Pensilvania tiene un plan para mantener bajo control a Harden, el cual se basa básicamente en que entienda que no están dejando de trabajar para arreglar su situación; es decir, encontrarle una salida.

Así es. Wojnarowski señala que si Harden se ha incorporado a la pretemporada con buen talante es porque cree que los Sixers trabajaron y se comprometieron a encontrarle un intercambio, específicamente a los Clippers. Si James Harden pierde esa esperanza, entiende que no están comprometidos y que no toman en serio traspasarlo –específicamente a los Clippers–, entonces es cuando pueden aparecer los problemas.

Más allá de lo que esté pensando Harden, lo cierto es que a estas alturas su salida parece bloqueada. Hace tiempo los propios Sixers señalaron que las negociaciones con los Clippers habían finalizado sin éxito, y ahora sabemos que los angelinos no están dispuestos a mejorar su oferta. Si no cambian mucho las cosas, es probable que la situación con Harden se acabe descontrolando.

(Fotografía de Maddie Meyer/Getty Images)

 

Los Clippers continúan interesados en hacerse con James Harden, pero no parece que estén apretando demasiado para que el movimiento se lleve a cabo pronto. Adrian Wojnarowski, periodista de ESPN, asegura que a los californianos les gustaría poder cerrar el traspaso más pronto que tarde, pero a su vez afirma que no se plantean mejorar su actual oferta porque se consideran el único equipo que está pujando en serio por el escolta.

Esto sin embargo no quiere decir que estén cruzados de brazos esperando el sí. Pese a que dicha oferta no termina de estar definida, sí parece que incluye a varios jugadores veteranos de la plantilla, y ahora los Clippers están buscando a un posible tercer equipo que tenga más interés en recibir a dichos jugadores y que pueda enviar a Philadelphia a otros hombres que sí interesen a los 76ers. Por tanto, aunque parece que las piezas de las que están dispuestos a desprenderse no van a cambiar, sí podría hacerlo lo que los de Pensilvania reciban a cambio.

Estos, no obstante, no están precisamente ansiosos por finalizar el movimiento, pues, aunque el deseo de Harden de salir podría no desaparecer y generar su marcha en la próxima agencia libre, creen que nada de lo que pueden recibir a cambio les hace mejores. Ya sea con o sin James en la plantilla, los 76ers quieren ser aspirantes al anillo este año y su intención es aceptar un traspaso solo si se mantiene esa condición, lo cual por ahora no parece que vaya a ser posible.

(Fotografía de portada: Maddie Meyer/Getty Images)

 

Pese a que James Harden se ha incorporado a la disciplina de los 76ers, su futuro sigue estando bastante en el aire. Nada apunta a que el escolta haya cambiado radicalmente su forma de ver las cosas y quiera quedarse en Philadelphia, de modo que las franquicias interesadas en él siguen a la caza de un posible traspaso, y especialmente Los Angeles Clippers parecen decididos a hacerse con sus servicios.

Según aseguran Shams Charania y Sam Amick, periodistas de The Athletic, la franquicia californiana está manteniendo conversaciones con distintos equipos que le permitan hacerse con alguna ronda del draft que poder incluir en la negociación, tratando de hacer más apetecible la operación para los 76ers. Según los rumores, los angelinos incluyeron en su oferta inicial a varios jugadores para equiparar salarios, una primera ronda y un pick swap, pero los de Pensilvania buscan un paquete que incluya a Terance Mann y varias rondas del draft.

Charania y Amick señalan también que el deseo de Harden de jugar en los Clippers no se ha visto mermado, lo que ha llevado a la franquicia a buscar esta manera de poder mejorar su oferta. Hacerse con una primera ronda muy probablemente les cueste la salida de alguno de sus hombres, aunque también se baraja la posibilidad de que traten de intercambiar alguna de sus rondas con otra franquicia que, a priori, vaya a tener una mejor posición en el draft a cambio de incluir otros incentivos como picks de segunda ronda. No obstante, los rumores señalan que los 76ers quieren que, en caso de realizarse, el traspaso no merme sus opciones de anillo, por lo que tal vez no sean precisamente rondas lo que buscan.

El movimiento permitiría a los angelinos conformar un letal Big 3 uniendo a Harden con Kawhi Leonard y Paul George. La Barba viene de promediar 21 puntos y de liderar la liga en asistencias con 10,7 por partido, y aunque con menos frecuencia que hace unos años, sacó a relucir en a ratos su versión más letal para recordar que sigue estando capacitado para ser un hombre determinante.

(Fotografía de portada: Maddie Meyer/Getty Images)

 

Los Angeles Clippers estarían trabajando a toda máquina para conseguir el traspaso de James Harden procedente de los Philadelphia 76ers, confirmaron fuentes del medio The Athletic.

Pese a que las negociaciones entre ambas partes estaban prácticamente rotas, la actitud de Harden con los Sixers ha provocado que vuelvan a reanudarse. Los angelinos todavía confían en conseguirle. Eso sí, Philadelphia no aceptará una oferta a la baja.

Según fuentes cercanas a la situación, ya ofrecieron una elección de primera ronda sin proteger, un intercambio de selecciones con Philadelphia y salarios equivalentes al de Harden. No obstante, nunca fue suficiente para ellos. Concretamente, pidieron entre otras cosas, al jugador Terance Mann.

Los angelinos estarían actualmente trabajando en una operación multi-traspaso que permita a involucrar a otras franquicias, y de esta forma cerrar la llegada de Harden, en último año de su contrato valorado en 36 millones de dólares.

¿Qué otras piezas podrían ofrecer los Clippers, además del citado Mann? Se barajan los nombres de Norman Powell, Marcus Morris, Nicolas Batum o Robert Covington, éstos tres últimos con acuerdos expiring, lo que podría facilitar la operación.

(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)

 

Ime Udoka ha sido entrevistado recientemente por el medio ESPN donde ha explicado, entre muchas otras cosas, por qué rechazó el fichaje de James Harden este verano, y en su lugar llegó como agente libre Fred VanVleet, procedente de los Toronto Raptors.

«No tengo nada en contra de James Harden», reconoció Ime Udoka. «Pero Fred (VanVleet) simplemente encaja mejor. Ya entrené a James en Brooklyn. Es uno de los jugadores más inteligentes con los que he trabajado. Las palabras de ‘Ime no quiere a James’ nunca han salido de mi boca. Fue como… ‘Vamos a ver. Encaja mejor’. Si queremos que Jalen (Green) y los otros jóvenes den los siguientes pasos, necesitamos que tengan el balón. En cuanto a decir que no quería a James aquí, nunca ha sido así. Se trataba sobre cómo encajar mejor», explicó.

VanVleet alcanzó un acuerdo con los Rockets mediante 3 años y 130 millones de dólares. Por su parte, Harden continúa en rebeldía con los Sixers después de hacer efectiva su ‘player option’ y no acordar un nuevo compromiso. Por tanto, el escolta, molesto con el dirigente Daryl Morey, está buscando su salida inmediata de Philadelphia.

A las órdenes de Nick Nurse disputó 69 encuentros oficiales con unos guarismos de 19,3 puntos, 4,1 rebotes y 7,2 asistencias en casi 37 minutos de juego.

(Fotografía de portada: Elsa/Getty Images)

 

Lo anunciado se ha hecho realidad. James Harden se ha incorporado al training camp de Philadelphia 76ers tras saltarse el media day y una sesión de entrenamiento y, aunque suene extraño, ha llegado en l que se podría calificar como un buen estado de forma; y no lo decimos nosotros, sino su propio entrenador, Nick Nurse.

«Realizó el entrenamiento casi al completo y se le veía bien. Como digo, se le veía bien y parecía estar físicamente en buena forma», comenta el head coach sobre el primer día de entrenamiento compartido por Harden con sus compañeros.

Cuestionado por el nivel de La Barba respecto al resto del equipo, Nurse explica que en estos momentos no sólo él, sino otros muchos jugadores, aún están mejorando, pero que lo que vio sobre el parqué le gustó.

Cuando los medios pudieron acceder al entrenamiento Harden ya se había marchado, por lo que no se le pudo hacer ninguna pregunta. Más allá de las declaraciones del entrenador, lo que más que se supo del MVP de 2018 fueron las fotografías que compartió la organización de Pensilvania en sus redes sociales.

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— Philadelphia 76ers (@sixers) October 4, 2023

Comprometido con el trabajo

Así es. Tanto Nurse como los compañeros de equipo señalaron que Harden plenamente comprometido y participó durante todo el entrenamiento como uno más. El entrenador, quien habló brevemente con Harden antes de la práctica, explicó que las cosas simplemente se desarrollaron como lo harían normalmente durante el segundo día de un training camp; es más, elogió la energía y la intensidad del equipo y dijo que en realidad vio incluso una mejora desde el entreno del martes.

(Fotografía de Maddie Meyer/Getty Images)

 

Todos los focos apuntan a James Harden. Simplemente es así. Después de que se resolviese la situación de Damian Lillard con su traspaso a Milwaukee Bucks, y casi sin poder entrar en comparaciones después de lo mucho que ha dado el base a los Blazers, Harden se ha quedado ahora en solo y prácticamente marcado como una oveja negra en la NBA. Sí, es un jugador fantástico, pero sus decisiones no parecen haber estado en consonancia.

Con tal escenario, hace un par de días supimos que no se había presentado en Philadelphia para la puesta en marcha de la pretemporada. No estuvo en el media day de los 76ers ni tampoco en la primer entrenamiento del equipo en el Moby Arena (campus de la Universidad Estatal de Colorado). Todo hacía presagiar que era el primer paso de otro desafío de La Barba; sin embargo, ha sido Adrian Wojnarowski de ESPN quien ha anunciado que el MVP de 2018 ha dado un paso atrás en su rebeldía.

Según la información que maneja el citado periodista, se espera que Harden llegue a Colorado de manera casi inmediata para unirse al training camp de la organización de Pensilvania; eso sí, se desconoce si se unirá rápidamente a los entrenamientos o si vivirá un proceso individualizado. Esto es lo que explica Nick Nurse, su nuevo entrenador, al respecto.

«Sé que no estuvo aquí hoy. Si está aquí mañana, como hemos dicho siempre, nos prepararemos para hacer algunos ajustes en todo. Veremos qué pasa», explica el head coach, quien vivirá su primer curso al frente de los Sixers.

Aunque desde Philadelphia intentan dar cierta imagen de calma, esto es un problema. No se trata de empezar un nuevo proyecto con dudas en el jugador número 10 de tu rotación, sino de hacerlo con grandes dudas sobre el roster que tendrás en días (o meses) y, por supuesto, con un ambiente enrarecido a causa de una situación que muchos temen que no solo se lleve por delante el curso 2023-24, sino el futuro de Joel Embiid en la franquicia…

Mimando a Harden

Los 76ers han optado por dejar de lado el palo y ofrecerle a Harden únicamente zanahorias. Durante el media day, el cual tuvo lugar en Camden (New Jersey), los compañeros de equipo, así como el propio Nurse y el presidente de operaciones de baloncesto del equipo, Daryl Morey, se mostraron esperanzados respecto a que el problema con Harden se solucionase y se reincorporase al equipo. Quizás con la intención de ayudar en esa dirección, se ha adelantado el paso del 25% del contrato que debía percibir el domingo a dos días antes. Quizás quieren hacerle entender que siguen comprometidos con él pese a lo ocurrido.

Llegados a este punto, también cabría preguntarse que es para los Sixers solucionar el problema. Ver a Harden entrenando con sus aún compañeros no sería del todo sorprendente, pero dando marcha atrás en su petición de traspaso y jugando cuando comience la regular season es algo casi inimaginable después de que llamase mentiroso a Morey.

Trabajando en dos direcciones

Esa es la complicada labor a la que se enfrenta Nick Nurse. El entrenador se ha visto abocado a trabajar en dos posibles escenarios: uno con Harden y otro sin él. Sobre esto, señala que lo que vivió en su momento en Toronto Raptor con Kawhi Leonard, a quien integró en un equipo que ya estaba hecho, le ayudará en esta nueva etapa.

«No creo que haya sido una gran distracción hasta ahora. En primer lugar, afortunadamente es mi segunda oportunidad de comenzar con un nuevo equipo. Hay muchas cosas que hacer para que el personal se ponga al día, lograr que todos en el edificio vayan en la misma dirección. Hay mucho trabajo por delante para conseguir eso», comenta antes de afirmar que por ahora no están dedicando demasiado tiempo a tratar el tema Harden.

«Diría que de vez en cuando hay conversaciones al respecto que probablemente toman unos minutos al día. Eso es todo hasta ahora. Así que no ha sido tan malo. Y repito, creo que los jugadores están haciendo un gran trabajo al enfocarnos todos en lo que estamos haciendo. Ellos están tratando de aprender algunos nuevas ideas y filosofías que estamos tratando de implementar. Eso es todo lo que podemos hacer», finaliza.

(Fotografía de Megan Briggs/Getty Images)

 

James Harden sigue estirando la cuerda con la gerencia de Philadelphia y, de acuerdo a fuentes cercanas del periodista Adrian Wojnarowski, no se ha presentado en el Media Day organizado por la franquicia con el objetivo de forzar su salida a Los Angeles Clippers.

El todavía jugador de los Sixers sigue muy molesto con Daryl Morey, y ha cumplido lo que prometió durante su gira en China, «que no volvería a jugar para él» cuando también le tachó de «mentiroso» por, supuestamente, incumplir su promesa de renovación.

Cuando Harden debería haberse presentado ante los medios de la ciudad para realizarse las primeras fotografías de la pretemporada, no ha aparecido, demostrando una vez más una grandísima falta de profesionalidad.

Cabe recordar que Sixers y Clippers rompieron las negociaciones hace ya varias semanas, ya que la oferta no era lo suficientemente convincente para ellos. Ahora que Harden se ha ausentado del ‘Día de Medios’, ¿y quizás a los entrenamientos de pretemporada? ¿Volverán a reactivarse las negociaciones?

Después de aceptar su ‘opción de jugador’ valorada en casi 36 millones de dólares, se encuentra en su último curso de contrato garantizado. En verano de 2024 volverá a ser agente libre, y veremos si alguien le ofrece un acuerdo a largo plazo.

El año pasado promedió a las órdenes de Doc Rivers 21 puntos, 6,1 rebotes, 10,2 asistencias y 1,2 robos en 36,8 minutos por jornada.

(Fotografía de portada: Kirkland/Getty Images)

 

Según apunta Brian Windhorst del medio ESPN, fueron Los Angeles Clippers y no los Sixers los que rompieron las negociaciones por James Harden, quien se ha declarado en rebeldía ante Daryl Morey por incumplir una supuesta oferta de renovación.

«Los Clippers trataron de negociar por Harden, y ese acuerdo finalmente no se produjo», dijo Windhorst. «Y por lo que tengo entendido fueron los Clippers los que dijeron: ‘Vale, no hay trato aquí. Vamos a seguir hacia delante’. Y aunque asumo en que pueden alcanzar un acuerdo a mitad de temporada, ahora mismo las cosas están así, explicó.

Los rumores cercanos a Harden han situado a los Clippers como el destino preferido para ‘La Barba’. Los Sixers habrían reclamado por sus servicios jugadores de primer nivel y selecciones del Draft para intentar encontrar flexibilidad salarial de cara al próximo 2024.

El año pasado promedió 21 puntos, 6,1 rebotes, 10,7 asistencias y 1,2 robos de balón en casi 37 minutos por jornada.

(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)

 

Adam Silver tiene la mirada puesta en los culebrones de Damian Lillard y James Harden. El comisionado de la NBA ha confesado que no le complace ver a los jugadores solicitando traspasos de sus equipos.

«En términos de demandar un cambio, por supuesto, no me gustan. Como liga, queremos que los jugadores y equipos cumplan sus contratos. Estoy atento a la situación de Portland y Filadelfia y espero que resuelvan a satisfacción de todos antes de que empiece la temporada. Y me alegro que las cosas parezcan haberse calmado un poco, al menos en términos de discurso público», aseveró Silver en una conferencia de prensa después de una Junta de Gobernadores en Nueva York.

El directivo ha tenido que intervenir en ambos casos. Primero con el base de los Trail Blazers le lanzó una advertencia a él y a su agente por expresar públicamente que solo jugaría con los Miami Heat en caso de concretarse su salida de la organización de Oregon. Después multó con 100.000 dólares al guard de los 76ers, quien llamó mentiroso al presidente de operaciones Daryl Morey y anunció que no realizaría los servicios solicitados en su contrato de jugador a menos que fuera traspasado a otro equipo.

La situación de los dos jugadores permanece igual. Sus equipos no consiguen convencerlos de continuar, pero tampoco se muestran atraídos con lo que ofrece el resto de la liga por ellos. Con la cercanía del training camp seguro habrá novedades y Silver estará observando con la expectativa de que lleguen a un acuerdo sin ventilar a la prensa los trapos sucios.

(Fotografía de portada: Alex Goodlett/Getty Images)

 

El drama entre James Harden y los Philaldephia 76ers tiene de cabeza a los aficionados de la franquicia, no tanto por el problema en sí como por lo que puede llegar a generar. Muchos temen que esta situación desestabilice el equipo tanto a nivel deportivo como de química de vestuario y agote más rápidamente la paciencia de Joel Embiid, pudiendo propiciar que acabe pidiendo el traspaso, pero parece que la cosa no está evolucionando en esta dirección.

Según afirma Ramona Shelburne, periodista de ESPN, el pívot camerunés ha asegurado a la franquicia encontrarse cómodo con la forma en que se está gestionando la situación, generando una mayor tranquilidad con respecto a lo que pueda ocurrir. Pese a que su objetivo siempre ha sido ganar a Philadelphia, a pocos meses de cumplir los 30 años es inevitable preguntarse cuántos intentos más está dispuesto a realizar en un equipo con el que no ha llegado siquiera a disputar las Finales de Conferencia, e incluso en algunas declaraciones ya ha dejado entrever la posibilidad de salir para mejorar sus opciones. Pero por ahora, en Pensilvania respiran con alivio.

Un aspecto que hace a este caso particularmente interesante es que, a diferencia de lo que ocurrió con Ben Simmons, la plantilla de los 76ers sigue manteniendo una buena relación con Harden. El propio Embiid invitó al escolta a su boda en el mes de julio, y Tyrese Maxey ha seguido en contacto con él y se mostró bastante comprensivo con su postura en unas declaraciones al respecto. Por tanto, parece que aceptarán el devenir de la situación ocurra lo que ocurra y que, lejos de lo esperable, esta podría no desgastar tanto la relación con la organización.

Con todo, el verdadero problema de Philadelphia podría tener que ver con cómo llenar el hueco dejado por Harden. Porque si la plantilla pierde nivel y las opciones de anillo se reducen… Embiid podría no ver eso con tan buenos ojos.

(Fotografía de portada: Maddie Meyer/Getty Images)

 

Las historias de verano de James Harden no se detienen. En un extenso reportaje, Ramona Shelbourne de ESPN ha asegurado que La Barba ignoró una invitación del comisionado Adam Silver para el All-Star del año pasado, aunque el jugador lo ha desmentido.

De acuerdo a Shelbourne, Harden «hizo pucheros» al no ser nominado como titular o reserva en el clásico partido, de modo que comenzó a desatender las llamadas de Silver cuando se disponía a designarlo como reemplazo por lesión. El guard de los Philadelphia 76ers solo tenía que garantizar su presencia en el compromiso.

«Pasaron los días sin que Harden respondiera y para cuando lo hizo, Silver había seguido adelante nombrando al alero de los Toronto Raptors, Paskal Siakam, como sustituto de un lesionado Kevin Durant», reportó la periodista.

La respuesta del MVP en la 2017-2018 llegó a través de las redes sociales. En el post de Instagram de ESPN con la noticia comentó: «Mentiras».

El californiano, quien ha participado 10 veces en el All-Star, promediaba 21,4 puntos, 11 rebotes y 6,4 asistencias antes del anuncio de la nómina. Quizás pudo haberle jugado en contra el hecho de que se ausentó en 15 de 49 encuentros, pero sus números eran sobresalientes. En cuanto a la votación del público terminó cuarto entre los integrantes del backcourt de la Conferencia Este detrás de Kyrie Irving, Donovan Mitchell y Jaylen Brown. Tampoco fue elegido por los head coaches para un puesto desde el banquillo.

Entre tanto, Harden no está en un buen momento con su franquicia de Pennsylvania. Llamó mentiroso al presidente de operaciones Daryl Morey y por ello fue multado con 100.000 dólares. El jugador insiste en salir de Philadelphia con destino a Los Angeles Clipppes, pero no se vislumbra un traspaso en el corto plazo a poco más de un mes de comenzar la temporada.

(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)

 

Lo que pudo ser y no fue. Así se puede llamar la película dramática que ha protagonizado (y sigue protagonizando) James Harden este verano. Tras sus sonadas salidas de Houston Rockets y Brooklyn Nets, todo hacía indicar que en Philadelphia había encontrado la horma de su zapato. Gran mercado, posibilidad de dirigir el equipo sobre el parqué, jugar junto a una súper estrella… y lo más importante, su amigo e idolatrado (hasta hace poco) Daryl Morey mandando en los despachos. ¿Qué podía salir mal? Pues visto lo visto, prácticamente todo.

No vamos a hacer una cronología de los hechos, pero no por ello podemos dejar pasar por alto la información que aporta Ramona Shelburne de ESPN, quien explica que Harden echó por tierra un nuevo contrato con los 76ers cuando este ya estaba redactado, impreso y listo en la mesa del presidente de operaciones de baloncesto de la organización.

Todo se precipitó en un par de días, pero tal batacazo se fue fraguando mucho antes. Nos tenemos que remontar a los primeros días de Harden en el equipo. Al MVP de 2018, quien llegaba asegurando que era su mejor oportunidad para ser campeón y que le encantaba tener a Doc Rivers como entrenador, se le hizo ver que su juego debía cambiar un poco. Ahora, en vez de ser un anotador compulsivo debía tomar el rol de facilitador. Así lo hizo, pero la consecuencia fue la creencia de que ya no podía ser el que fue.

Con tal escenario, llegábamos a la agencia libre de 2022 y La Barba hacía el sacrificio de ganar menos del máximo para ayudar al equipo a firmar a P.J. Tucker. Se vendió como un gesto generoso por ambas partes, pero en realidad la franquicia tenía dudas de ofrecerle más y el propio jugador lo sabía. Aun así apostó por seguir a la espera de un gran contrato al verano siguiente, entendiendo en todo momento que seguía siendo su mejor opción. Llegados a este punto no pocos pensaban que los de Pensilvania se lo darían, y lo cierto es que estaban en camino de hacerlo, pero para ese momento Harden ya estaba con la mosca detrás de la oreja. Se estaba cocinando lo que terminaría desencadenando en un arrebato sin posibilidad de marcha atrás.

Tras perder en el séptimo partido de las semifinales de la Conferencia Este ante Boston Celtics, el rápido despido de Rivers respondió a algunas disputas que tuvo este con Harden. Por entonces el equipo ni se planteaba prescindir de su estrella; es más, pensaba que estaba allanando el camino hacia su renovación. La cuestión es que este mensaje no solo no llegó al jugador, sino que saltó por los aires al sentir que el silencio de parte de su amigo Morey le sentenciaba.

La duda lo echó todo por tierra

Tal cual suena. Si bien Morey dejó claro que renovar a Harden era la prioridad del equipo, a la vez se daba en la gerencia un gran debate interno sobre qué debían ofrecerle al jugador. Algunos pensaban que debía estar en la línea de Kyrie Irving con Dallas Mavericks –126 millones de euros por 3 años–, otros que era poco, otros demasiado… Mientras discutían esto, la comitiva de Harden intentaba indagar en qué estaba pasando y la conclusión fue que la falta de respuesta inmediata por parte de Morey le abocaba a tener que buscar una alternativa, ya que no iba a conseguir lo deseado.

Así las cosas, Harden ejerció su opción de jugador y pidió el traspaso un 30 de junio. Los Sixers se quedaron atónitos y con un contrato que nunca conoceremos en la mano. El plan era ponerle sobre la mesa un acuerdo que entendían justo por su rendimiento, pero él no lo veía así. Según Chris Haynes de Yahoo! Sports se trataba de un trato de muchos millones, pero a corto plazo.

James, quien era elegible para un máximo de 4 años y 210 millones de dólares, viniendo además de rechazar una extensión de dos años y 100 millones de dólares con Brooklyn Nets, se sintió herido y rompió con todo (por el silencio). Pensó que era mejor asegurar los 35,6 millones de su player option que tener que verse obligado a aceptar lo que le pusieran por delante; y es que según explica Ramona Shelburne, no sabía aún de qué se trataba. «James sintió que Daryl lo estaba engañando. Se sintió traicionado», comenta una fuente cercana al jugador según la citada periodista.

La franquicia de Pensilvania, por su parte, se lanzó a buscar la manera de hacer ver a jugador y agentes que estaban equivocados, que no iban a dejarle en la estacada y que tenían preparado un jugoso contrato para él. Era demasiado tarde. Harden estuvo esperando días a tener certezas sobre su futuro en el equipo. Éste por su parte pensaba que todo estaba en calma. No supieron medir los tiempos. James estaba cada vez más cerca de estallar y lo hizo dejando a los Sixers sin derecho a réplica. Pudieron haber levantado el teléfono el 28 o el 29 de agosto, incluso unas horas antes de que el último día de junio saltase la bomba. No lo hicieron y nunca sabremos si la oferta hubiese convencido a Harden.

Exacto, Philadelphia pudo perder a Harden por cuestión de horas.

(Fotografía de Maddie Meyer/Getty Images)

 

La petición de traspaso de James Harden tiene de cabeza a los 76ers desde el comienzo del mercado, y es el tema que ha monopolizado toda la actualidad de la franquicia. Por tanto, fue inevitable que Tyrese Maxey tratase el asunto en su podcast, en el que divagó durante unos minutos acerca de la situación que el escolta ha generado.

«Diré esto sobre el tema: cada uno a los suyo» comenzó. «James es un profesional y está haciendo lo que está haciendo por una razón. Como amigo tengo que entender lo que está haciendo, pero a la vez, como jugador y parte del equipo en el que estoy ahora mismo, tengo que estar preparado tanto si James se marcha o no. Así es como son las cosas. Estoy listo para jugar con él o sin él. Yo quiero a James, y si decide que va a volver a jugar con nosotros, nadie en la franquicia va a estar triste por ello».

Parece pues que, a diferencia de lo que ocurrió en el caso de Ben Simmons, similar en las formas, la plantilla está lista para recibir a Harden con los brazos abiertos si arranca el training camp y se incorpora al equipo. No obstante, Tyrese cree que están listos para asumir su marcha si esta se da, y no considera que la temporada quede pendiendo de un hilo si tal cosa ocurre.

«La gente me pregunta si creo que, en caso de que James no vuelva, la temporada está acabada. Personalmente, creo que estamos en una posición en la que nunca podemos dar la temporada por acabada. Tenemos talento y al vigente MVP, así que tenemos que salir a ganar. Pero evidentemente será más difícil si uno de nuestros mejores jugadores decide que no quiere regresar».

(Fotografía de portada: Stacy Revere/Getty Images)

 

Josh Harris, dueño de los Philadelphia 76ers, ha declarado que quisiera convencer a James Harden de quedarse con la organización, a pesar de que el guard ha insistido que la relación entre ambas partes no tiene arreglo.

«Estamos trabajando duro. Respeto a James y quiero, obviamente, acomodarme a lo que él quiere. Al mismo tiempo tengo que pensar en un equipo aspirante al campeonato. Me encantaría convencerle para que se quedara. Entiendo que eso no es lo que él quiere hacer ahora», expresó Harris en una conferencia de prensa de los Washington Commanders, equipo de la NFL que adquirió recientemente en conjunto con Magic Johnson.

El siete veces All-Star ejerció su opción como jugador el pasado 30 de junio para facilitar su salida de la franquicia. Desde esa fecha se han escrito varios capítulos del culebrón, cuyo protagonista además de Harden ha sido el presidente de operaciones de Philadelphia, Daryl Morey, a quien llamó mentiroso.

La Barba no se detuvo ahí, también aseguró que no jugaría nunca en un equipo en el que esté Morey, además, según un reporte, está dispuesto a hacerle «la vida muy incómoda» a los Sixers en caso de no ser intercambiado. La NBA tomó nota de sus testimonios y lo sancionó con 100.000 dólares porque «estaba indicando que no prestaría los servicios exigidos por su contrato a menos que fuera traspasado a otro equipo».

«Seguiré trabajando para resolverlo de una manera con la que todos puedan vivir y que sea positiva para todos, sea cual sea la resolución. Lo respeto como jugador de baloncesto y como persona. Se trata de lidiar con personas, ¿correcto? Y tienes que estar ahí. Ya veremos cómo termina esta situación», agregó Harris.

Philadelphia cerró las negociaciones por Harden con la expectativa de que se reporte al training camp y forme parte del equipo de la 2023-2024. En este momento dicho escenario luce improbable por los dichos del californiano, de modo que convencerlo no será una tarea fácil para Harris.

(Fotografía de portada: Tasos Katopodis/Getty Images)